miércoles, 30 de julio de 2008

Sólo somos lo que recordamos

El ser humano tiene la capacidad de identificarse con todo aquello según le rodea y le llega. Actúa como un gran imán que atrae una pequeña aguja de coser. Esta es la manera que vamos forjando nuestro estilo y manera de vivir.
Teniendo presente que atraemos según lo que somos, nuestras creencias tienen un papel importante en nuestras vidas, debido que son fruto de un tipo de pensamientos, y éstos nos permiten materializar la cualidad de vida que tenemos en estos momentos. Somos un imán que atrae según los pensamientos que albergamos en nuestra mente, pero, ¿quiénes somos realmente? ¿Somos nuestros pensamientos? ¿Somos algo más que nuestros pensamientos actuales? ¿Quién soy en verdad, aquel que pensaba aquello hace años atrás, o la persona que soy ahora, con toda la visión de la vida que tengo en el presente? ¿Quién soy realmente?
El ser humano retiene todo aquello que vive en su entorno. Su mente guarda todos los recuerdos vividos, y entonces actúa en consecuencia de los recuerdos que tiene. Podríamos decir, entonces, que el ser humano es aquello que recuerda. Si tu, en estos momentos, tienes presente unos acontecimientos que te han sucedido en tu vida, entonces, el impacto emocional de estas situaciones te harán actuar de una manera o otra ante circunstancias parecidas en el presente.
Sólo somos aquello que recordamos. Este venir a la memoria, puede ser a nivel consciente o emocional. Cuando nos encaramos con una situación del pasado y que ahora vuelve a presentarse, te viene a la memoria (racional o emocional), la experiencia vivida anteriormente y entonces sacas unas conclusiones sobre lo que vives, definiéndote según tu experiencia, tu memoria. Por lo tanto, aquello que tu recuerdas es con lo que te sientes identificado. Si hay un aspecto que ya no te sientes identificado de tu pasado y lo has liberado de tu interior, entonces ya no tendrá ninguna influencia sobre ti, y por lo tanto, ya no será parte de ti cuando hayas de manifestarte en tu presente, tomando las decisiones que debas de tomar.
Aquello que recuerdas de ti, es con lo que te identificas. Lo que piensas de ti, solo son recuerdos de tu pasado. ¿Eres entonces tú, el verdadero ser cuando te defines de la manera que lo haces? Aquél quien dices que eres,¿ realmente eres tú, o sencillamente una visión de tu pasado? Tú eres mucho más que tus recuerdos y tus definiciones sobre tú mismo.
Estas definiciones solo son fruto de unos recuerdos, de unas experiencias vividas anteriormente, y debido a los resultados y a tu actitud ante las situaciones, te has creado una imagen y una manera de ser. ¿Podríamos decir que tú eres así realmente?, o, ¿quizás esto que tú dices solo es fruto de unas conclusiones extraídas según unas actitudes tenidas en unos momentos concretos? Tú no eres según actúas en un determinado instante, porque esta actuación es consecuencia de una manera de ser según te han enseñado como debes de ser y tú lo has aceptado como tuya.
Tú eres mucho más que tus recuerdos. Tú eres alguien más que quien dices que eres. No te dejes limitar por una visión de tu pasado.
Lo que piensas ahora de ti, solo es fruto de unos recuerdos, y tu eres PRESENTE, no pasado.

domingo, 27 de julio de 2008

Pureza de cuerpo


Aliméntate de lo que crece de la tierra,
no de lo que corre por ella.
La fuerza de la Madre Tierra elevará tu alma con serenidad y firmeza.
Así actuarás en tu camino.
Tu cuerpo se elevará y tu Luz iluminará el caminar de tu presente.
Aliméntate de la generosidad de la Madre.
de sus frutos y su presencia.
Ella resaltará tu alma ante el Padre.
Él te recogerá en la pureza de tu corazón,
en la pureza de tu cuerpo alimentado por la tolerancia,
el respeto y la aceptación
hacia los seres vivos que la habitan.
Bienaventurado aquel que es conciente de la verdadera energía divina
en los alimentos de la Tierra.
Tu cuerpo refleja el grado de conciencia de tu divinidad.
Aliméntalo con Amor y conciencia.
Deja que muestre su salud, su Luz,
su divinidad en cada una de sus células existentes.
Eres Uno con el Creador.
Muéstrate tal como eres en la pureza de corazón,
de mente, de cuerpo y espíritu.
Deja que tu alimento te acerque más a Dios.
Eres parte de Él. Eres Uno con Él.
Que aquello que ingieras, nutra tu Espíritu,
y abra la puerta hacia la conexión con tu verdadera esencia, con Dios.
¡Oh, amada Tierra!
Agradezco tu generosidad al velar por mi ser con tu Presencia.
Que los alimentos que me ofrezcas, sepa bendecirlos
y dejar que mi cuerpo se alimente y crezca en la Luz y el Amor.
El Amor se engrandece contigo.
al verte y sentirte en la plenitud de mi Divinidad.
¡Gracias!















