miércoles, 28 de enero de 2015

Meciendo mi alma

Siento una melodía angelical de fondo, resonando en mis células y elevando mi espíritu. Inspiro. Expiro. El flujo de la respiración expande mi interior y permite ir liberando la gravidez de mi cuerpo. Inspiro. Expiro, dejándome llevar por el flujo del aire en contacto con mi exterior y volver a la naturaleza de mi entorno.
Placidez en su estado más álgido haciéndote sentir tu naturaleza divina al permitir que solo tu esencia tenga cabida en estos instantes de plena conexión con tu verdadero ser.
La música eleva mi alma, melodía angelical que ensalza mi ser, dándome claridad y nitidez para sentir aquel quien yo soy. Todo expansión. Todo amor en mí, en pleno universo expansivo y con una majestuosa esencia amorosa abrazando toda alma habitada en él.
Siento la Unicidad de los seres conscientes con el corazón abierto y la consciencia despierta. Todos estamos en medio de la Nada Universal, porque nosotros somos parte de esta Nada, este Vacío impregnado con la más alta vibración amorosa de la Fuente de la cual todos procedemos. Somos este universo acogiendo a todas las almas y el Gran Plan Divino en el cual estamos inmersos.
Ingravidez y una sensación de hermandad, estar protegido, amado y acompañado en todo momento por otros seres, hermanos de la Luz, al igual que tú, creando la plena armonía en este vacio universal y tan lleno a la vez. Todos tienen su espacio y seres que los acompañan. Todos pertenecen a una misma Familia. Todos somos la Familia que sirve al Amor a instaurarse en todos los rincones del universo, incluyendo nuestros corazones. Somos Amor, y es la activación de la consciencia que permite llegar a darnos cuenta que nuestra esencia no es materia, sino energía amorosa, como parte de la energía universal, creadora de toda vida, orden, armonía, claridad y sanación.
Habitantes más allá de nuestro planeta van acercándose a contemplar la luz que irradiamos debido a nuestro libre albedrío. Ellos están interesados en nuestra capacidad de discernir y decidir. Sienten atracción por nuestro libre albedrío, y algunos por nuestra capacidad de sentir como lo hacemos. Nuestros sentimientos atraen a seres de otras dimensiones, o con cuerpo propio, al ver nuestra capacidad de poder sentir y experimentar desde nuestro interior. Poseedores del libre albedrío, hemos sido capaces de activar nuestro ADN y, no tan solo despertar, sino elevar nuestra consciencia hasta un punto elevado de toda evolución espiritual.
Seguimos un camino de Ascensión que ha hecho que otros sistemas de vida se sientan atraídos hacia nosotros para ver nuestras capacidades y cómo vamos evolucionando cada vez más hacia el sentido amoroso de toda existencia.
Abrazados por una energía de plena calidez, y ternura a la vez, nuestra alma siente el confort del Hogar, del verdadero Hogar del cual procedemos. Todo lo vivido es un escenario, pero luego, todo protagonista vuelve a su verdadero Hogar.
Siento mi ingravidez rodeado de familiaridad y con la sensación de no estar solo, aunque no podamos percibir, por momentos, a los hermanos de la Luz.
No hay palabras cuando estamos en el Hogar. No existen los sonidos orales. Todo es corazón. Es a través del Sentir que nos comunicamos y sabemos los unos de los otros. Así es nuestra comunicación, una relación basada en el corazón. Estamos. Somos. Solo estamos y somos. Irradiamos nuestra Luz y nuestras energías, contenidas de toda nuestra información existencial. Energía llena de información, de consciencia. Somos Divinidad manifestada cuando elevamos nuestra alma y liberamos todo lo relativo a lo dual, a lo terrenal. Entonces, aparece el Dios que eres. Eres el universo, parte de él y Uno con todos los seres que lo habitan. La Luz se une. El Amor se atrae, creando una sola presencia irradiando la plenitud de esta energía hacia todas las direcciones posibles de nuestro amado firmamento.
La melodía continúa y siento la ausencia de todo aspecto humano en mí. Siento la pureza, el acercamiento y Unicidad con todo y todos. Siento un Amor más allá de lo conocido en este planeta donde mi alma ha decidido ejercer de participando de un Plan Superior para el mayor bien de todo el Universo. Como parte de este proceso, me libero a las manos de la Fuente de la cual procedo. Cuando tu ser, consciente y a voluntad es mecido por la presencia superior en ti, entonces, ya no hay caminos a seguir, pasos a programar, reflexiones a hacer, porque todo lo necesario para tu ser es intuido al instante en tu interior, viendo la luz y la certeza que así es y debe de ser. No hay duda, ninguna duda al respecto, ni menos, resistencias, porque tu entrega es absoluta al flujo de la creación existencial a lo largo de todo el firmamento. Más de un universo. Otros sistemas de vida. Diferentes dimensiones en un mismo plano. Todo se complementa para que cada ser pueda llegar  a su máxima plenitud, que no es otra que sentir y convertirse en parte de la esencia existencial que permite que lo humano se convierta en divino, la oscuridad en luz, la inquietud en calma y serenidad, y los bloqueos causados por la desconexión, en fluidez serena al servicio de todos.
Diferentes causas  en diferentes niveles de vida. Un sentido diferente para cada una de ellas. Cada alma elige su lugar según su estado vibracional. Algunas muy alejadas de las otras, pero sirviendo y colaborando para que todas, absolutamente todas puedan dar nuevos pasos hacia su plena realización y ascensión.
Son estos momentos donde mi esencia se expande y siente la gratitud de haber llegado hasta aquí y la levedad del camino a partir de ahora. El camino se eleva y mi ser siente la emoción de cada tramo hacia la Ascensión.
Escucho el agua de Fuente emanar de mi interior. Relaja mi espíritu y mi alma reposa en los brazos de mi divinidad.
La nana de la Madre Celestial acuna y serena cada ser que ha elevado los brazos al cielo y expresado:
-         Aquí estoy. ¡Que se haga tu Voluntad en mí!



