jueves, 28 de noviembre de 2013

Llamando a la puerta

¿Sí? – digo al abrir la puerta de casa
-     -   ¿Es usted? – pregunta quien ha llamado a mi puerta.
-   -    Depende de a quien busque – le respondo.
-   -     Recibimos una petición de alguien que no quería vivir lo que vive.
-     -   ¡Ah, sí! Ese soy yo. Sí, les envié una petición de vivir otra situación a la que estoy viviendo. No me gusta esta. No lo paso nada bien – dije casi cortándole sus palabras.
-    -    ¿Seguro que quiere vivir otras situaciones a las actuales?
-     -   ¡Oh, sí! ¡Ya lo creo! Tal como me encuentro en estos momentos no tengo ninguna motivación para continuar viviendo. No es justo, que por más que quiera una nueva vida, no haya manera de conseguirla – le respondí.
-        Bueno, ¿me permite? – dijo para poder entrar y no quedarse a las puertas.
-        ¡Oh, sí! Pase, pase – invitándole a entrar dentro de casa.
Una vez llegados al comedor, aquel hombre que había llamado a mi puerta me preguntó:
-        ¿Tendría galletas?
-        ¿Perdón? – expresé no entendiendo a qué había venido aquella pregunta.
-        ¡Oh, lo siento!, es que me gustan las galletas – me dijo.
-        ¿Usted quién es?
-        Bueno, usted me ha llamado. Me ha pedido que quería cambiar de vida, y aquí me tiene. Por cierto – continuó diciendo - ¿tiene galletas? Es que me gustan.
Extrañado y sin perderle de vista, fui al cajón del comedor donde las tenía. Las cogí sirviéndole e invitándole a sentarse en una de las sillas de la mesa.
-        Gracias – respondió a la vez que elegía una de chocolate.
-        Así que usted es… - dije volviéndole a preguntar para saber quién era exactamente.
Con una especie de sonrisa me respondió:
-        Me llaman de muchas maneras, así que tú mismo. Puedes llamarme como desees. Estoy aquí para ayudarte porque, según tú, necesitas ayuda.
-        ¿Cómo según yo? Mire – continué diciéndole – le podría explicar mi vida, y le aseguro que no es nada agradable. He llegado a un punto donde estoy harto de vivir como lo estoy haciendo mientras otros viven como reyes, o al menos, tienen para vivir más o menos bien.
-        ¿Más o menos? – preguntó el hombre de las galletas.
-        ¿Qué más da más o menos? ¿A qué vienen estas preguntas? No quiero vivir así.
-        Bueno – dijo – esto tiene arreglo, aunque hay algo que deberías de hacer.
En estos momentos me lo quedé mirando, pensando a la vez, qué me pediría a cambio, y como si pudiera leerme la mente, dijo al instante:
-        No hay nada que os pida que no podáis hacer.
Estando en silencio y mirándole fijamente esperé el final de la petición. Después de unos instantes de silencio se decidió a continuar, no sin antes, coger otra galleta, y esta vez de almendras. Le dio un mordisco y viendo su feliz expresión al morderla dijo:
-        Están buenas, muy buenas.
-        ¿Podría decirme qué es lo que debería de hacer? – dije impaciente por oír la respuesta.
-        Bueno – dijo mirándome a los ojos con una expresión serena -, si tuvieras que pedir un deseo en tu vida que te permitiera cambiarla y ser feliz, ¿qué pedirías? Luego añadió: procura pensártelo bien, porque te puede cambiar tu vida para vivirla tal como tú quieres.
-        ….
-        Piénsatelo bien. Mientras, con tu permiso, continuaré deleitándome con estas exquisitas galletas porque hace tiempo que no como – comentó apoyándose en el respaldo de la silla, como relajándose y dejándome tiempo para que pensara en la respuesta que le daría.  
Muchas veces había pensando en tener mucho dinero, así, ya nada me faltaría y podría vivir y disfrutar de la vida, pero algo dentro de mí, hizo que me lo pensara mejor.
Estar tranquilo fue otra de las posibles respuestas a darle, porque siempre estoy nervioso y le doy demasiadas vueltas a las cosas. Mis pensamientos no paran.
No sabía por qué respuesta decidirme. Mientras le observaba ante mí cómo cerraba los ojos y viéndole comer galletas como si llevara mucho tiempo sin hacerlo, pensé también, en las veces que había querido tener una pareja e hijos. En verdad es que no sabía exactamente qué responderle.
Al cabo de un rato, me decidí a preguntarle:
-        ¿Y si lo que pido no me lleva a conseguir todo lo que quiero?
-        Yo no he dicho esto. Te he preguntado qué pedirías teniendo presente que lo que pidas cambiaría tu vida actual – me respondió calmado y como si esperase mi petición para concedérmela.
Parecía un sueño. Alguien llama a mi puerta y me dice que puede cambiar mi vida, pero que sucederá según lo que le pida. Empecé a sospechar de aquel extraño.
Mientras, él iba saboreando cada mordisco que daba a las galletas.
Viéndole me llegó una sensación de sosiego y alegría al verle comer. Parecía disfrutar con lo que hacía. Parecía tranquilo, sosegado y seguro de sí mismo. No tenía prisa y me daba el tiempo que necesitase, y a la vez, continuaba allí esperando mi respuesta.
