miércoles, 27 de abril de 2016

Perfección



Uno de los mayores engaños mentales, es el querer conseguir la perfección.
Cuando nuestros pasos se dirigen hacia la perfección, en cualquier aspecto de nuestra vida, delatan nuestro interior conforme hemos sido “des-educados” con un sentimiento de inferioridad y de falta de aceptación de nuestro ser o vida actual.
Todavía predomina el hecho de hacer las cosas el máximo de perfectas posibles, ignorando nuestro quehacer cotidiano y el momento en el cual nos encontramos.
Querer la perfección nos lleva a no ser nosotros. Puede parecer una contradicción, pero lo que se produce cuando “queremos”, es alejarnos de quien somos en verdad. Toda perfección está relacionada en una comparación, bien sea en relación a otro, a una situación, algo que hemos realizado con un resultado concreto, es igual, el hecho es que “queremos” algo que, según nosotros, todavía no tenemos o poseemos. ¿Seguro?
Vivimos en la materia, y toda nuestra actuación está basada en ella, en la forma, debido a lo aprendido de las creencias de nuestro entorno. Cuando “queremos”, representa que es algo que no tenemos, por lo tanto, nos estamos centrando, aparentemente, más en lo que no tenemos que en lo que sí. Cuando “queremos”, estamos actuando y decidiendo según lo inculcado y almacenado en nuestra mente, por lo tanto, el “querer” pertenece a lo mental, y no a nuestra esencia innata. Es algo inculcado, adquirido, no sentido.
Lo verdaderamente innato es la aceptación. Aceptar los momentos que vivimos. Aceptar nuestra manera de ser de aquel momento. Aceptar los esfuerzos realizados hasta ahora y los resultados obtenidos. ¡Esto es valorarnos y dejar que la vida nos lleve allí donde debemos de ir! Esto puede conllevar un aprendizaje, pero aceptémoslo.
Está bien sentirnos mejor con nosotros mismos. ¡Esto es bueno!
Cuando ponemos nuestra atención más en aquello que no tenemos, en vez de en lo que sí que tenemos, nos alejamos de nosotros mismos y estamos creando más atracción en nuestra vida de aquello que no deseamos.
La perfección, sinceramente, no existe. ¿Cómo podéis querer conseguir algo que ya sois o tenéis? Cuando una de las reglas de la vida es buscar siempre la perfección, o que siempre podéis dar más de lo que dais, sea cual sea el resultado, os estáis manifestando como alguien que “nunca hace las cosas bien”, o que “siempre os sentís insatisfechos ante los demás por lo que habéis conseguido, pensando que podíais haberlo hecho mejor”. Ante expresiones de este tipo, estáis gritando a todos diciéndoles:
-         ¡Soy una persona incapaz de hacer las cosas bien y que las hago siempre a medias! ¡Soy incapaz de sentirme realizado por lo que hago! ¡No se puede confiar en mí porque no sé si sabré hacer bien las cosas! ¡Soy un ser renegado de mi mismo! ¡Quiero ser perfecto y no puedo, pobre de mí!

La perfección es un invento humano para controlar y someter a los demás al dominio de alguien. Nuestros resultados nunca convencen a quien nos dirige o a la sociedad. La perfección nos ata y nos limita como seres, porqué llegamos a actuar más por miedos, que por nuestras verdaderas capacidades.
Es un engaño de nuestra mente. Cuanto más perfectos queramos ser, más imperfectos seremos, queriendo decir con esto, que más dejamos de ser nosotros, para ser parte de alguien de nuestro exterior (llamadle empresa, pareja, amistades,…).
La persona que busca más la perfección, es la que más sufre en la vida y más miedos tiene. Una perfección es fruto del miedo: a quedar bien ante los demás y lo infravaloren; a dar una imagen para que no se le margine; querer obtener un resultado para velar por un futuro estable; en fin, toda perfección en el ámbito que sea, comporta unos miedos internos, emociones reprimidas, y un afán de querer dar una imagen según “el otro”, no según yo soy.
Perfección representa una insatisfacción constante que hace que tu vida deje de ser la tuya para dedicarte a los intereses de los demás.
No existe la perfección, porque tú ya eres perfecto.
No existe la perfección, porque todo ya es perfecto tal como es. Todo ya es lo adecuado para cada alma que interviene en la situación. No podemos ir en busca de algo que ya tenemos. Es perder el tiempo y vivir en la ignorancia.
Uno de los pilares para contrarrestar la perfección, es la ACEPTACIÓN.
Aceptar todo lo que haces, porque es lo que tú sabes hacer en estos momentos.
Aceptar cada resultado obtenido en nuestra vida, porque hemos puesto lo que sabíamos en aquel momento. En cada instante damos lo mejor que podemos o sabemos, por lo tanto, cada resultado es nuestra “obra maestra” en aquellos momentos. Quizás, dos o seis meses más adelante nuestro resultado será diferente, pero ahora, en estos instantes, este resultado es lo mejor que he podido crear. ¡Aceptadlo! En él hay vuestro interior manifestado de alguna manera. Si hacemos las cosas y andamos por la vida según nosotros, lo que sentimos, al final, sentiremos la libertad y el bienestar de haber “creado” en mi vida, según yo, no según lo que dirán o quieren los demás. Esto representa una liberación y una exaltación de nuestro verdadero ser. Con esta actitud liberaremos todos los miedos, porque nos aceptaremos nosotros mismos e iremos adquiriendo, cada vez más, la seguridad de llevar el timón en mi vida. Entonces, solo puedes esperar lo mejor.
Perfección es un engaño y un domino de otros tiempos, queriendo estar en primera línea en los tiempos actuales. Pertenece a la vieja energía, no al actual.
No existe la perfección, solo la satisfacción de hacer o decidir según sientes en tu corazón. ¿Corazón o mente? Esta es una de las decisiones que cada uno debe de elegir. En su momento fue la mente, con la cual crecimos la mayoría de nosotros, pero los tiempos actuales nos llevan a vivir desde el corazón.
El corazón fortalece nuestro espíritu, la mente, la perfección, lo debilita.
Cuando somos nosotros, todo fluye.  
Cuando nos aceptamos, estamos dejándonos llevar por el caudal del proceso que estamos siguiendo, teniendo el convencimiento que nos está llevando allí, motivo por el cual nacimos.
Acostumbramos a nuestra mente a ser quien dirigiera nuestra vida. Para muchos, me incluyo en su momento, nos insistieron que para triunfar en la vida debíamos de esforzarnos muchísimo, ser perfectos para ser valorado y vivir holgadamente (a nivel económico). ¡Cuánta ignorancia!
Con los años, me fui dando cuenta que para llegar a ser felices lo único que debíamos de hacer, no es esforzarnos, sino ser nosotros. Sencillamente, ¡SÉ TÚ!
¡Acéptate tal como eres! ¡Acepta tus resultados en la vida, tal como te está yendo ahora, porque es el paso anterior a uno de nuevo más en acorde a como sientes en tu interior! Siempre estamos en el lugar y momento adecuado para subir nuevos peldaños en nuestro proceso de evolución. Es ahora donde te estás predisponiendo para abrir cada vez más, las puertas del Amor en su estado más puro e incondicional.
No hemos de ser perfectos para agradar, sino ser nosotros para que todos puedan ascender y ser ellos. Somos un espejo para los demás. Si lo que quieres mostrar es limitación y sufrimiento, deja de ser tú. Si lo que quieres es llevar a término aquello que has venido a hacer (y que siempre es amoroso para el mayor bien de la humanidad), ¡sé tú!
Haz según sientes.
Di, según sientes.
Decide según te guía tu corazón.
Eres un ser perfecto por naturaleza, solo es cuestión que lo recuerdes. Luego, el desenlace de tu historia será reconfortante, maravilloso y emotivo. ¡Ya lo creo que sí!
Lo más perfecto en esta vida, eres tú, en un proceso de recordar tu verdadera esencia. Tus pasos te están llevando a esta conexión con el verdadero ser que eres: un ser de Luz, Amor y Comprensión.
No dudes de lo que haces. Hazlo y deja que todo sea. Siempre que algo haces, lo haces lo mejor que sabes, por lo tanto, en estos momentos, ya estás mostrando la perfección que hay en ti. Acéptalo porque es el mayor regalo que puedes ofrecer a los demás. No hay más. Ahora es lo máximo que puedes mostrar, y esto, es una bendición para ti y los que te rodean. Sé consciente de tu presencia en esta vida.
Gracias por ser y estar, amado ser. Gracias.