miércoles, 23 de julio de 2008

El sentido de la Vida

¿Qué sentido tiene la vida? ¿Te has llegado a preguntar alguna vez qué haces en medio de este mundo? ¿Qué finalidad tiene tu presencia en este planeta en este pueblo o barrio donde vives?
Aparentemente, parece que aquello que sientes en tu interior no siempre coincide con aquello que sucede en tu exterior, en tu entorno y cotidianidad. Pensad en algún hecho de vuestra vida donde las cosas no han ido como vosotros hubierais querido y sentisteis un malestar en vuestro interior. ¿En aquellos momentos tenía sentido lo que vivíais? ¿Tenía sentido vuestra vida? Dejaros llevar por el dolor del momento, perdisteis poder y decidisteis coger el papel de víctima. Decidisteis que el malestar interviniera. Sufristeis. Vuestra actitud en aquellos instantes fue, probablemente, de “no hay derecho”. ¿Qué sentido tienen todas estas situaciones en nuestra vida? Pregunto: ¿qué sentido tiene la vida?
El ser humano vive envuelto entre creencias y una visión de la vida hereditaria. Aquello que se le “enseñó” de pequeño solo fue una transmisión, generación tras generación, de unas creencias donde sus raíces surgían del subjetivismo, y por lo tanto, aquello que nos creímos solo son limitaciones, y algunas de las pautas transmitidas, obsoletas. Cuando de pequeño/a se te hacía ver a través de un filtro en concreto la vida, y durante años, has ido viendo el mundo y las circunstancias a través de este color, piensas que el mundo es del color que tu lo ves. ¿Seguro? Vivir con unas creencias, unos pensamientos de siglos anteriores (recuerda: transmisión de generación tras generación hasta llegar a ti), cuando los tiempos han ido cambiando, porqué el ser humano también está cambiando, es perderse la plenitud de nuestra existencia. Hay mucho más de lo que nosotros vemos. Hay más colores que el nuestro. Si dejamos que todos ellos nos den las diferentes tonalidades, nos daríamos cuenta de la belleza en la cual nos encontramos, y entonces, podríamos disfrutar de la vida, teniendo una visión general de ella y no parcial.
Viviendo con un solo color distorsionamos la realidad, porque no es como la vemos. La vida es mucho más y tú no eres como piensas que eres. Tú eres mucho más. De acuerdo, ¿pero qué sentido tiene la vida? Bien, te lo diré: el sentido de la vida es darte cuenta que tú eres todos los colores y todas las tonalidades, que tú tienes el poder de pintar la vida y poner alegría y ser feliz.
Tú puedes liberarte de tu pasado y deleitarte del presente, dándote importancia de éste. Tú puedes decidir creándote una cualidad de vida, y por lo tanto, dejar de pensar, actual y manifestarte como una víctima y responsabilizarte de tu existencia. Este despertar de quien eres tú, es parte fundamental del sentido de la vida.
Tú eres mucho más que tus creencias y pensamientos actuales. Hay alguien que quiere hablarte de ti y mostrarte el camino: tu corazón. Escúchalo y no dudes de él.
El sentido de la vida eres tú. Tu presencia honra la creación. Sé tú.