Que el Amor y la Paz sean en cada uno de vosotros. 

jueves, 22 de enero de 2015

Sobre David, sus palabras y presencia


Cada vez que estoy con David veo su proceso y los cambios que se están produciendo en él, manifestando cada vez más, su consciencia crística y su divinidad expresándose a través de él de una manera libre, pausada y de la mejor manera para el mayor bien de todos los presentes en aquel momento.
Veo su luminosidad, la pureza del amor que irradia. ¡Me encuentro tan bien a su lado! Desde mi corazón, doy las gracias al universo por haber podido conocer a un ser tan entregado al Dios que es. Él es consciente de su divinidad, aunque prefiere sentirla y no hablar de ella.
David sabe de cada uno, de su esencia, y, como en alguna que otra vez le he oído comentar: “no hay diferencia entre tú y yo”.
Puedo decir que conocerlo me ha cambiado, incluso, mi vida. También tengo que decir que todo aquel que se le ha acercado y ha andado a su lado un trecho del camino, sus vidas también han cambiado.
Algunos podéis preguntarme el hecho de qué hace David para producir estos cambios en la vida de los demás. La respuesta es muy sencilla: “Ser él mismo”. Cuando dejamos que el Amor que somos nos manifieste, nuestra Luz se expande y abraza a todos aquellos que lo necesitan. David no le gusta hablar por hablar, solo lo hace cuando está sirviendo a la Divinidad. No quiere convencer a nadie sobre lo que piensa y la veracidad de sus creencias. David solo está y es con la fuerza de su presencia que transmuta toda densidad presente, alejando toda oscuridad que pueda haber. Los que habitan la oscuridad saben de él y, en algunos de sus encuentros vieron que no podían con él, teniéndole actualmente, mucho respeto y procurando evitarlo cuando entran en acción con los humanos no despiertos o desconcertados.
En los últimos tiempos, su presencia ya no es su presencia. Más cercano que nunca, compasivo, comprensivo y aceptando toda realidad, encontrando el sentido de su existencia y los pasos a dar para transformar la desconexión en conexión, la inquietud en serenidad y la impotencia en seguridad.
David puede parecer, a simple vista, uno más, como tú o yo, pero aquel quien es le delata.
Cuando habla, la gente siente su paz interior a través de sus palabras.
Cuando está cerca de ti, puede sentirse la paz y el sosiego en su estado más puro.
Hay quien ya empieza, también, a darse cuenta que cuando habla, no es él quien habla. No es el humano quien transmite, sino la Divinidad que hay dentro de él.
Conozco a David desde hace unos años, y veo su proceso, sí, también él sigue su proceso como alma encarnada. Su entrega es absoluta al servicio de la Voluntad Superior en la cual todos estamos inmersos.
Una vez le pregunté a David:
-         Cuando hablas, ¿sientes al Padre en ti?
-         Es mi presencia la que veis, pero la mayoría de las veces no soy yo, sino aquel que habita en mí y mi vida le pertenece. Escuchan mis palabras, pero no soy yo quien las transmite. No surgen de mi voluntad sino de aquel quien me creó. Él está en mí y somos Uno en mí. Aquello que digo soy yo quien transmite pero no quien crea las palabras dichas.
-        
-         Siento una fuerte conexión con mi verdadera esencia - continua diciéndome -, como si las palabras fluyesen de mi interior hacia mi boca para ser expresadas. Como si no fuera yo quien las dijera. Soy yo quien las dice, pero no quien las crea para ser transmitidas. (Pausa). Son momentos de plena conexión con Dios en mí. En estos momentos siento una fluidez oral, pero con una sencillez a la vez, para que cada palabra sea comprendida y pueda llegar al corazón para que aquellos que estén dispuestos a aceptarlas, puedan entenderlas.
-        
-         (Después de una pausa): Cuando me encuentro ante alguien, solo sé lo que siento con esta alma ante mí. No sé como irá el encuentro, pero suceda lo que suceda, será lo mejor para ella. Cuando la persona está preparada, entonces siente “algo especial y una gran sensación de bienestar”. No soy yo quien produce estos momentos de paz y sosiego, estos instantes de bienestar. Aquel quien yo soy en mí, actúa en el otro ser. Dios sabe qué hacer y qué decir para volver al camino, según cada uno. Yo soy el vehículo, el canal por el cual la Divinidad puede manifestarse a través de mí. Pero, por favor, no soy nadie especial por expresar estas palabras. Todos, cada uno de vosotros también sois divinidad. Sois Luz y Amor.