Solo existe el Amor. 

lunes, 25 de abril de 2016

Encuentros para mayo

¡Hola, buenos días!

A continuación os presento los encuentros previstos a realizar para el próximo mes de mayo.

Si queréis que alguna de ellos se realicen en vuestra población, centro o asociación, enviad un mail a la dirección que consta en el documento adjunto.

A todos, un abrazo y hasta pronto.





Entrevista

A continuación os presento esta entrevista realizada este mismo mes de abril por Emma Amme, creadora de la web RETORNO AL HOGAR.
A todos, un abrazo.

JORDI MORELLA

ENTRE-VISTA DESDE JORDI MORELLA



Jordi Morella, “Maestro de maestros”. Ésa fue la frase que me vino cuando le vi, cuando le sentí.
Las palabras se van volando ante su Presencia. El Silencio toma el mando para poder escuchar toda la Paz que transmite su energía. Su corazón rebosa Amor, un amor que despierta a cada Ser que “toca” con su par de Alas tan bien puestas.
En su día… Dios envió a un ejército de Ángeles para que nos Recordaran dónde habita nuestro Cielo.
Él es uno de ellos y así lo demuestra a través de su ejemplo, realizando conferencias, talleres, escribiendo artículos, con su libro publicado: ¡Sentir! Vivir desde el Corazón, y otras muchas tareas más.