domingo, 20 de julio de 2008

No estamos solos

Había una vez un hombre sentado junto al camino, debajo de la sombra de un tupido roble. Estaba encima de unas hojas apoyándose en el tronco de aquél árbol. Hacía un día soleado, y nuestro ser humano parecía estar reflexionando sobre algún hecho que le preocupaba. Llevaba rato ahí, cuando le pareció divisar camino allá como alguien parecía acercarse andando hacia la dirección donde él se encontraba.
Con la mirada perdida en el camino, su mente parecía estar muy lejos de donde se encontraba.
Una ligera polvareda se producía en el caminar de aquél que se iba acercando. Llegó el momento que empezó a sentir el sonido de sus pasos. Sus cavilaciones daban pie a prestar atención a este nuevo ser que se presentó ante él. Cuando el caminante llegó a la altura donde se encontraba nuestro ser humano, se dirigió hacia él y le saludó
- ¡Buen día!, ¿sabría decirme si queda mucho para el pueblo más cercano?
- Kilómetro y medio, más o menos – le respondió casi sin mirarlo, indicándole la dirección con su brazo izquierdo.
- Gracias. Por cierto, ¿le importaría que me sentara un rato en esta maravillosa sombra antes de proseguir mi camino? El bochorno de hoy bien merece un descanso.
- (De no muy buena gana le respondió): ¡Siéntate! – indicándole el otro lado del árbol.
El caminante dejó su zurrón en el suelo, sacando de él una pequeña botella de agua, de la cual bebió un sorbo. A continuación le ofreció a nuestro hombre inicial
- No gracias – le respondió con muy poca voz.
Después de un silencio, nuestro ser humano sintió unas palabras procedentes del otro lado del árbol:
- No temas. A aquello que le das vueltas solo es fruto de tus creencias de incapacidad. No te identifiques con lo que estás preocupado. Deja que todo fluya.
El ser humano giró la cabeza en dirección donde se encontraba el nuevo caminante y lo vio estirado, con los ojos cerrados, reposando de su viaje. Quería preguntarle si le había dicho alguna cosa, pero le encontró medio somnoliento disfrutando de aquellos momentos de reposo. Volvió a girar su cabeza y continuó con sus reflexiones.
- Deja que tu mente repose y confía. No temas, Todo irá bien – volvió a oír.
- ¿Perdón? – expresó en voz alta como queriendo buscar la conformidad de las palabras que había oído. Continuó diciendo: ¿Has dicho alguna cosa? – dirigiéndose al nuevo acompañante.
Entonces oí que decía:
- Siente el silencio de este lugar y te darás cuenta de tus capacidades. No estás solo.
- ¿Qué quieres decir?
- ¿Qué te preocupa?
- Estoy meditando sobre mi vida.
- ¿Y?
- No entiendo muchas cosas que me suceden y veo.
- ¿No crees que a lo mejor no estás mirando en la dirección correcta?
- ¿Qué quieres decir? – le volvió a preguntar a aquel nuevo ser que se encontraba al otro lado del árbol reposando.
- ¿Qué ves en estos momentos?
- Un camino donde un árbol lo suficientemente generoso para que dos personas puedan reposar sin tocarse sin molestarse.
- ¿Ves?, ya te decía que no mirabas en la dirección correcta.
- ¿Qué ves tú?
- Belleza y mucha armonía.
- ¿Seguro que estamos en el mismo lugar tú y yo?
- ¿Dónde estás tú?
- Aquí, en un punto del camino que lleva hacia el pueblo, sentado cerca del camino, buscando momentos de quietud y calma. ¿Y tú, dónde estás?
- Aquí, en un punto del camino que me lleva hacia casa.
- ¿Eres del pueblo?
- Quizás.
- ¿Naciste allí?
- Donde yo nací no pertenece a esta zona.
- ¿Y que haces por aquí?
- Paseaba cuando he encontrado este tupido árbol y me he sentado un rato para descansar unos momentos. ¿Y tú, exactamente, qué haces aquí?
- He venido a buscar esclarecimiento.
- ¿Lo has encontrado?
- No del todo.
- ¿Qué sientes?
- Silencio y mucha paz en estos momentos.
- ¿Y dentro de ti?
- Inquietud, contradicciones.
- ¿Por qué?
- No sé hacia donde voy.
- ¿Dónde quieres ir?
- No lo sé. Hace tiempo que estoy buscando y no acabo de encontrar mi camino – continuó hablando nuestro ser humano sin mirar al otro lado del árbol. Cada uno estaba centrado con las palabras que recibía como respuesta y las que decía.
- Escucha tu corazón. Escucha su latido. (Pausa). Concéntrate en él. Entonces pregúntale qué le pasa.
Nuestro ser humano así lo hizo, y entonces de sus ojos empezaron a resbalarle unas lágrimas. En estos momentos dijo:
- Tengo miedo.
- Abre tus ojos y mira a tu entorno.
Nuestro hombre abrió los ojos y vio toda una legión de seres de Luz que le rodeaban, a la vez que sentía una inmensa paz y amor en él, como hacía tiempo no sentía. En estos momentos, el lloro se hizo más intenso y la emoción aumentó de grado dentro de él. Se vio envuelto por una serie de entidades luminosas, que el nombre que más definiría estas presencias sería el de “Ángeles”. Mientras iba viendo y sintiendo dentro de él esta situación, escuchaba de una manera reiterativa:
- No estás solo. No estás solo. No estás solo. Nosotros estamos contigo.
Esta experiencia le hizo desvanecer la sensación de miedo que había tenido anteriormente. Entonces volvió a oír de nuevo la voz:
- No temas. Deja que nosotros te ayudemos para que puedas seguir tu camino. Escucha a tu corazón que él te guiará hacia la dirección a seguir en tu vida.
El ser humano cerró los ojos se quedó sintiendo la plena sensación obtenida hasta ahora, sintiendo una gran paz y tranquilidad dentro de él. El amor invadió todo su interior.
Después de un rato volvió a abrir los ojos y no vio a nadie. Giró la cabeza al otro lado del árbol…..y no había nadie. Nuestro personaje se encontraba solo en aquel lugar como si todo el tiempo así hubiera sido.
Nuestro protagonista se quedó, todavía, un poco más allí. Después se levantó y reinició el camino de vuelta al pueblo.
A medida que se alejaba del árbol tuvo el impulso de mirar hacia atrás y vio una Luz que se alejaba elevándose. Nuestro hombre hizo una sonrisa y sintió como si alguien le pusiera la mano por encima de la espalda y le acompañase.
Aquel ser humano tuvo presente las palabras oídas y la experiencia vivida, y con el tiempo, dejó de tener miedo, porqué se dio cuenta, realmente, que:

“No estamos solos”.

miércoles, 16 de julio de 2008

María

Me gustaría compartir con vosotros una vivencia que tuve a lo largo de varios meses. Tiene que ver con alguien de los grupos de la Escuela de Espiritualidad que tuve hace tiempo. En este grupo concreto, debido al buen ambiente, una chica nos anunció su embarazo a todos los del grupo. La ilusión era grande, tanto por parte de ella, como por todos los que éramos allá, sintiendo la alegría de una nueva vida.
Aquella chica empezó a sentir pronto los síntomas físicos, fruto de su primera experiencia como portadora de vida.
A medida que iban pasando las sesiones de su formación espiritual, teniendo presente que en alguna no pudo asistir debido a los malestares y otros imprevistos, su vientre iba creciendo. Su volumen ya era notable y su cuerpo empezaba a acostumbrarse a la nueva vida que llevaba dentro.
En un principio, cuando todavía no se hizo ninguna ecografía, me di cuenta que sería una niña. Otra persona asistente en este grupo también lo confirmó más adelante. Pasado un mes, un mes y medio, los médicos confirmaron el género.
La vida que llevaba en su interior le gustaba asistir en nuestras sesiones de La Escuela de Espiritualidad. Se encontraba como en “Casa”.
En las meditaciones que hacíamos, ella, la nueva alma, se encontraba allí con nosotros, al lado de quien sería su madre en esta vida, colocándose al mayoría de las veces a su izquierda. Le hacía Reiki a su barriga, enviándole energía al que sería su cuerpo. A veces se colocaba a sus pies y se quedaba quieta, observando y recibiendo la energía que había en aquel lugar. Alguna vez acariciaba a su futura madre y le hablaba. Me mostraba la belleza que tendría cuando tuviera un cuerpo. Sabía que yo la veía y me sonreía al sentirse aceptada e integrada en aquel grupo, dándose cuenta que era bienvenida y amada por todos los presentes de cuerpo y del mundo de la Luz que nos reuníamos cuando hacíamos las sesiones de pureza espiritual y meditación.
Cuando realizábamos ejercicios con energía, ella se encontraba como pez en el agua. Se ponía entremedio de su madre y la otra persona e intervenía, siempre al lado de su madre terrenal. La chica embarazada llegó a notarla en algunos momentos. La nueva alma quería ser una más entre nosotros. Yo la veía en la sala, irradiando su luz y mostrando su actitud participativa. Cuando yo hablaba, ella me escuchaba y reconocía las palabras que transmitía. Le gustaba estar entre nosotros y asistir a las sesiones. Lo que allí se decía y experimentaba le era familiar. Se encontraba a gusto con nosotros.
En su momento, hacia finales del octavo mes, la futura madre me dijo que se movía mucho, y yo le respondí que así era porqué tenía ganas de venir y de salir del útero que se encontraba.
Debía de nacer a finales de febrero, pero me di cuenta que no sería así, sino antes. Le comenté que a mediados ya estaría entre nosotros y que a partir del día 13 ya podría ser.
El 14 de febrero recibo un SMS por mi móvil, diciéndome que al día siguiente, día 15 le ingresarían a las 7h. de la mañana para provocarle el parto. Así fue. Una cesárea fue realizada y el nuevo ser puesto en una incubadora por falta de peso. En una meditación realizada al día siguiente, este pequeño ser que se encontraba entre paredes de vidrio me dijo:
- Todo irá bien.
Un nuevo ser, de naturaleza índigo quería venir a este mundo, con una conciencia sobre lo que debía de hacer. Quería porque sabía de la Voluntad del Padre y lo que representaría su presencia en este planeta denominado Tierra.
Quería vivir con el alma que sería su madre física. A lo largo de su proceso també me di cuenta de la importancia de la nueva vida para su madre. Le comenté la muy buena relación que habría entre ellas. Su relación sería de amistad.
Una nueva alma se gestó en el vientre de una futura madre que empezaba a despertar la conciencia y a conocerse a ella misma. No era porqué sí, que ahora su hija quisiera nacer. Ahora, la que sería su madre estaría preparada para entenderla y ser amigas. Ahora sí, habría llegado el momento…. y todos nos alegramos y le dimos la bienvenida.
Una nueva vida amorosa apareció en el planeta. De nombre María, fue alimentada en el útero de una alma encarnada de nombre Mónica.
Todos vivimos el proceso del embarazo. De alguna manera, todos nos sentimos “tíos y tías” del desarrollo de un embrión y una alma para ayudarnos con su presencia, a poder ser más nosotros y elevar las energías del planeta.
Por todo esto:
Gracias María por estar entre nosotros, y a ti Mónica, para hacer un espacio dentro de ti y poder que ella, tu hija actual, haya podido desarrollarse con amor y ser amada. Vuestros vínculos serán grandes y la relación que tendréis será bella, de una gran amistad.
Dos almas se han reencontrado para continuar la buena relación empezada en otros tiempos.





