-         Sé lo que dices, David, y espero que los que puedan leer estas palabras también, todo y así, ¿qué les dirías a todos aquellos que no sienten lo que tú sientes?
-         La fruta necesita madurar para estar en su punto más dulce o carnoso. La fruta tiene las semillas de donde procede, y en algún momento estas semillas que se albergan en su interior surgirán para ser regadas y empezar a brotar la esencia que son. Darán sus frutos, y cada uno de ellos será la esencia de su máximo resplandor. (Pausa). Necesitan su tiempo y las condiciones adecuadas para poder crecer. Llegará el tiempo que se darán cuenta que ha llegado su hora, y ésta, son los tiempos actuales.
-        
-         Todo aquel que todavía no sienta el cambio interior de una manera consciente, nada debe de temer ni de preocuparse, porque él también tiene su hora. Abriendo el corazón y sintiendo el amor en uno mismo, la consciencia y el conocimiento de quien es empezará a florecer. Ya no hay espacio ni tiempo para los negados al cambio. Pronto verán la necesidad de él en ellos y se entregarán al proceso por el cual nacieron.
-         Me gustaría preguntarte un poco más sobre cuando tienes que estar ante un grupo o transmitir algo sobre un tema cualquiera por el cual hayas creado o ido a este grupo. Lo que dices, y si te he entendido bien, no siempre eres tú quien habla o hace. Si no he entendido mal, es la Divinidad en ti quien habla. Es decir, Dios, o alguien puede llamarlo Alá, Inteligencia Superior, Yo Superior, Amor,…. ¿Es esto lo que has dicho?
-         Cada uno de vosotros sois Dios. Todos lo somos. ¿Pero realmente el ser es consciente de ser Divinidad, de ser Dios? El fruto lleva la simiente de su creación en él. Deja que el proceso de maduración continúe. No se cuestiona, ni se pregunta. No tiene prisa por madurar ni se niega a seguir el curso como fruta que es. Sencillamente ES. Cuando sencillamente es, deja que todo sea, y por lo tanto, su maduración llega. Es recogida del árbol o arbusto y sirve de alimento. Así el ser debería de actuar. Dejarse ir por el proceso y sentir su conexión con la voz de su corazón. Éste le indicará el camino de la paciencia y la realización, el sendero del deleite y la alegría, el agradecimiento y la humildad.
-        
-         Cuando dejamos que la divinidad en nosotros nos guíe y se manifieste a través nuestro, toda nuestra presencia será la adecuada según cada momento. Nuestras palabras serán las justas y apropiadas, nuestros pensamientos, los más elevados, y nuestros actos y expresiones, darán familiaridad y coraje según el momento, para abrirnos o seguir el impulso de una transformación en nuestra vida. (Pausa). No hay nada que pueda llenar más a un ser en evolución que sentir a Dios manifestándose a través de uno mismo. Llega el día que él y tu sois Uno. No hay diferencia entre tú y él. Eres tú, pero es, a la vez, él.
-         Te estoy escuchando y puedo sentir lo que dices. Es como sentir la plenitud amorosa en ti, con todo lo que esto conlleva.
-        
-         Tengo la sensación que pronto el mundo va a saber de ti. Ahora somos unos cuantos, pero siento como si un gran resplandor se abriera debido a tu presencia a nivel planetario – le digo mirándole a los ojos y viendo su profundidad y seguridad que desprenden su expresión y su mirada.

En medio del silencio me hace una especie de sonrisa y un gesto con los hombros, como de complicidad y veracidad de lo sentido por mí. Percibo que él sabe que pronto tendrá que dar nuevos pasos, para seguir su servicio al Padre y al Universo.
-         ¿Quieres comentar algo más?
-         Si algún día alguien me reconoce y recuerda este encuentro, que no me pregunte por si soy yo o no soy yo cuando hablo; sencillamente, escuche las palabras emitidas,  discierna en su corazón si tenerlas presente o no. Lo importante es el mensaje, no el continente. Todos somos fruta, aunque de diversas formas o volumen, pero todos somos semillas procedentes de la misma naturaleza: Luz y Amor.
-         Gracias David por este nuevo encuentro. Para mí es todo un placer poder estar contigo y charlar un rato sintiendo tu presencia. Hasta la próxima.
-         Lo mismo en mí de ti – acaba diciendo con una sonrisa.  