LA MENTE RESPONDE
♥ ¿Podemos sentir Paz pero a la vez no sentirnos felices, porque nos sigue faltando “algo”? ¿Qué es lo que nos falta (o nos sobra…) cuando llegamos a ese estado? ♥
  • Cuando alguien llega a sentir la Paz en su interior, desaparecen las preocupaciones. La infelicidad es un estado de “quiero y no puedo”, por lo tanto, no estás viviendo aquello que según tú querrías vivir, o de la manera que tú quisieras vivirlo. En el momento que sentimos Paz interior, el malestar interior desaparece. Mientras la sentimos no existe la infelicidad. Ésta aparece cuando dejamos de ser nosotros. En tu vida puedes tener la sensación que te falta algo, pero cuando sientes dentro de ti la calma, la Paz, entonces todo se desvanece sintiendo tu verdadera naturaleza: el sosiego. ¿Qué nos falta o sobra cuando estamos en este estado?: Nada sobra. Nada falta porque estás sintiendo el bienestar en ti. A partir de aquí podemos recuperar las fuerzas, el coraje, para no desconectarnos de aquel quienes somos. La Paz solo existe en el presente, y cuando vivimos este presente, nuestra vida avanza hacia la liberación de nuestra mente.
♥ ¿Existe el Ego o sólo es una creencia más que nuestra mente ha creado para separarnos de nosotros, para distraernos de nuestro presente, de nuestra vida, de nuestro día a día, de nuestro sentir? Es como estar educando, conociendo, abrazando, amando, gastando energía en un amigo invisible que sabemos que no es real. ¿Qué sentido tiene aprender a andar en bicicleta si no tenemos ninguna? ¿No es otra de las trampas “espirituales” en las que hemos caído? ¿Se puede “eliminar” el ego únicamente dejando de creer en él? ♥
  • El ego es la identificación con nuestra mente, con nuestro pasado. Cuando actuamos teniéndolo presente, dejamos de vivir de una manera natural porque todo lo que hacemos o decimos está guiado por nuestro pasado, nuestra mente. El ego no está relacionado con nuestra verdadera esencia sino con las pautas adquiridas en nuestro pasado que nos las hicimos nuestras. El ego es la identificación con nuestro exterior. Cuanto más mostremos este ego más alejados estaremos de nosotros mismos, por lo tanto, más malestar y dolor crearemos en nuestra vida. El ego no existe en nuestra esencia pero se crea cuando nos adaptamos a nuestro exterior y dejamos de ser nosotros mismos. La desconfianza, la vanidad, la soberbia, el recelo…, todos son aspectos del miedo que nos hacen actuar como defensa ante nuestro entorno. A mayor ego, mayor miedo interior para no dejar de protegernos y permitir que nuestro entorno pueda con nosotros. Las mentes cerradas son fruto de este miedo. ¿Existe el ego? No, pero lo creamos al no ser nosotros. El ego es la manifestación de aquella parte de nosotros cuando no estamos siendo nosotros mismos. El Amor lo neutraliza.
♥ ¿Es imprescindible, inevitable, sufrir para aprender a dejar de sufrir? ♥
  • Rotundamente NO. No es necesario sufrir pero aquellos que lo aceptan en su proceso (la mayoría), este dolor acelera su aprendizaje y evolución. No es necesario sufrir pero sí que nos ayuda a crecer más rápidamente. El sufrir nos hace reaccionar y ver la vida de otra manera. Este proceso nos lleva a un anhelo de buscar la Paz y el Amor de una manera más consciente. Hay quien no quiere cambiar y decide vivir en el sufrimiento a lo largo de su vida. Respetadlo porque así es como su alma debe de transitar por esta encarnación para su adecuada evolución. No hay situación que vivamos que no tenga un sentido mayor. En el fondo, todo dolor, detrás de él hay una bendición para quien lo sufre. No deseo el mal para nadie, ni el dolor para ningún ser, pero si sucede siempre comporta un aprendizaje importante a realizar. Es el libre albedrío de cada ser.
♥ Si “sólo sé que no sé nada” y cuanto más Consciente me hago menos “me sé”, ¿el dudar de todo y de todos (yo incluida…) es lo más sabio que puedo hacer o lo más cobarde? ¿Por qué? ♥
  • La duda, por un lado, es un engaño sutil de nuestra mente para que no demos pasos hacia nosotros. Toda duda comporta un miedo inconsciente a equivocarnos. Aquel que duda constantemente es alguien inseguro ante la vida o en su cotidianidad, fruto del miedo a no ser él, no quedar bien ante los demás o no sentirse valorado por quienes le rodean. La duda comporta una inseguridad personal. Por otro lado, las dudas pueden ser un estímulo para que reaccionemos y nos atrevamos a decidir con firmeza y decisión. Puede ser una oportunidad para coger confianza y escuchar a nuestro corazón sobre el qué hacer. La duda es una patraña, un engaño, controlado por nuestra mente. Abriendo y escuchando nuestro corazón nos llevará a la seguridad y a la mejor toma de decisiones en nuestra vida. La duda puede convertirse en seguridad, el miedo en Amor.
♥ Si para Recordar quién soy es necesaria la dualidad y para Olvidarme es necesario estar en Unidad, en ese AMOR INCONDICIONAL, ¿es una utopía el Regreso al Hogar de manera eterna ya que todo es un proceso cíclico de experimentación (recuerdo-olvido-recuerdo-olvido)? Entonces, si somos impermanentes, si nuestro principio es a la vez nuestro final, si nunca nos quedamos “en casa”, ¿cuál es nuestro verdadero Hogar? ♥