lunes, 14 de julio de 2008

Nuestros amigos invisibles


Desde las más altas esferas de la Luz, os saludamos.

- Siempre hemos estado con vosotros, estamos y estaremos.
- ¿Pero quienes sois?
- Ahora no nos reconocéis, pero hubo un tiempo que estábamos juntos y quedamos que cuando vivieseis en un cuerpo estaríamos con vosotros sin materia. Así lo acordamos. No nos veis pero estamos a vuestro lado y continuaremos estándolo.
- ¿Cómo es que el ser humano no os ve?
- Hay quien si, pero es parte de nuestro acuerdo, ¿Qué no te acuerdas? ¡No, claro! Así lo establecimos, a pesar de todo, tu esencia sabe de nosotros y de quien eres tú realmente. (Pausa) Llegará un día que nos veréis desde la materia, y este día ya ha llegado para aquellos que estéis preparados y abiertos a nosotros.
- ¿Qué nos queréis decir?
- Ha llegado el momento del cambio. El ser humano está pasando por un proceso de ascensión de su alma. Vuestros momentos actuales permitirán que todo aquel que quiera adentrarse en la sabiduría del viaje interior, ahora lo podrá hacer, dándose cuenta de su verdadera naturaleza. Solo con la conciencia espiritual podréis saber la Verdad. Vivís en un mundo creado por el propio hombre, nacido en el más absoluto apego a la dualidad. Durante mucho tiempo os habéis pensado que estabais solos y que había cosas que no podíais llegar a conseguir,…. como ser felices. Nosotros os decimos: Este tiempo ya ha pasado, y las puertas de una nueva vida se encuentran ante vosotros. La puerta, ahora, está abierta. Durante muchos años os habéis presentado ante ella y siempre la habéis encontrado cerrada, bien, ahora ha llegado la hora de abrir sus puertas de par en par, porque todo ser humano que quiera pueda conectar con su verdadera esencia y mostrar al verdadero Ser que es. La decisión de traspasarla es vuestra. Estáis tan acostumbrados a vivir en el dolor, que ya os habéis adaptado a él y creado “normalidad” desde el sufrimiento. Os habéis creído que vuestra vida actual es dura y dolorosa, pero ahora, la puerta de la Conciencia y la Verdad se encuentra delante…..abierta. Os invitamos que la traspaséis y entréis dentro de vosotros para conocer la maravillosa y perfecta esencia que sois. Vosotros sois de la misma naturaleza que nosotros, pero solo unos cuantos lo saben y nos han integrado en sus vidas. Vosotros y nosotros somos Uno. Vuestro disfraz terrenal os distrae y os confunde. Éste es el camino a seguir por el ser humano, el darse cuenta que solo veis una parte de vosotros, pero que sois mucho más. El camino a seguir a partir de ahora consiste en liberaros de vuestras limitaciones, de vuestra mente y daros cuenta del verdadero ser que sois y el inmenso potencial que tenéis: Todo. (Pausa). Os pensáis que sois limitados y que no todos pueden conseguir aquello que quieren. Atribuís al azar el tener éxito a la vida o no. Nosotros os decimos, amados ángeles dentro de un cuerpo, que nada más lejano de la Verdad. Sois seres como nosotros. Pertenecéis al mundo de la Luz con una función concreta en este planeta Tierra, y esto es lo que debéis de llevar a término y daros cuenta de lo que es. Este es el camino que debéis de seguir para materializar aquello que pactamos cuando estábamos en casa antes de esta encarnación actual. Debéis de hacer un viaje, pero no será hacia vuestro entorno. No deberéis de coger ningún coche, tren o avión. Nada de esto deberéis de hacer servir. El viaje que deberéis de recorrer será un viaje hacia vuestro interior. Será la aventura más apasionante y maravillosa que jamás hayáis podido hacer hasta el presente. Por esto deberéis de traspasar la puerta abierta que tenéis delante. No tengáis miedo, porque en todo momento nosotros estaremos con vosotros y os protegeremos. La Luz está y estará con vosotros. Deberéis de adentraros hasta encontrar el espacio de vuestra verdadera naturaleza, y desde allá poder escuchar la más bella melodía amorosa por un ser humano. Desde el más placentero silencio podréis conectar con vuestra verdadera esencia y abrir la caja de la sabiduría que cada uno contiene. El viaje vale la pena. Los resultados obtenidos son imaginables, en estos momentos por vosotros. Algunos os podéis llegar a hacer una idea, como decís, pero no el verdadero resultado que llegará a producirse en vosotros. (Pausa). Os invitamos a realizar este maravilloso viaje hacia “vosotros mismos”. (Pausa). El proceso hasta que os lleguéis a encontrar os permitirá evolucionar vuestra alma y ayudará a más personas de las que os podáis llegar a imaginar. ¡Adelante!, empieza a andar hacia tu integridad y tu despertar de la conciencia, y no te pienses que ya lo sabes todo. Ábrete y déjate sorprender por el bienestar que la vida te tiene preparado. El gozo y la alegría de vivir te están esperando al otro lado de la puerta que tienes delante. ¿Quieres pasar? Nosotros, si así decides, te esperamos al otro lado. Recuerda: Hemos estado, estamos y siempre estaremos contigo,… amado ángel encarnado.
- …….
- Que la paz y el amor puedas sentirlas en tu corazón, y no olvides que aquello que es importante para ti se encuentra en tu interior. Escucha tu corazón que él te hablará de ti y de nosotros. Ven, da el primer paso hacia ti. Como decís vosotros: no os arrepentiréis.
Este es el camino, amado humano, desconcentrado por tu biología. Llegará un día que ésta la dejarás y nos reencontraremos nuevamente en “Casa”. Entonces, juntos, lo celebraremos.
Nosotros y el mundo de la Luz somos Uno contigo.
Nada debes de temer.