                                      




martes, 20 de enero de 2015

Encuentros y actividades para febrero


Una vez estamos dando el primer paso en este nuevo año, nuevos pasos se avecinan siguiendo el camino para nuestra alma.
A continuación os presento “nuevas oportunidades en el camino” para todo aquel que pueda necesitarlo o le resuene en su interior:

·         Todos los miércoles a las 20h, MEDITARIA en Les Franqueses. Para asistir a estos encuentros, o pedir más información, deberéis de llamar a Asunción 625540399.
·         Sábado, día 7 por la tarde, taller CONECTANDO CON NUESTRO SER, de 16’30h a 20’30h. Este encuentro comprende dos talleres:           
o   El Niño Interior
o   El Matrimonio Sagrado. La unión de lo masculino con lo femenino en el ser.
·         Sábado 14, MEDITARIA de 18h a 20h.

Las dos actividades en sábado se realizarán en Cardedeu. Todas estarán realizadas por Jordi Morella.
Para más información o confirmación de asistencia, enviar un mail a emaeljordimm@gmail.com

Si estáis interesados que estas actividades, u otras que van programándose, se realicen en vuestro centro o asociación, podéis escribir al mail anterior.


A todos, un abrazo.


miércoles, 14 de enero de 2015

Sin principio ni fin

No hay principio ni fin a lo largo de nuestra existencia.
No hay instantes de un ahora inicial y un final. El proceso es Uno con la evolución individual, unida al proceso de ascensión de todo el firmamento.
No ha habido ni hay un primer momento en nosotros, dirigiéndonos a un último.
Hay etapas en nuestro proceso, como el impulso que sigue el flujo de un vórtice hacia las alturas. Así nuestra alma, en esta vivencia encarnada, procede a una Voluntad Superior que la lleva a una toma de consciencia para dejar lo humano y manifestar lo divino de cada ser que habita.
Etapas dentro de una vorágine de vivencias y sentimientos que permiten elevar a cada alma en la materia.
No hay un principio ni un fin, sino la voluntad individual para engrandecer nuestra esencia celestial.
No hay un principio y un final, donde el pasado deja de ser en nosotros y lo nuevo se aloja en cada partícula de nuestra materia.
El final es el principio y el principio el final. Todo se une y se complementa. No hay un antes y un después, sino la consecuencia de nuestro libre albedrío en nuestro presente, porque solo el presente existe en nuestro proceso.
Nuestro sentido existencial tiene que ver con el paso de la mente al corazón. Un transcurso espiritual donde lo racional y mental va dejando paso a lo intuitivo y emocional. No nos despojamos definitivamente de uno para dar paso al otro, porque los dos son parte de la misma Voluntad en cada ser encarnado. Es el valor y la prioridad lo que hace que nuestra evolución proceda según la Intencionalidad Divina.
Los círculos de la ascensión, como en un vórtice, se elevan y elevan para permitir que la consciencia innata en cada ser puede relevar la mente para dar prioridad a nuestro corazón.
El impulso de nuestra esencia nos empuja a una entrega absoluta, incondicional, de nuestros pasos a la Voluntad Mayor de la cual todos procedemos. Uno con el Universo. Uno con el firmamento entero, donde el Amor ensalza el camino a seguir para todos los seres que lo habitamos. Diferentes seres, especies de vida y dimensiones varias coordinamos nuestras presencias para ensalzar la Gloria del ser que cada uno es. Divinidad individual da la mano de la Divinidad Superior que rige todo espacio que nuestros ojos pueden divisar alzando la vista. Energía de alta vibración en cada uno, activa cada una de las diferentes capas de nuestro ADN como seres en la forma. Esta activación nos permite elevar nuestro ser, nuestra alma más allá de toda densidad que pueda haber, no tan solo en nosotros, sino en todo nuestro planeta.
Transmutación de lo mental en intuitivo, del anclaje de la mente como guía en nuestra existencia actual a la dirección emanada de nuestro corazón. El proceso seguido por los habitantes de este planeta nos lleva del control a la entrega total de la fluidez en esta vida; del miedo a la plena confianza; de las dudas a la Fe en quien somos.
No hay un principio y un final. Todo paso dado nos lleva a un sentir más consciente de nuestro ser y a una consciencia de la realidad existencial. Ver la Luz de nuestro camino y del sentido que cada uno tiene en este sendero encarnado, nos lleva a darnos cuenta que cada paso dado va dado de la mano, donde no podemos diferenciar el principio del final.
Períodos más conscientes que otros son aprovechados por nuestro ser para subir nuevos peldaños en todo el proceso de Ascensión Universal. Nos encontramos dando un nuevo paso, pero no para finalizar o empezar algo nuevo, como tal. Todo es evolutivo. Todo es elevación. Nada acaba porque es la consecuencia de lo realizado. Nada empieza, porque es una consecuencia de nuestro presente actual.