  • ¡Uy, uy, uy! Son 3841 preguntas en una. (Pausa). Hay varios aspectos sobre lo que me preguntas. Vayamos por partes. Un proceso cíclico consiste en ir viviendo un tipo de aprendizaje hasta que éste queda integrado en tu ser de una manera completa. Mientras así no sea, iremos viviendo una y otra vez situaciones parejas o con contenido similar hasta que nos demos cuenta de lo que nos quiere decir y lo aprendamos. Cuando integramos este aprendizaje en nuestro interior, activamos la parte correspondiente de él en nuestro ADN. Una vez activada esta parte ya no vuelve a bloquearse, por lo tanto, cuando se es consciente de algo ya no nos podemos desconscienciar de aquello. Con esto quiero decir que ya no se nos “olvida”. Por ejemplo, cada vez que volvemos a encarnarnos, todo lo aprendido en la vida anterior queda activado en ésta. No hay que volver a empezar nuevamente. Este aspecto, el que sea, ya está activado, consciente en nosotros. Regresar al Hogar es ir a tu interior y sentir tu verdadera naturaleza y esencia. Cuando somos conscientes de nuestra DIVINIDAD, ya no podemos, como he dicho anteriormente, desconscienciarnos, sino que cada vez la vamos manifestando más. Nuestra actitud ante la vida, así como nuestras palabras, nuestros pensamientos y todo lo que sentimos de una manera natural, está basado en el AMOR. Cuando vivimos desde el corazón, vivimos cada vez más desde el AMOR. Nuestro verdadero Hogar es aquel por el cual existimos: el AMOR. En esta experiencia terrenal, encarnados, y a veces como atrapados en un cuerpo, tiene un sentido para poder, cada uno, llegar a recordar quién es y darse cuenta que somos DIOS. Este es el proceso de la vida. Somos AMOR y siempre lo fuimos y lo continuaremos siendo, porque es nuestra esencia. Somos eternos, y cada vez con un alto nivel de vibración superior. Vivimos tiempos donde ha llegado la hora de volver al Hogar, es decir, volver a recuperar y a sentir nuestro interior, nuestra verdadera naturaleza y poderla manifestar de una manera libre y majestuosa. Estamos viviendo los tiempos donde el ser humano está dando pasos hacia la expresión de su Divinidad. El paso de humano a divino es el camino que estamos haciendo. Y cada vez más. Cada vez estamos teniendo más contacto con nuestro HOGAR, hasta que llegará el día que ya estaremos en él constantemente, sirviendo al Gran Plan Divino en el cual todos estamos inmersos.
♥ Dicen… que el opuesto del Amor es el miedo. En ese caso, ¿cualquier emoción que etiquetamos como negativa también lo es, ya que cuando sentimos ira, tristeza, rabia, odio, cobardía, culpa, frustración o soledad…no estamos sintiendo en ese momento Amor? ¿No es el miedo fruto de la ignorancia y ésta del olvido? ¿Puede el Amor tener un opuesto si el amor lo ama todo? ♥
  • A veces, amada Emma, hacernos tantas preguntas nos alejan de lo esencial y de la respuesta. Demasiadas elucubraciones. Nuestra mente nos traiciona cuando nos lleva a preguntar y a preguntar tanto, llevándonos, a menudo, hacia una dispersión y desconcierto. Mira: sólo existe el AMOR. Allí donde hay Amor la vida vale la pena vivirla, sintiéndote arropada, amada, apoyada, valorada y guiada. Solo existe el AMOR. Amad porque es el mayor poder que uno puede llegar a tener. Cuando no lo estamos haciendo, nuestra vida puede empezar a nublarse e incluso a experimentar el encontrarse en medio de una gran tormenta. (Pausa). Sobre las emociones negativas o positivas, no existen las negativas como tales. Podríamos decir que como negativo es todo aquello que no está en acorde con nuestro interior y nuestra esencia. Cuando sentimos algo que nos hace sentir mal, como tristeza, rabia u odio, solo son advertencias de que hay algo en nosotros a lo que debemos de ponerle atención y armonizar. Cuanto más alejados estemos de nosotros mismos, más emociones consideradas negativas sentiremos y manifestaremos. Cuanto más honestos e íntegros seamos y vivamos, más sentimientos considerados como positivos notaremos en nuestro interior. Lo que entendemos como negativo solo son advertencias para observarnos y reflexionar sobre nosotros para estabilizar nuestro interior y nuestra vida, pudiendo dar los pasos necesarios para vivir en acorde a cómo somos en verdad, por naturaleza. Ya he dicho que somos AMOR y sólo existe el AMOR. Amaos y dejad que vuestra vida refleje la belleza de vuestro interior. Vuestro corazón os guiará.
♥ ¿Qué es para ti la Iluminación? ¿Es una creencia más para no aceptarnos tal y como ya somos y seguir “buscando”, huyendo del Aquí y Ahora, para encontrar un “estado de ser” mejor al que ya tenemos? ¿Es compatible vivir el Presente, sentir su perfección, con el “llegar a” (futuro) esa Iluminación, con Regresar al Hogar? ♥
  • La iluminación es el recordar quién uno es, de dónde procedes y tu relación con el universo y el planeta Tierra. Cuanto más recordemos, más conoceremos la Verdad existencial. Todo ser encarnado se encuentra en este camino, en este proceso que le lleva a su máxima expresión y realización. Cada alma tiene una historia, un pasado. Según éste, lo que experimentará en esta vida será una serie de vivencias u otras. Lo que cada uno viva será diferente, quizás a lo que otro pueda llegar a experimentar, pero todos los caminos, todos, se están dirigiendo hacia la manifestación de su verdadero ser. En relación sobre tu segunda pregunta, cuando más llega uno a ser consciente de su presencia, menos interrogantes tiene y más vive el presente, con lo que esto comporta. A medida que nos vamos adentrando más a nuestra sabiduría interior y universal en nosotros, dejamos de vivir en el tiempo (pasado y futuro) para experimentar y sentir solo el presente porque, en el fondo, es lo único existe. Nosotros somos presente, y el ser consciente no se plantea aspectos de “futuro” porque sabe que lo que está viviendo ahora es por lo que ha venido a este planeta, y es lo mejor que puede vivir para su proceso. Ya ahora sabe que se encuentra en el Hogar.
EL CORAZÓN RESPONDE
 ¿A qué suena el Silencio?
  • A la gratitud de mi esencia por poder sentir la plenitud en mí.
¿A qué huele el Amor?
  • A la máxima expresión de mi ser.
¿A qué saben los abrazos?
  • A la ternura del universo dándonos a conocer que no estamos solos.
¿Qué nos cuentan las lágrimas?
  • La liberación y el sentimiento de nuestro presente. Son fuentes internas de nuestra capacidad de amar, bien para expresar el dolor o el amor recibido.
¿Con qué sueña tu Alma?
  • Ya no sueña, sencillamente deja llevarse con el convencimiento y la certeza de su entrega.
 ♥ MUCHAS GRACIAS ♥

