miércoles, 20 de julio de 2022

Almas elevadas

 

Había una vez, un alma mirando el cielo estrellado.

Cada día dedicaba unos momentos a contemplar el firmamento que se le permitía ver desde el lugar donde se encontraba. En su contemplación sentía dentro de sí la expansión e infinidad de todo su ser.

Esta alma percibía el hecho de encontrarse dentro de una materia, aunque no sentía el pertenecer a ella. Estando en este estado mirando lo que sus ojos podían percibir a nivel estelar, podía darse cuenta cómo el más allá se encontraba en ella y su presencia en esta existencia tenía un sentido, perteneciendo a una voluntad superior en cualquier humano viviendo en este planeta donde se encontraba.

Se sentía acompañada por otras almas no físicas, pertenecientes al Hogar Superior que estaba contemplando.

Este ser percibía como su interior se expandía hasta lo más infinito que uno pueda contemplar. Sentía todo un mundo estelar, el cual era su procedencia y donde se encontraba su verdadera familia innata y eterna.

Viendo la luminosidad que podía percibir la mayoría de los días al contemplar su universo, su interior empezaba a susurrarle para confirmar quien era ella en verdad y el camino que había elegido seguir, de una manera voluntaria al querer experimentar parte de su proceso en este planeta donde se encontraba.

Esta alma era un alma consciente donde su presencia elevaba allí donde se encontraba. Sentía la humildad de su esencia, así como la sencillez y firmeza, a la vez, de aquel quien en verdad era.

Pasaba el tiempo y ésta iba viendo cómo el sentido de su existencia iba manifestándose cada vez más. Esta alma seguía un proceso a realizar y una misión a materializar, que con el tiempo ésta fue manifestándose cada vez más, aunque a veces, este ser podía sentirse como viviendo un estancamiento en su proceso, aunque al final siempre conseguía salir de él y dar nuevos pasos en su proceso evolutivo. Todo él le llevó a los momentos actuales, donde su sabiduría, su serenidad, su sentir y su esencia innata le permitían percibir todo lo que sucedía en su entorno sin necesidad de estar presente en cada acto que pudiera llegar a realizarse. Podía sentir lo que sentía interiormente cada ser que se le acercaba o le rodeaba. Una gran claridad y nitidez apareció en su vida actual para poder seguir el camino adecuado por el cual accedió a encarnar en este mundo físico donde se encontraba.

Llegó el día que ella, esta alma, ya no era según lo establecido, sino aquella quien en verdad era. Su ser se elevó totalmente para poder ayudar a este mundo donde vivía. Seguía dentro de un cuerpo, un medio físico, pero su interior predominaba más allá de lo establecido en su entorno.

Cada día, al atardecer o por la noche, contemplaba el decorado de su universo, donde todo lo existente le abría la puerta de la paz, la serenidad y la de su esencia innata: el Amor.

Actualmente esta alma es un ser discreto en el planeta donde vive, donde no es reconocido a lo largo de su  proceso, siendo en los tiempos actuales de su existencia, cuando las puertas empiezan a abrirse para que pueda hacer llegar la Luz, el Amor y la Verdad existencial a todos aquellos que le rodean.

No es como los demás. Sólo aquellos que se le acercan con el corazón abierto pueden percibir su esencia y el bienestar con su presencia, más allá de sencillamente estar al lado de alguien. Llegó el momento en su vida actual, que todo aquel que se le acercaba para poder dar un paso más en su vida, ésta llegaba a cambiar completamente, sintiendo en su interior, lo que hasta entonces no había sentido. El alma, todo y así, seguía en un segundo término sin ser famosa, ni reconocida por su mundo. Sólo aquellos que la habían tenido presente para su evolución pudieron darse cuenta de lo que representaba ella para ellos, para cada uno de los presentes que con ella se encontraban.

Este ser con la Luz Celestial manifestada a través de él, seguía siempre su curso, sin alterarse, preocuparse o sin miedos, porque sabía quién era en verdad y lo que estaba siendo y sería su vida a partir de cada momento.

Los niños le aceptaban, viendo y sintiendo su alta vibración, haciendo que lo consideraran una buena persona para este mundo.

Cuando un ser empieza a darse cuenta de su verdadera existencia, su esencia empieza a activarse para poder llevar a término aquello que ha venido a hacer más allá de lo racional, de lo deseado o mental.

Los seres evolucionados viven cada presente, sin preocupaciones ni deseos, sencillamente son y actúan según la voz de su corazón, de su interior, de la Divinidad que en el fondo cada uno es.

Ellos no esperan, sencillamente viven según lo que sienten, porque su voz interior procede de lo más elevado, más allá del universo en el que se encuentran.

Esta alma sabía quién era, y el por qué de su venida a este mundo. Sabía y comprendía el sentido del por qué de todo lo que sucede, teniendo presente que cada situación tiene su sentido superior. Todo procede de una Voluntad Superior, de la cual todos proceden a la vez.

Nuestra alma era consciente de la Verdad de esta vida en la cual se encontraba. Actualmente todavía contempla el universo estrellado para poder sentir, percibir e irradiar aquel quien en verdad es.

Cuando se encuentra sola, que son momentos que ella busca, siente la plenitud de todo su ser y la presencia absoluta de su verdadera Esencia: el Amor.

Este mundo necesita almas como ésta, y puedo decir que, aunque en estos momentos hay pocas como la nombrada, sí que cada vez hay más almas dispuestas a sentir su expansión y aquella quien en verdad es. Llegará el momento donde el planeta donde esta alma se encuentra, que se habrá conseguido elevar muchas más, debido a esas pocas que, al nivel que se encuentran, conseguirán elevar a cada ser y a todo este planeta más allá de la tercera, cuarta o quinta dimensión.

El proceso continúa, y estas almas de alta vibración se encuentran a lo largo de los continentes existentes en este mundo, aunque no todos sean conscientes de ellas. Hay unas que han llegado a elevarse a tal nivel que son la Divinidad Superior manifestada, transmutando las energías del mundo que se encuentran y de todo lugar donde puedan llegar a estar. Son seres discretos, con una gran humildad y sencillez, aunque sus palabras llenas de sabiduría y humildad también puedan manifestar, cuando así se requiera, la firmeza del camino a seguir.

Más allá del cuerpo existente se encuentra vuestra alma dispuesta a ser manifestada según vuestra verdadera esencia y más allá de cualquier energía limitadora que todavía se mantiene en este mundo donde vivís.

Todos podéis encontrar a estas almas distribuidas a lo largo de vuestro mundo, si así lo anheláis. Ellas os ayudarán a dar los pasos necesarios para llegar a quien cada uno en verdad es.

Escuchad desde el corazón y sentid el bienestar en vosotros, entonces, es cuando el universo os irá llevando hacia estas almas que son la fuente de vida en este planeta Tierra. Son un espejo de la Vida Divina para todo aquel que las encuentra.

 

Que el Amor y la Paz sean en cada uno de vosotros.

 

miércoles, 13 de julio de 2022

martes, 5 de julio de 2022

La Magia de lo invisible

 A continuación os anuncio la colaboración que tendré mañana jueves a las 21h (hora española), en Espiritualidad Tomando Tierra, dirigido y presentado por Juan Latorre y Antonio Salazar. El título del encuentro de mañana es: LA MAGIA DE LO INVISIBLE. Que tengáis un feliz día.