miércoles, 9 de julio de 2008

El Todo en una expresión matemática

Los científicos buscan una expresión matemática para sintetizar todo el contenido de la existencia, toda la sabiduría de la vida, del universo. No digo que no la lleguen a encontrar, porqué sí que llegarán a una expresión que se acerque, pero no mostrando la fidelidad de todo lo existente. La expresión matemática quedará todavía a años luz de lo que es la existencia. Querer reflejar toda la belleza y sabiduría del universo en una fórmula es querer todos los ingredientes de un paisaje, todo aquello que tus sentidos capten y ponerlos en una caja pequeña de cerillas. Si cuando ellos piensen que ya lo tienen, la caja de cerillas se quemará, el resultado obtenido se acercaría más que no todos los ingredientes puestos en aquel pequeño espacio.
Los seres humanos iluminados con una conciencia despierta y conectados con su espiritualidad saben que todo lo existente de la creación se podría definir en una palabra: AMOR. Todo lo que existe es amor y se basa en el amor. Toda vida procede del amor, y es desde el amor que la paz y el bienestar es posible en el interior de las personas y el planeta. El amor es el vínculo que nos une a todos, y permite la felicidad y la armonía en el planeta Tierra, incluida la humanidad. Amor es la palabra clave de nuestra existencia. Todos venimos de él, e incluso, cuando acabe nuestra vida actual también será fruto del amor.
El amor es el motor de nuestra vida, y ésta tiene sentido por el sentimiento más grande jamás creado: el Amor en su estado más puro e incondicional.
La vida es amor y solo el amor puede crear vida y hacer que los milagros sean posibles. Solo el amor hace que el ser humano tenga sentido en su existencia. La semilla más fértil jamás creada es la semilla del amor que permite sentir la mayor plenitud interior que un ser vivo pueda llegar a sentir.
El amor no tiene máscaras ni apariencias.
El amor es la fuente de la cual todos bebemos.
La finalidad de la vida es el amor, y solo desde el amor podemos dar sentido a nuestra vida. Cuando así sucede, nuestros ojos, nuestros oídos y pensamientos se transforman en el radar más puro y sensible que se pueda llegar a tener, captando la Verdad de nuestra presencia en este maravilloso planeta denominado Tierra.
¿Por qué querer racionalizar el sentido de la vida? ¿Se puede definir un pájaro volando la capital en una expresión matemática? ¿Se puede dar entendimiento a un gesto de ternura con una expresión matemática? El hombre quiere pasarlo todo por el filtro del raciocinio, cuando en el fondo, lo único que tiene que hacer para entender la existencia y comprenderla es SENTIR.
Desde el corazón se llegará a ver claro el por qué de todo y a encontrar respuestas que desde el raciocinio no tienen sentido.
¿Qué tal esta propuesta?:

VIDA = (AMOR + SERVICIO) x INTENCIONALIDAD DESDE EL CORAZÓN

lunes, 7 de julio de 2008

¡¡ Quedan 2 días !!