Para saber más sobre Jordi Morella:

miércoles, 20 de abril de 2016

Quejas humanas

Una vez, un hombre cansado de la desgraciada vida que llevaba decidió subir al cielo y pedir cuentas a quien sea por su situación a lo largo de todos sus años hasta el presente.
Mientras se iba elevando observó como los árboles y las casas se iban haciendo pequeñas bajo sus pies. El enfado que llevaba era notable, y pensaba pedir explicaciones al encargado de haberlo puesto en el mundo donde vivía. A medida que se dirigía hacia la entrada del cielo, vio la Tierra hacerse pequeña, dejando atrás las nubes que, estando en ellas, no podía ver el firmamento. Ahora se encontraba en la infinidad del silencio, deslumbrado por la luz de la presencia del sol situado mucho más allá de donde se encontraba. Elevándose y adentrándose en el vacío del que, desde la Tierra se denomina Cielo, llegó a un lugar donde había una entrada con un cartel que decía: “QUEJAS HUMANAS”. El hombre se encontró con una gran cola de seres humanos, que como él, habían tenido la misma intención. Había de todas las razas y religiones. Quiso ver donde se encontraba el primero de la cola, y hubo de esforzarse para distinguirlo.
A medida que se iba acercando hacia la ventanilla de quien les atendía, vio como todo aquel que se presentaba ante ella para protestar, se iba contento y como aceptando las palabras de quien les atendía les decía. Todos se iban con una sonrisa en los labios y corriendo para volver a la Tierra.
Todo me resultaba extraño, pero en mi interior, me proponía y pensaba qué diría cuando me tocase: “que qué se habían creído al darme una vida como aquella, que qué se pensaban si nosotros éramos muñecos con los que ellos podían hacer lo que querían con nosotros, que no hay derecho en darme una situación mísera y hacerme vivir todo lo que he vivido hasta ahora, que es injusto que unos tanto y otros tan poco o nada, que yo no he pedido venir a un mundo como el de la Tierra, y que hagan el favor de llevarme a un mundo mejor del que estoy, que allí no se puede vivir, que…..”
Haciendo estas reflexiones interiores me di cuenta que había llegado mi turno. Ante mí había un ser con una sonrisa dócil en la boca y una mirada profunda y afable. Toda su expresión era bondadosa y serena.
Él me miró esperando lo que yo le había de decir, pero, por momentos no supe qué decirle. Me había quedado mudo, y por un instante, no pude increpar a aquel ser que estaba ante mí. Me daba cuenta que ahora yo era el primero de la cola pero parecía estar aislado, sintiéndome insonorizado con los de mi entorno y tenía detrás de mí, que eran muchos. Parecía como si solo estuviéramos aquel ser de apariencia serena y bondadosa y yo. Nadie más podía oírnos, como si estuviéramos solos. Por fin recuperé nuevamente mi estado interior y de desconcierto, recordando porque me encontraba allí, ante quien me podría, seguramente, dar una serie de explicaciones y resolver mi situación. Recordé porque estaba allí y dije medio enfadado, medio desconcertado:
-          Quiero hablar con quien me permite vivir como lo estoy haciendo en la Tierra. Es injusta la situación que estoy viviendo y no hay manera de ser feliz. Todo son preocupaciones y nada me sale bien. Quiero hacer una reclamación y hablar con quien lo tenga que hacer para que esto no pase más.
Entonces, como por arte de magia, aquel buen hombre desapareció y me encontré a mí mismo ante mí, diciéndome:
-          ¿Me han dicho que quieres hablar conmigo?
¡Rayos y truenos!, no podía creer lo que estaba viendo: ¡¡era yo!! Me froté los ojos y me quedé quieto no sé cuánto tiempo, intentando descifrar qué había pasado y que lo que veía solo eran alucinaciones mías.
-          No, no soy una imaginación – dijo aquel que era yo. Tú querías hablar con quien pudiera solucionar y cambiar tu situación en el planeta Tierra y aquí me tienes. ¿Para qué querías verme?
-          (Como puede, y desconcertado porque no entendía lo que me estaba pasando, dije:) ¿Cómo te llamas?
Ahora sí que quedé totalmente paralizado cuando oí su nombre: ¡¡se llamaba como yo!! Entonces continué:
-          ¿Podrías decirme qué está pasando? Es algún programa tipo “cámara oculta”, ¿verdad? ¿Quién eres tú realmente?
-          ¿Tú querías hablar con quien te pudiera ayudar a cambiar la vida que llevas, no?
En silencio asentí con la cabeza.
-          Bien, yo soy este que tú buscas. Dime, ¿de qué te quieres quejar?
-          ¿De qué me quiero quejar? Tú, supongo, debes de saber la vida que tengo. Debes saber que no hay nada que me salga bien, y continuamente tengo problemas de todo tipo porque no hay manera de salir de la situación que me encuentro desde que tengo uso de razón. No es justo. No se puede vivir así. Estoy harto que no pueda vivir como yo quiero. Esto no es vivir, por eso, vale más no vivir. Es inaguantable. Sufriendo por todo y por mantenerme en vida. ¿Me puedes decir porque vivo así? ¿Eh?, ¿Puedes decirme porque se me ha dado esta vida cuando hay otros que lo tienen todo y la vida les es muy fácil vivirla, teniendo para todo lo que necesiten y deseen? ¿Me puedes decir porque pasa esto y no puedo hacer nada para cambiarla? (Después de una pequeña pausa, nuestro ser humano continuó diciendo:)Me siento ridículo hablando contigo – dijo en voz baja – con este que tengo delante de mí. Estoy hablando conmigo mismo, ¡qué locura!
-          (Como si el yo que tenía delante no hubiese escuchado mis quejas, me preguntó:) ¿Cuál es tu verdadera queja?
-          ¿¡¿Pero que no lo has oído?!? ¡Te lo acabo de decir!
-          No, solo estás quejándote por la vida que estás llevando, pero no has definido el motivo por el cual has venido hasta aquí.