Solo presente, sin nociones temporales de espacio/tiempo, por lo tanto, nada fue ni será. No es principio ni fin nuestro ahora de Ascensión. Consciencia más clara, más vibración en nuestra energía. Somos por lo vivido y decidido. Somos según hemos decidido y actuado al respecto. Somos. Somos. Somos. Presente eterno guiado por nuestro corazón, nuestra esencia espiritual, guiados por la presencia de nuestra alma según nuestra vibración en cada momento.
Seguimos un proceso no terrenal, aunque nuestros sentidos puedan percibir la materia en nosotros y nuestro entorno.
Todo transcurre por los cauces de nuestra verdadera naturaleza. Identificarnos con la forma, nos lleva a distorsionar la realidad de nuestra presencia y nuestro ser. Hay un solo sentido para nuestra estancia en este apartado planeta en medio de un universo: llegar a la manifestación de la divinidad desde la más absoluta dualidad, con la llave maestra en cada uno: el libre albedrío.
No hay principio ni fin. Existen etapas, pero son partes intermedias de nuestra existencia. Estamos dejando una de estas etapas para dar paso a una de mayor Luz y creación de Armonía. No es el inicio ni el final de nada, solo una secuencia dentro de todo proceso celestial.
Inmortalidad. Eternidad en cada ser. Peldaños subidos a base de una consciencia cada vez más despierta debido a la predisposición y actitud de responsabilidad de cada uno en este Plan Universal donde todos aportamos nuestra presencia con nuestras características únicas para materializar aquello por lo cual accedimos a nacer por primera vez.
Nos encontramos en un círculo ascendente donde ya no hay marcha atrás debido a la predisposición, cada vez, de más seres despiertos. Todos elevamos nuestra tierra y nuestros hermanos de la humanidad.
Nuestro camino se ha obtenido por diferentes “finales parciales”, para dar lugar a “nuevos inicios” incluidos en un proceso de constante Ascensión. Nada está quieto. Todo se mueve, acelerándose cada vez más porque la manifestación de la Gloria Celestial sea mostrada con todo su resplandor. Ensalzamos a la Divinidad que somos, y cada vez más.
No es el inicio de nada porque nuestra alma siempre ha acompañado a esta energía creadora amorosa, de la cual procede nuestra esencia, pero no porque un día no existiésemos, sino porque somos parte de ella, como una fruta a su árbol respectivo. Somos fruto, y como fruto somos parte de un proceso, donde nuestra presencia “madura”, y en su momento, se independiza sirviendo a una tierra para su adobo. Ahora, muchos de vosotros estáis adobando este planeta con vuestra entrega a la consciencia. El Amor nos guía, siendo conscientes que nos encontramos en una etapa importante de nuestro proceso como Tierra y Humanidad.
Cuando esta causa finalice, continuaremos con nuestro servicio en otras lindes, donde no será el principio ni el final, sino una continuación. Todo se mueve y continúa. Todo sigue sin detenerse. 
Vivimos en el presente, y es en cada instante de nuestro presente que, con nuestras energías, podemos abrir nuevas puertas. Las cruzaremos y sentiremos el gozo de haberlo hecho, pero no será el principio de nada, solo la continuación de lo acordado, estando en el Hogar.
La humanidad se deleita con las metáforas y las etiquetas. Para ella será el fin de una era y el principio de otra. ¿Satisfechos? ¿Ahora se entiende mejor? Bueno, pues que así sea, pero todo es continuación. Todo momento puede ser principio y final, porque principio y final son partes de un proceso que dan paso a otro proceso. Lo importante es ir avanzando, sintiendo el gozo y la gloria de tu ser, escuchando la voz de tu corazón para saber del siguiente paso a dar y el cómo realizarlo.
Cuando sientes, dejas toda temporalidad, porque sencillamente estás, y sientes como perteneces a un Todo Universal y más allá. No te cuestionas, solo vas haciendo y escuchando tu parte intuitiva. Continúas y continúas llegando cada vez a más almas en busca de su naturaleza espiritual, su Verdad.
Estamos siendo llevados por el flujo de la Gran Ascensión Cósmica, donde no hay cabidas para el pasado ni el futuro. Todo está en movimiento y todo pertenece a un ilimitado proceso de elevación consciente de nuestra alma al servicio de un Gran Plan Superior donde cada uno de nosotros somos pieza básica.
Tú eres fruto del Universo para alimentar a los seres que te rodean. Así cada uno de nosotros. Juntos elevamos la temporalidad para dar paso, exclusivamente, al PRESENTE y al AMOR manifestado.

Somos parte de un proceso lleno de AMOR, ARMONÍA y ORDEN.
Todo va bien.
No hay principio ni final, porque tú eres eterno.