Tú, que estás leyendo estas palabras. Tú, que tienes un estilo y ritmo de vida. Tú, que tienes momentos de preocupación y malestar debido a lo que vives. Sí, a ti me dirijo para decirte que solo quedan dos días de vida.
Imagínate que solo te quedasen dos días de vida. Ten presente tu vida actual y a todos aquellos que han intervenido en tu vida y te han dejado huella. Tienes dos días de vida,…¡no más!. ¿Qué harías en este tiempo? ¿Qué harías en tu vida? ¿De qué manera aprovecharías el poco tiempo que te quedaría?
¡Uf, vaya situación! Seguramente deberías de hacer una elección y dejar de hacer cosas que estabas haciendo hasta ahora y hacer otras que crees que son más importantes por el poco tiempo que te queda. ¿Quizás querrías encontrarte con alguien que hace tiempo no ves? ¿Quizás querrías hacer las paces con alguien , y al saber que solo te quedan dos días, no te importará lo que pueda decir de ti o pensar de tu persona? ¿Quizás harías alguna cosa sin importarte la timidez de todos estos años?
Solo tienes dos días de vida. ¿Qué harías en este período? Asegúrate bien de lo que quieres hacer porqué no tendrás una segunda oportunidad. Después de estos dos días, la vida se acabará. ¿Qué harías para el mayor bien de ti y la humanidad? ¿Cuál sería la huella que dejarías en este mundo? Piénsalo bien, porqué aquello que harás será con lo que se te recordará.
Serénate y deléitate de estas cuarenta y ocho horas que te quedan de vida. ¿Qué harías? Sé tú, y atrévete a hacer aquello que sientes que debes de hacer. ¿Beneficiará a los demás? ¿Solo te beneficiará a ti? ¿Qué harías y no has hecho en estos dos últimos días de tu vida?
Haz un listado de aquello que harías, pero piensa que, sea lo que sea, te puede crear bienestar en ti o no. Procura que te cree el mayor bienestar posible y te dé la mayor satisfacción que nunca, nadie, te haya podido dar debido a tus obligaciones hasta el presente.
Tienes dos días de vida. ¿Qué harías en ellos? Antes de dejarnos procura estar contigo mismo y que tu corazón y tu espíritu reposen en la mayor calma y serenidad que nunca hayan podido sentir. ¿Qué harías para sentirte tú, y ayudar, a la vez, a hacer un mundo mejor?
Por cierto, si esto que estás pensando hacer no lo estás haciendo ahora, ¿por qué ya no lo estás haciendo? ¿Por qué no lo has hecho y es ahora que te decides a hacerlo? ¿Qué te ha impedido hacerlo hasta ahora? ¿Qué ha habido en ti que te has impedido hacerlo? Eso que quieres hacer, ¿cómo es que no te has atrevido a hacerlo hasta ahora? ¿Qué diferencia hay entre antes y ahora?
Tú puedes hacer en tu vida aquello que quieras. Ella depende de ti. Tú eres el único responsable de ella. ¿Por qué has estado esperando hasta ahora para hacer aquello que has decidido hacer en estos dos últimos días de tu vida? ¿Por qué ahora te ves más capaz de hacerlo que antes?
Nada ha cambiado,…. ¡solo tú! Has sido tú quien ha querido hacerlo. ¿Por qué esperar encontrarte ante un ultimátum y no hacer las cosas cuando tu corazón te habla y te dice que es necesario realizarlo? Todo depende de una decisión tuya. La intencionalidad es lo que vale. Aquello que has decidido hacer ahora, en los últimos instantes de tu vida, te permitirá ser tú, habiendo estado años sin serlo.