-          ¡Que estoy harto por la vida que llevo! No la quiero porque solo me da penas y desgracias. Todo son problemas y no quiero tener, ya más. Quiero vivir una vida placentera y rodeado de riquezas. ¡No quiero padecer más!
-          ¿Qué puedo hacer por ti?
-          Tú sabrás, es tu trabajo, ¿no? ¿No eres tú quien me puede ayudar a cambiar de vida? Pues por eso he venido.
-          ¿Crees que no vives una vida placentera y llena de abundancia?
-          ¡¿Tú estás loco o qué?! ¿Tú me ves la cara que tengo? ¿Me estás tomando el pelo o qué? (Y desesperado y enfadado le contesté:) Por favor, llama con quien pueda hablar y solucionarme lo que te he dicho, ¿eh? No me hagas perder más tiempo. ¡Solo me faltabas tú, ahora! – dije en voz baja.
-          Muy bien, ahora le aviso.
Entonces, quien tenía delante desapareció, y al cabo de unos segundos volví a ver a alguien ante mí: ¡¡¡volvía a ser yo!!!
-          ¿Es una broma, no?
-          Sí y no. Yo soy…. – diciendo mi nombre.
-          ¿Quieres hacer el favor de no tomarme más el pelo? – dije muy enfadado y chillando.
-          Mira esto – dijo enseñándome unas imágenes mías de mi vida, en un monitor, que eran los momentos en los cuales yo me sentía bien y era feliz.
Eran imágenes de mi infancia y cuando conocí a la primera persona que le hice un beso porque empezaba a amarla. El monitor me iba enseñando momentos de mi vida donde yo era feliz y me sentía bien conmigo mismo. También me mostró instantes donde había ayudado a alguien y entonces yo me sentía muy bien porque había sido útil para alguien necesitado. Estas imágenes me hacían sentir bien y empezaron a relajar mi corazón y mi espíritu. Incluso me mostró un momento que yo decidí por propia voluntad, pensar que los demás podían conmigo, y yo sentirme poca cosa. Sí, incluso estas imágenes donde decidí ser víctima de mi vida. Podría haber tomado otra decisión, ¡pero no!, dejé que los demás hiciesen de mí lo que quisieran.
A continuación aparecieron unas imágenes como si fuesen una película y yo estuviera en el cielo, a punto de venir a la Tierra, de nacer. En esta situación se me mostró, momentos antes de venir al mundo, lo que sería la vida que había decidido tener, como si yo ya supiera qué vida tendría. Era maravillosa y llena de aprendizaje y ocasiones para sentir amor en mí. Vi también, las oportunidades de poder ayudar a muchas personas una vez estuviese en vida (la que iniciaría). Sentí por momentos la plenitud en mí y lo mucho que representaba aparecer en el planeta Tierra y vivir como un humano, dentro de un cuerpo, y a través de él poder acercarme a personas que necesitaban de mi presencia para continuar sus caminos. Me di cuenta de la importancia de venir a este mundo y el papel que representaría para muchas personas, y a pesar de mi carácter contestatario y rebelde, lo importante que sería para mi alma ser presente en estos momentos de la historia de la Tierra.
Momentos antes de descender y aparecer a través de un parto, también sentí el amor que había en mí y que no estaba solo. Amigos invisibles estarían conmigo en todo momento, y que aunque no les vería en vida, continuarían estando y ayudándome a recordar.
Todo esto lo vi, o mejor dicho, lo sentí dentro de mí como si lo que estaba viendo en aquel monitor sucediera en mi interior en aquel instante. Fue algo extraño.
Me quedé quieto, en silencio, recordando todo lo que había sentido y visto. Por momentos me olvidé del por qué me encontraba allí, y una nueva energía me rodeó. Me sentía como encerrado en mí y con una pequeña grieta de esperanza y sabiduría como si todo fuese para mi mayor bien.
En aquellos momentos se me juntaron muchas emociones y sentimientos a la vez. Uno de ellos era como si todo fuera temporal y que aquello que yo me pensaba que era, no era, y lo que yo creía que no era, era. Quizás no sé si me he explicado bien, pero era esto lo que sentía. Entonces, mi mirada se fijó en aquel que se encontraba ante mí: yo, y me di cuenta que yo, y solo yo, podría tomar la decisión y tener la capacidad de cambiar mi situación. Ahora entendía el por qué “yo me había presentado ante mi diciéndome que era yo quien me podía ayudar a cambiar mi situación”. Por momentos, pareció como si se hubiese encendido una luz y lo viera todo claro.
Dentro de mí sentí una fuerza que no había sentido hasta aquel momento. Me sentía capaz de cambiar aquello que en el fondo, no me pertenecía porque formaba parte de una vida ilusoria que yo me había creado.
Quien tenía delante me hizo una sonrisa, y yo le correspondí. Recordé lo que todavía debía de hacer en la Tierra de bueno, quizás sin ser consciente del todo, pero que lo quería y había de hacer, y rápidamente salí de aquella cola para volver hacia el planeta de donde había venido.
El último que se puso a la cola de espera parecía enfadado y con cara de pocos amigos. Parecía lleno de rabia cuando vio marcharse, con poca nitidez al primero de la cola, corriendo, dirigiéndose hacia la salida.
Con cierto tiempo de espera, llegó a la ventanilla donde le atendió un ser con una sonrisa dócil en la boca y una mirada profunda y afable. Toda su expresión era serena y de bondad. Él le miró esperando lo que le había de decir, pero por momentos, el ser humano no supo qué decirle. A continuación recordó porque se encontraba allí y dijo enfadado:
-          Quiero hablar con quien permite que viva como lo estoy haciendo en la Tierra. Es injusta la situación que estoy viviendo y no hay manera de ser feliz. Todo son preocupaciones y nada me sale bien. Quiero hacer una reclamación y………..