Que el Amor y la Paz sean en cada uno de vosotros. 

miércoles, 7 de enero de 2015

Susurrador de almas

No hay mayor sosiego que sentir el susurro del Hogar en ti.
Un cálido manto energético parece envolverte, así como una claridad de lo recibido.
Cuando vives estos instantes llenos de ternura y calidez, todo tu ser se emociona y reacciona según su necesidad. Confirmar la veracidad de lo que tu interior te va mostrando a lo largo del camino hace que tu espíritu se eleve y haga emerger toda la fuerza habida en ti para continuar tu avance en la escalera de caracol que toda Ascensión representa. Te elevas y sientes, quizás viendo, a tus acompañantes de la Luz, siendo ni más ni menos, que toda tu verdadera FAMILIA celestial. Tú eres uno de ellos. Perteneces a este amor compartido por cada uno de sus miembros.
Cuando tu alma siente la brisa del susurro procedente de lo más puro que tu interior puede albergar, o de las más altas esferas de la Luz, entonces, toda densidad desaparece en ti, dando paso a la expansión de tu ser y a una bienvenida que un ser encarnado puede llegar a sentir dentro de sí.
Cuando dedicas tu vida a permitir que el Cielo sea en la Tierra y que la Gran Voluntad Divina sea realizada aquí en nuestro planeta, entonces, te das cuenta de la importancia de estos susurros porque traen la paz, el sosiego, la fuerza, la conexión con tu verdadera esencia amorosa y la infinita sabiduría.
¡No hay nada como acariciar el alma de un ser en proceso de ascensión! Es todo un placer escuchar este susurro y recibir el soplo divino para abrir el camino y el corazón de toda alma abierta al despertar y a la unión con ella misma.
El camino sigue y las alturas que muchos de vosotros ya os encontráis, hace que la brisa de esta plenitud anunciada, os invite a seguir el sendero hacia uno mismo. ¡Qué gratitud poder sentir esto! ¡Si existieran palabras para poder definir de una manera exacta lo sentido!, pero lo vivido interiormente, supera toda expresión posible manifestada. Una vez ya intenté encontrar una palabra que pudiera expresar esta plenitud de tu ser conectado contigo mismo: AMOR PURO E INCONDICIONAL.
Cuando tu corazón reposa en paz, susurras a tu alma para darle el coraje y la fortaleza necesaria para continuar su camino.
Cuando sientes el amor en ti, un tierno susurro lleno de protección, guía y familiaridad de una Unicidad más allá de lo terrenal te abraza, haciendo que te abandones a los brazos del universo lleno de armonía, sosiego y Amor. Nada temes, porque lo que sientes te muestra la verdadera naturaleza de tu ser y de donde procedes.
Solo existe el Amor, y es este Amor que hace que el ser humano pueda liberarse de su raciocinio y transmutar su densidad en ingravidez y sentir lo etéreo en él.
Cuando las palabras emanan del corazón, son susurros para el alma.
Cuando tu presencia irradia la Luz y el Amor que eres, eres maná y un suspiro de nuevas esperanzas para los demás.
Tu presencia pura e íntegra da de la mano al resto de la humanidad y une cada una de las almas para irnos acercando y encontrándonos unas con las otras, permitiendo que nuestra unión, despierte los corazones y libere las almas atrapadas en la confusión, las dudas y las tinieblas.
Cuando sientes el susurro celestial a través de un ser de luz o de tu interior, no digas nada. No hagas nada. Estate quieto por unos momentos y siente. Siente estos instantes llenos de iluminación y sabiduría.
Mi camino va cruzándose, cada vez más, con almas necesitadas de un soplo divino para encauzar su camino con el sentido de su existencia en esta vida. No intento nada, solo siento mi corazón indicándome qué hacer ante este ser o seres y dejar fluir las palabras de mi divinidad para calmar los designios mentales de estas almas que quieren recordar quiénes son y de donde proceden.
Para mí es un placer poder susurrar en sus oídos el camino de la Luz y las presencias de todos aquellos que me acompañan del Hogar.
¿Sabes? Tú también puedes ser un susurrador de almas, confortándolas y animándolas a seguir su curso. Dejar de identificarnos con nuestro pasado nos ayuda a escuchar nuestro presente, y éste, nada tiene que ver con la distorsión que se ha podido hacer mientras nos encontrábamos en el terreno de la mente y el ego.
Todo es sencillo. Todo es mucho más fácil de lo que podéis llegar a pensar. La sencillez es la manifestación de lo intuitivo. Lo mental frena el fluir de tu vida presente convirtiéndola en un hábitat de competitividad y lucha. ¡Nada de eso es!
¿Te atreves a sentir aquel quien eres sin identificarte con lo vivido o escuchado? Sencillamente siente, y deja que lo no real se aleje para dar sentido a tu vida y entender tu verdadera esencia.
Escucha a tu corazón, y podrás sentir el susurro procedente más allá de tu materia.
Amada alma, te amamos y estamos contigo en todo momento. Mi ser también te acompaña y quiero decirte que el amor que hay en ti elevará tu consciencia hasta la Luz de la Sabiduría, percibiendo la Realidad de tu existencia. Tienes un sentido, y éste, tiene que ver con el Amor. ¿Acaso no sientes el susurro de los cambios que estás viviendo y se avecinan? ¡Oh, sí, amada alma! Serán gloriosos e inmensos, donde tu amado mundo actual dejará de ser como hasta ahora es.
Eres parte del Hogar, aunque te encuentres en la forma. Tu verdadera esencia está esperando ser reconocida por ti, y sobre todo, ¡SENTIDA por ti!
Tú eres un regalo del universo para todos nosotros.  Hace tiempo que estábamos esperando tu despertar y manifestación al mundo. Eres esperanza para muchos y consuelo para otros. Solo tú puedes transmitir lo que sientes de la manera que tú eres. Por eso eres tan importante para todos nosotros.
Cierra los ojos. Abre tu corazón y sosiega tu alma. Luego, siente tu esencia llena de paz en tu interior, y a continuación sentirás el susurro de la plenitud en ti.