Coge el listado de las cosas que harías y observa: ¿cuántas de estas cosas te permitirán sentirte bien, y a la vez ayudarás, también a otro o a otros? ¿Cuántas acciones previstas te harán sentir bien y ser felz?
Que los últimos momentos de tu vida sean dignos de ser comentados y transmitidos como muestra de tu integridad y amor. Deja tu huella amorosa en este maravilloso mundo que vivimos.
Nunca es tarde. No es necesario esperar el último momento para hacer las paces o amarse a uno mismo. La vida es demasiado valiosa para dejarla correr y perderla. Aquello que tu corazón te dicte hoy, no lo demores y hazlo. Aquello que crees que debes de hacer porqué no te deja ser tú, libéralo ahora de tu vida, o dirígete a aquel que te provoca este malestar interior y dile: “te perdono. Ahora tú eres libre y yo soy libre.” A continuación sonríele y dale un abrazo.
Si te dijeran que no cuenta lo que hayas podido hacer en tu vida anteriormente, sino que lo que cuenta realmente es lo que hagas ahora, ¿qué harías de bueno en estos momentos? No dudes. ¡Hazlo!
Tienes dos días de vida, ¿qué harías?
Lo que cuenta es el estado interior que tengas en el último suspiro. Este es el que te permitirás vivir en el Paraíso. ¿Qué harías tú?
Nunca es tarde para empezar. Una sola acción amorosa puede mucho más que decenas de dolor. ¿Cómo quieres acabar tu vida? Comienza hoy a crear el primer día del resto de tu vida y déjate llevar por tu corazón, que él te indicará en todo momento, aquello que necesita tu alma en este preciso instante hasta que llegue tu hora. Nada has de temer. El Amor que hay en ti tiene ganas de manifestarse y darte lo mejor que la vida te tiene reservado.
Abre tu corazón y empieza a hacer todo aquello que hasta ahora no has hecho y continúas sintiendo la necesidad de realizarlo.
La vida depende de ti y hay grandes bendiciones esperando llegar hasta ti. Abre los brazos y tu corazón para recibirlas.
Sin tu presencia, la humanidad no tendría sentido.
¡ Adelante !

miércoles, 2 de julio de 2008

Palabras del Padre


¿Oyes la voz del viento? Escúchala y oirás la sabiduría del silencio
¿Oyes el habla del árbol? Acércate y escúchalo.
No podéis vivir aislados de vuestro entorno.
Busca una piedra en medio del bosque. Siéntate y escúchate.
Recibirás sabiduría, calma y armonía.
Busca una buena roca donde sentarte y observa tu entorno.
No estás solo/a.
La calma que sientes ahora puede perdurar en ti a lo largo del tiempo si conectas con tu entorno de la naturaleza.
Recuerda que no vives fuera de un contexto.
Yo te he creado y te he puesto en un lugar lleno de vida.
Conéctate con ella.
Hay otros niveles de vida. Búscalos y armonízate con ellos. Están cerca de ti. ¡Ves a ellos!
No olvides la armonía que Yo he creado. Sois uno.
Adéntrate en el bosque, en la montaña y percibe sus vibraciones.
Busca tu piedra, tu lugar para aquietarte y ser Uno con el Todo.
Te hace falta dar un paso, y no te sentirás lleno/a y completo/a hasta que te unas con tu entorno.
Busca la calma de la naturaleza y se abrirán nuevos campos de comprensión.
El conocimiento de la Verdad sólo es posible en la soledad.
¡Siéntala!. Ella te espera.