El resto de la historia ya la conocéis.


miércoles, 13 de abril de 2016

Héroes

Todos los héroes han sido fruto de una actitud ante la vida de victimismo y pensando que nosotros por sí solos, no podíamos conseguir la realización y el bienestar, no tan solo en nuestra vida, sino en la sociedad que se vivía.
Cuanto más nos identifiquemos con alguno de los héroes creados a lo largo de la historia, delata nuestro interior conforme, a algún nivel, todavía no nos creemos lo suficientemente capaces, por nosotros mismos, el manifestar nuestra realización en la vida que vivimos.
Los héroes eran seres limitados al pensar, ellos mismos, que el mundo no iba bien. Cualquiera que lo quiera salvar, y con un poco de consciencia, se daría cuenta que no podemos interferir en el Gran Plan Divino donde todos estamos inmersos para nuestra evolución y el de todo el planeta con los diferentes seres que lo habitan.
Cuando se quiere salvar al mundo, nos estamos anulando y empequeñeciendo a la vez, por no respetar el libre albedrío. Al intervenir creamos nuevas situaciones, quizás no del todo amorosas que crea más de la vieja energía, en la cual no nos permitía evolucionar como nos hubiese gustado, desbloqueando nuestro interior y abrir las puertas de la conexión con el verdadero ser.
Emplear los mismos métodos que los que bloquearon el respeto y la integridad en cada uno, pero con una intención aparentemente más humana, es una manera de mantener el régimen existencial basado en un ser disminuido, influenciado e incapaz de valerse por él mismo.
No hay héroes, tal como se conocen. Todos, absolutamente todos actúan desde la ignorancia espiritual, queriendo establecer una vida según su visión parcial de ésta. Por eso hemos tardado tanto para llegar hasta donde hemos llegado. Hemos creído en los héroes de películas, de cómics, sintiéndonos aliviados por ver a alguien que realizaba lo que nosotros podíamos sentir o pensar desde nuestro mundo interior. Nosotros no nos veíamos capaces de hacerlo en nuestra vida, y viéndolos en la pantalla del televisor o en unas páginas impresas, nos sentíamos apoyados y consolados pensando que algún día todo sería según lo que sentimos en nuestro interior.
Los héroes pertenecen a la vieja energía, porque nunca han existido como un sueño materializado y una prolongación de nosotros, que nos podíamos encontrar en un segundo o quinto plano, en plena discreción. No éramos casi nadie, y con estos personajes, a menudo disfrazados, nos sentíamos con un poco más de coraje para decir:
-         ¡Sí, este o esta soy yo! ¡Cómo me gustaría que así fuese en mí!
Desconocimiento. Desconocimiento absoluto de nosotros mismos.
Con el tiempo hay menos héroes porque la naturalidad se va manifestando cada vez más en nuestras vidas. Estamos recuperando el empoderamiento, pero no porque lo hubiésemos perdido, sino porque desconocíamos que se encontraba en nuestro interior.
Cuando deseamos algo en nuestra vida procedente del exterior, es un indicio que nos hemos alejado de nosotros. Cuando la posible “solución” se encuentra en algo externo, nos delata conforme hemos olvidado quienes somos en verdad. Nos dejamos llevar por quienes nos hicieron, en vez de según sentimos.
En los tiempos actuales, no existen los héroes, porque todos, albergamos en nuestro interior el potencial de nuestra verdadera naturaleza: nuestra divinidad. Ahora ya podemos hablar, casi abiertamente de ella, pero años atrás, nuestra consciencia, o bien todavía no había despertado, o bien no abrimos nuestro corazón para sentir la verdad de nuestro camino y nuestra existencia. Ahora todo es posible. Ahora el potencial que hay dentro de nosotros, y que siempre lo hemos albergado, se está activando, y nuestra capacidad para ser nosotros y actuar desde la honestidad, la sinceridad e integridad es posible. Estas energías activarán el amor en nuestro camino, pudiendo conseguir y atraer en nuestra vida, aquello que por lo cual nacimos por primera vez. Ahora la plena realización es posible. Ya hemos dado pasos importantes, por lo tanto, estamos jubilando a lo que fueron los héroes creados desde la mente para crear una nueva vida desde el corazón, porque es desde el corazón que nuestro proceso elevará nuestra alma y conocerá la Verdad del sentido por el cual estamos viviendo lo que vivimos y está sucediendo. Esta verdad consiste en una sola palabra: AMOR. Esta es la manifestación que el ser humano está haciendo cada vez más. Está dando paso a su divinidad. Está pasando de lo humano a lo divino.
Cuando estamos diciendo que alguien es un héroe, le estamos comparando con los demás y esto representa etiquetarlo. Cuando así es, lo que estamos haciendo es juzgarlo y creando una visión desde la mente racional según los parámetros de una energía de baja vibración. No existe el héroe, sencillamente, el ser que puede estar perdido o confuso en su camino. El héroe sería el pensamiento de querer estar al otro lado de la situación. Esto comporta, también, el hecho de no aceptar ni aprender de lo que se está viviendo; en fin, un héroe no nos lleva a nuestra realización, sino a unos momentos de aparente tranquilidad, privándonos que despertemos y aprendamos de nuestra relación con la situación vivida.
El héroe nos encasilla, perteneciendo su actuación a una dualidad obsoleta: éste es el bueno y éste el malo; donde también decide según sus creencias de un pasado, muchas veces tormentoso y no equilibrado.
No hay héroes que nos lleven más allá de lo establecido. Todos nos recuerdan una manera de ser no siempre querida.
Ni catwoman, superman,  robin y batman, spiderman, el llanero solitario, el hombre de acero  ni el capitán América pueden hacer cambiar el mundo. Ellos solo lo continúan manteniendo con sus actuaciones. Todos ellos han sido creados desde la mente, desde el dolor de nuestro pasado.
El verdadero cambio en nuestra vida procede de nuestro corazón. Sentir el Amor y la vida desde el corazón nos hará elevar nuestra alma conllevando una activación de nuestro potencial espiritual, nuestro ADN, pudiendo manifestar cada vez más, el Dios que cada uno es.
Vivimos momentos que nos llevan a una introspección y a épocas de estar con nosotros mismos. ¡Aprovechadlas!
Cuando nos liberamos de todo lo inculcado a lo largo de los años y lo liberamos de nuestro interior, entonces quedaremos nosotros. Solo nosotros, tal cual somos, y os puedo asegurar que aunque en un principio no nos guste o nos sintamos incómodos, con el tiempo apreciaréis la belleza de la vida y el amor en todo lo que os rodea. Sentiréis la unicidad con Todo, y sabréis del sentido de vuestra vida y todo lo que en ella vivís.
No hay nada que no puedas conseguir siempre que lo sientas en tu corazón.
No hay nada que no puedas realizar siempre que lo sientas en tu interior, en tu corazón. Él será la guía y el vehículo con el cual sabrás qué decisión tomar en todo momento y qué es lo más adecuado para ti o no.
Aquel que se conoce, no se considera un héroe, porque ve la vida con los ojos de su corazón, desde la sabiduría interior y existencial. Sabe de su potencial.
Este es el camino que estamos siguiendo, el de cruzar el umbral de lo irreal a lo real. En tu interior encontrarás la realidad de tu vida. El verdadero ser consciente, iluminado, es el perfecto antihéroe: es discreto, respeta, acepta y siempre Ama. No juzga ni critica. Sabe del proceso que se está viviendo y la importancia de la experiencia individual para el alma de cada uno y la humanidad. Respeta, Acepta y Ama.