Todo es muy fácil y sencillo cuando dejamos que nuestro corazón nos guíe y nuestra esencia se manifieste tal como es. Entonces, la Divinidad que somos, se mostrará de una manera majestuosa y con toda su plenitud en ti, y cuando así sea, tú, no serás tú, porque aquel a quien veremos, será el Amor en la Tierra.
El susurrador de almas siente, percibe e irradia la fuerza del Amor de aquel quien en verdad es. La presencia de su Divinidad armoniza y alienta a todo aquel que se le acerca.

Desde mi corazón, que el Amor y la Paz sean en cada uno de vosotros. 








                                                                                                                        

jueves, 1 de enero de 2015

La nueva etapa de la responsabilidad interior

Me parece que ha llegado el momento de no escribir más sobre lo qué hacer o dar información de la dirección a seguir, porque es cada uno quien ha de redescubrir su camino y el cómo hacerlo. Es cada uno quien ha de vivir en su presente lo que las circunstancias le hacen sentir. Es a través de este sentir que se podrá llegar al conocimiento y aprendizaje, dando pie a la sabiduría pero necesitamos el sentir para darnos cuenta de aquello que hay en nosotros, que hemos de tener presente de otra manera a partir de ahora en nuestra vida,….y esto, solo uno lo puede hacer por sí mismo.
Hablar o transmitir el camino que seguimos, no siempre permite que otro se responsabilice de sus pasos a dar. Es desde nuestro interior que se podrá llegar a saber quién es cada uno y qué hacer.
Tengo una especie de sensación que no es cuestión de hablar del camino que se está siguiendo, sino de saber del camino que estamos haciendo. No es cuestión de hablar hacia donde se dirige, la inercia que lleva, sino de lo qué está haciendo cada uno en su presente. Esto será lo que le dará el entendimiento hacia donde se dirige. Será la consciencia del presente, no el saber de él mismo en un ahora posterior. Estar pendiente de lo que será, nos hace estar pendiente de algo externo que no siempre se corresponde con lo que vivimos, ahora y aquí.
Estar más pendiente de la información del universo, sus vidas y lo que está sucediendo en él en estos momentos, es querer conocerse uno mismo sin tener presente aquel quien tú eres. Tú eres una realidad. Es cierto que en algún momento puede llegarte a dar un empujón para continuar el camino hacia ti mismo, pero no hará que tu potencial interior se manifieste porque tu visión estará centrada fuera de ti. Será cuando pongamos toda nuestra atención en nosotros mismos que podrá conocerse uno mismo, despertar la divinidad que se es y manifestarla.
Sabemos que el planeta y la humanidad que la habita se dirige hacia una armonización a todos los niveles, donde la densidad dé lugar a una elevación energética tal que todos los que convivan en este mundo, puedan hacerlo en paz, amor y respeto. El Amor está haciéndose un lugar en nosotros.
Las energías actuales permiten abrir las puertas de la responsabilidad de cada uno en su vida. Esta, consiste en conocer quien habita el interior de cada uno. ¿Os suena la expresión “quién soy yo”?, pues, la respuesta está en vuestro interior. La respuesta a la pregunta “¿de dónde vengo?” se encontrará en lo que sientes, y “¿hacia dónde voy?”, solo se necesita ser un observador de tu proceso que estás siguiendo. ¿Lo ves? Solo es cuestión de uno mismo el hecho de saber de uno y conectar con aquel quienes somos.
Saber de lo qué sucede más allá de nosotros nos puede llevar a una distracción de nuestro camino. Es cierto que a veces nos puede dar una mano, pero cuando obtenemos un referente donde cogernos para mantener una fortaleza en nosotros, no siempre, este punto de referencia nos libera, porque esperamos más y más de él, a veces, quedando atrapados en una dependencia para una liberación ilusoria de nuestra alma y nuestro ser de la dualidad. Es como a un niño pequeño darle un bastón o un apoyo para levantarse cada vez que tropiece y caiga, o hacerle ver y enseñarle que puede levantarse por sí solo. Cuando ya sepa, se dará cuenta que no se necesitan los soportes y apoyos físicos para elevarse, porque por él mismo lo puede conseguir. Empezando por encontrar el camino hacia uno mismo, por sí mismo, nos abrirá las puertas del entendimiento de lo que sucede fuera de nosotros. Aquello que vemos fuera, es la referencia de nuestro interior. ¿Qué tal si empezamos desde el principio a mostrar la dirección de la divinidad, y no la dualidad, teniendo presente solo la divinidad como una referencia para apoyarnos cuando alguien lo necesite?
Yo he seguido un proceso, donde me ha ayudado el hecho de hacer, en su momento, una serie de cursos y talleres sobre aspectos de nosotros, pero lo que ha hecho la liberación de aquel quien ahora soy, ha sido la aplicación y la interiorización de lo aprendido. Eran unos tiempos donde la energía no era la de ahora. Abrir el corazón, perder el miedo y adentrarme en mi interior para escuchar y seguir la voz de mi corazón, me ha llevado a darme cuenta que no necesitaba ningún curso, ni seminarios, ni ningún otro tipo de talleres para llegar a mí mismo.
Ha llegado la hora de ir a uno mismo, de no depender de nadie y de confiar y tener Fe en el camino que estamos siguiendo, siempre que, tengamos la sensación que estamos haciendo y estamos allí donde hemos de estar en estos momentos.
A lo largo del camino he conocido muchas personas que han priorizado las comunicaciones exteriores y las actividades donde se quería hacer ver que aquel camino era el adecuado para cada uno. Ya no se necesitan tantos indicativos en nuestro camino. En el fondo, solo se necesita uno, y es aquel donde muestra una flecha que indica tu interior. Todo un mundo interior lleno de amor, sensaciones, sentimientos, percepciones y otras puertas esperando ser abiertas para saber de ti.
Me he dado cuenta en la distancia, que gran parte de lo que se ha hecho, ahora ya no es vigente, siendo obsoleto o estar caducado. Aquellos pasos sirvieron en su tiempo, que te podían dar un empuje para subir nuevos peldaños, pero estos peldaños los habías de subir tú, no que te graduasen como en una jerarquía académica.
Aquello que hay dentro de ti, ¡solo tú lo puedes encontrar y disfrutar!
El mayor tesoro que puedas llegar a encontrar, está esperando en tu interior ser encontrado para que lo aceptes y lo disfrutes a lo largo de tu existencia a partir de ahora. Perder los miedos, te permitirá adentrarte y empezar a ver una especie de luz, cada vez más clara e intensa para darte cuenta que aquello que siempre has buscado en tu vida, ya lo tenías dentro de ti, esperando ser encontrado. ¡Qué gran descubrimiento el hecho de encontrarte a ti mismo! Cuando te reencuentras, dejas de hacer cursos, seminarios, talleres, leer libros,….pero escuchas en todo momento tu corazón, porque él te guiará hacia la Fuente adecuada para tu alma.
Encontrarás Fuentes en todo tu camino, solo se necesita que te des cuenta de ellas para beber del agua que más te convenga. Escucha a tu corazón, que él te guiará. Discernir por uno mismo es una de las características de este aprendizaje realizado desde tu propio autoconocimiento.
No estás sola, amada alma. No has estado nunca sola.
Continúo recibiendo mensajes y mails de algunos de vosotros donde queréis compartir conmigo el hecho de sentir entidades y recibir comunicaciones. Esto no se aprende. Es siendo vosotros que os unís con el Hogar del cual procedéis. Siempre habéis pertenecido  a él, y es en estos tiempos que la humanidad vuelve a Casa.
Yo puedo ser una Fuente, como tú otra para tu entorno, pero no debéis de beber de donde una gran parte bebe, porque quizás aquella no sea la que eliminará tu sed para siempre. Solo yendo a vuestro interior sabréis la Verdad. El discernimiento, la voz que os guía, el susurro que os indica el camino a seguir, todo, absolutamente todo lo que es importante y la Verdad para ti, surge de tu interior. Todos los tesoros deseados ya se encuentran en tu interior. Activando las pautas de tu ADN para llegar a ellos, te permitirá sentir aquel quien eres, y no la dualidad que aceptaste en ti. Esta activación se produce cuando te adentras a ti mismo y empiezas a darte cuenta de todo lo que eres y aceptas tu potencial como ser espiritual, dejándote guiar por tu corazón y sintiendo en todo momento, la honestidad entre lo que sientes, piensas dices y actúas.
Esto solo lo puedes hacer siendo tú. Dejando que tu interior se manifieste, tu esencia divina se manifestará.
Estás en el camino. Estamos en esta dirección, por eso, nuestro amado mundo va como va.
Las Fuentes, de alguna manera, continuarán estando mientras haya quien no crea en él y en su potencial. Tu presencia alimenta la de los demás, pero no con una consciencia de ayudar a los otros porque lo necesitan, sino, dándote cuenta del potencial divino que los demás también tienen. Siendo tú, los demás también lo serán. Será por Resonancia, no por querer convencerlos y ayudarlos.
Las Fuentes continuaran existiendo, pero ya no “para guiar al rebaño”, sino para “alimentarlos en su camino mientras ellos son ellos”. La energía es muy diferente del primer propósito al segundo. El Amor está pidiendo paso en nuestra vida. ¡Ábrete a él!


Que el Amor y la Paz sea en todos vosotros para sentir aquel quien en verdad sois.