Tú ya eres un ser completo, capacitado para llevar a término aquello que has venido a hacer. ¡Tú puedes! ¡Eres un ser estelar encarnado colaborando en manifestar la Intencionalidad Superior Divina!
¡No sueñes, siente aquello que tu interior te susurra en tu corazón! Cuando lo sientas verás como la vida puede sonreírte sin tú saberlo ni esperarlo. Todo es posible cuando somos conscientes de nuestra naturaleza, de nuestro potencial amoroso que habita en el interior de cada uno.


Que el Amor y la Paz podáis sentirlas en vuestro interior. 

miércoles, 6 de abril de 2016

Rhalemize (diario de un alma atrapada)

                                                                                                               
Rhalemize es una pequeña población dentro de mi interior. Actualmente vivo en ella desde hace mucho tiempo, tanto, que no recuerdo si en algún momento viví en otro lugar que no fuera en él.
A medida que va pasando el tiempo dentro de este lugar donde ahora habito me siento cada vez más atrapada, perdiendo la noción del tiempo y de mi capacidad para reaccionar a mi exterior. Parece como si él no se adaptara a mi interior, a lo que siento en verdad.
Los años han ido pasando, y el tiempo parece no existir aquí donde vivo. Solo existe el presente marcado por la desaparición de los recuerdos albergados en el pasado. Solo es presente y todos los que nos encontramos en Rhalemize parecemos extraños los unos con los otros, debido a la falta de comunicación entre nosotros. Hay una tristeza que nos invade, pero no es exactamente tristeza, sino un resentimiento común en todos y una impotencia por no haber vivido tal como todos queríamos. Nuestras relaciones son intuitivas, emocionales.
En este lugar, donde todos siguen una rutina, exactamente igual al día anterior, y éste, al anterior y así sucesivamente, se crea una alteración cuando alguien propone algo nuevo en nuestra cotidianidad. Nos alteramos y miramos con recelo todo lo nuevo porque nos evoca a nuestro proceso de sumisión. Sí, todos los que en Rhalemize nos encontramos, procedemos de un pasado de fuertes influencias externas, dominantes, rígidas y de instantes de imposición en nuestra vida. Todas las almas que habitamos este lugar, venimos de un pasado, ahora desaparecido, y una falta de apoyo y consuelo en nuestros primeros años de vida. Ahora nos vemos abocadas a convivir en la más absoluta dependencia de quien nos rodea y ama.
Rhalemize no es un lugar de veraniego. Tampoco de fin de semana. Aquel quien llega para instalarse, ya no puede salir de allí, debido que el camino de llegada desaparece ante ti, quedándote sola en un espacio donde la pérdida de orientación te coge de la mano para llevarte a la actuación de una visión de la vida distorsionada y mecánica, donde no hay cabida para la espontaneidad. Aquí tú solo eres tú. Solo eres presente sin más motivación que el sencillamente ser y estar, sintiendo tu interior.
La vida deja de tener sentido una vez llegas a esta población. Es una opción en el camino donde muchos deciden pasar los últimos años de su vida en ella. Una vez llegas, hasta ahora no hay vuelta atrás, solo una sensación inconsciente de dependencia, yendo a más hasta que nuestro ser pasa de adulto a bebé nuevamente, donde ya no controlas nada y vas encerrándote cada vez más en tu interior, en Rhalemize. Hasta ahora, todos los que han llegado no han salido. Parece ser como si fuera un lugar de acogida para los marginados de la vida.
Cada uno llega con su pasado, pero la puesta en común entre los que aquí nos encontramos, vemos que hay unos puntos en común que nos ha llevado a alejarnos de la realidad que vivíamos antes de emigrar involuntariamente hacia la necesidad de una dependencia que va en aumento a medida que pasan los meses.
Rhalemize no sale en los mapas, porque se encuentra en el interior de aquellos que han decidido construir una vida alejada de uno mismo. Los de la bata blanca (médicos), tampoco saben exactamente el funcionamiento de esta población. Saben de su existencia, pero no la manera exacta de las leyes que la rigen y el sentido de ellas. Están perdidos, basándose en algunos de los síntomas que mostramos los que hemos llegado hasta aquí. Es imprevisto saber desde el raciocinio, quien dejará la realidad para viajar hasta Rhalemize.
Yo no me di cuenta que me iba alejando de mi entorno, mi familia, hasta que percibí que mi mente ya no era la que era. Mi memoria empezaba a difuminarse y no encontraba las palabras para expresar lo que sentía, aunque no siempre daba el paso para hacerlo. Alguna vez quise hacer ver a los que me rodeaban que yo también existía, pero no pude, porque no encontraba la manera de hacerlo. Me sentía insignificante. Por eso me enfadaba y me ponía nerviosa. Era conmigo misma, aunque el resentimiento que había en mí, hacía que dirigiera esta rabia de auto anulación contra quien yo creía que era el culpable, expresándola en forma de broma hacia la persona concreta y sintiendo un malestar en mí por no poder mostrarme tal como era.
Ahora ya casi no soy consciente de lo que sucede en mi vida. Siento que esta me va llevando a una rutina constante. A solo ser. Todos los que aquí nos encontramos sabemos del horario de todos, porque todos seguimos las mismas costumbres, hábitos y automatismos, día tras día. Nuestras palabras son tópicos, frases hechas, hasta que llega el día, que éstas también dejan de existir, entonces, solo nos dejamos llevar por quien nos rodea y está a nuestro cuidado.
Mi vida se va apagando, pero en el fondo no me desespero, porque empiezo a sentir la calma en mí, el sosiego de “no recordar” un pasado que me mantenía atada a la nulidad de mi persona. Ahora, mis pasos están siendo guiados, inconscientemente, por el dolor de lo que viví en mi vida. Siento la alegría en mi interior porque veo que soy amada por quienes me rodean. Lo siento con gran fuerza dentro de mí. Me siento muy lejos de lo que viven los demás, pero hay un sosiego en mí, al ya no tener preocupaciones. Mi vida, ahora, es presente y solo presente. No existe nada más. Mi cuerpo se va desmoronando, quejando y doliendo, viendo como mi movilidad va cada día a menos.
Mis anhelos ya no existen. No tengo ilusión por nada, ni motivaciones ni recuerdos exactos. Nada de nada. Solo mecanismos que me impulsan a hacer una y otra vez los mismos gestos, actos y expresar tópicos constantemente.
Me doy cuenta que vivir aquí me está llevando a los últimos días de mi vida, sin más que levantarme cada día y dejarme llevar como he ido haciendo a lo largo de mis años. Ahora ya no puedo hacer nada para romper este hechizo.
Yo ya no soy la misma. En algún lugar, me liberaré de este espacio donde me encuentro atrapada. Seguramente será la muerte quien venga a liberarme. Yo no me siento con fuerzas para deshacerme los nudos que me he ido haciendo yo misma con mi pasividad y mi rabia.
Me siento atrapada y mis pensamientos parecen que me han dado la espalda porque no los veo ni me vienen por mi mente. Ya no los encuentro como antes. Parece como si ésta estuviera vacía de todo contenido y me encontrara siendo llevada por un viento no querido hacia la descomposición de mi ser.
Aunque mi estado ya se encuentra bastante avanzado y no puedo valerme por mí misma, hay algo de mí que me dice que mi situación, viviendo en Rhalemize ayuda a aquellos que conviven conmigo. Mi situación ha hecho replantearse sus vidas, y ahora soy el punto de mira de sus decisiones. Sé que sus vidas también han cambiado, pero en lo más profundo de mí, siento como que un gran aprendizaje les estoy dando por el hecho de vivir aquí.
Ellos no se dan cuenta del sentido de mi presencia. Yo continúo amándolos, aunque noto como si mis pasos ya no fueran los míos. No sé hasta cuando sentirán mi amor hacia ellos. Reconozco que no lo muestro como quizás me gustaría, porque no encuentro motivación alguna ni el camino para romper con lo que viví.
Mi vida, diría que no fue perfecta, pero estoy contenta con los padres que tuve y mi marido. Mi obediencia y dedicación a ellos fueron creando el camino hacia Rhalemize. Ahora, ya estoy aquí. Ya hace tiempo que me encuentro en una vida que no es la mía, y que por momentos me gustaría cambiarla, pero ya no puedo. Ya casi no pienso en ello. No siento las fuerzas de otros tiempos, ni la voluntad que así sea.
Pausa larga.
En el fondo nunca me he amado, pero siempre he hecho lo que me han dicho que haga. Fui una niña obediente. Así me enseñaron y así me hicieron. Así lo hice hasta que un día llamaron a mi puerta y me dieron el pasaje para trasladarme a Rhalemize.
Ahora estoy aquí y no sé desde cuánto tiempo.

He escrito estas palabras, pero tengo que decir que no sé exactamente qué he puesto. No recuerdo nada de lo escrito. Sólo lo hago cuando siento lo que siento. Solo me queda el sentir, y eso, los que me rodean no lo saben. Ya no tengo pasado, ni futuro, porque ignoro si existen. Solo sé si el día hoy está soleado, porque me encanta el sol, o si estoy allí donde me siento bien en aquel instante. No recuerdo que sea nada más.
Me dejo llevar por algo inconsciente que me dirige, y que algunos llaman rutina.
Dejo que mi ser siga su proceso, porque aunque no sepa qué sentido tiene, algo dentro de mí me indica que aquellos que conmigo están, reciben un aprendizaje y mi amor cómo lo transmito.
(Pausa larga).
Me siento amada.

                                               
                                                RHALEMIZE

           
ALHEMIZER

ALZHEMIRE

ALZHEIMER