Después de otro buen rato pensándolo, le dije:
-        Ahora no soy yo. No puedo ser yo por todo lo que vivo. Si pudiera serlo me sentiría mejor y quizás me tomaría las cosas mejor.
-        ¿Es esta tu respuesta?
-        Espera – le dije al momento. ¿Qué me aconsejas tú? – le pregunté.
-        Que te decidas – me respondió tragándose un último trozo que tenía en la mano. Las de almendra están muy buenas – añadió refiriéndose a las galletas.
Hubo una pausa larga, y al final me decidí a darle la respuesta que esperaba, cuando, como si me leyese el pensamiento, me dijo antes que yo pudiera responderle:
-        No es mi vida. Es la tuya. No espero nada en concreto, bueno sí, tu respuesta. Estoy aquí para ayudarte.  
-        Ya sé lo que quiero pedirte.
-        ¡Tú dirás! – dijo esperando oír mis palabras.
-        Quiero sentir alegría para vivir y fuerza para continuar.
-        Bueno, esto son dos cosas, y te dije solo una. Tendrás que decidirte.
-        ¿Qué crees que necesito para dejar esta vida que llevo? – le pregunté
Él levantó los hombros como si no lo supiera, a la vez que cogía otra de aquellas galletas.
-        ¿Puedo preguntarte algo? – le dije.
Él me miró y se dispuso a escuchar mis palabras.
-        No sé exactamente qué pedirte, pero sí me gustaría tener la calma y el disfrute que tienes en estos momentos al comerte mis galletas.
-        Tú me has dado permiso. Lo siento si he abusado de ti – me dijo.
-        ¡Oh, no! Puedes continuar haciéndolo. Me gustaría hacer lo mismo, con esta actitud, todo lo que hago.
-        ¿Es esta la pregunta que querías hacerme?
-        ¡Oh, no, no! Pero como estoy viendo lo a gusto que parece que estés…. Sólo me ha sorprendido.
-        ¿Cuál era tu pregunta?
-        Ya no me acuerdo. ¡Ah, sí! ¿De dónde vienes? ¿Quién te ha enviado?
-        ¿Es esto lo que quieres saber en verdad? ¿Tu respuesta es saber quién me ha enviado y de dónde vengo?
-        ¿Ayudáis a la gente? ¿Quiénes sois?
-        Soy como tú, y damos una mano a aquel que siente la fuerza de su corazón y expresa la necesidad de cambio en su vida. Oímos tu fuerza, tu petición exclamada y aquí estoy.
-        ¿Cómo la oís? – le pregunté.
-        De la misma manera que tú me ves deleitarme con las galletas.
-        Pero yo os veo y vosotros no estáis en mi casa para verme, ¿o es que me espiáis?
-        ¡Ha, ha, ha! ¡Oh, no! No os espiamos, pero sí sabemos de vosotros. Mi casa no es como la tuya. No estoy solo. Hay otros que conviven conmigo.
-        ¿Por qué has llamado a mi puerta?
-        Ya te lo he dicho: porque me has llamado, por cierto, estoy esperando la respuesta para concederte lo que me pidas.
Por un instante fugaz, me encontré exclamando en voz alta, como susurrando:
-        ¡Quiero ser como tú!
Aquel  ser sonrió y dijo:
-        ¡Bien! Como quieras.
De repente me encontré ante un espejo. Vi como las ropas que llevaba parecían iluminarse y por mis espaldas, ¡no me lo podía creer!, empezaron a aparecer, o esto me pareció a mí, unas alas o algo parecido, luminoso, a la vez que todo yo empecé a verme como una luz brillante y a darme cuenta como otras luces se me acercaban y me rodeaban.
-        ¡Dios mío! – exclamé, poniéndome a llorar.
Lo que sentía era inmenso, un amor absoluto dentro de mí y una paz indescriptible.
-        ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias! – me encontré diciendo sin pensarlo.
Mis lágrimas no cesaban de resbalar por mi tez. Era bello y hermoso lo que veía. Sentía algo indescriptible, mientras oía una lejana voz que me decía:
-        Este eres tú. Siempre lo has sido y tu luz resplandecerá con más intensidad con el tiempo. Este eres tú. Tu petición te ha sido concedida.
De repente, me di cuenta que estaba solo en el comedor de mi casa y con la caja de galletas abierta encima de la mesa.
Me levanté sintiendo una liberación en mí y, como por arte de magia me di cuenta que quien había sido no era yo. Sentí una inmensa libertad en mi interior y una fuerza capaz de conseguir todo aquello que pueda proponerme.
De repente oí que alguien llamaba a mi puerta.
Era el cartero que me traía una carta.
La abrí y en ella encontré unas palabras que decían:
“La Verdad no es visible a los ojos físicos. Aquel quien eres se encuentra en tu corazón”
 
Con estas palabras había una especie de factura por los servicios prestados. Abrí la hoja y leí:
 
“Quienes te rodean también necesitan de sus alas. Muéstrales cuáles son las suyas. Volar nos unirá y sentiremos el Amor que cada uno es.”
 
Como si fuera por arte de un hechizo, sentí una claridad conforme lo importante, es el Amor en nuestra vida, y lo único que existe.
Por primera vez en muchos años, pude respirar profundamente.
Al final de la carta, vi un comentario añadido que decía:
“Gracias por las galletas. Siempre me han gustado, y aquí donde estoy, no las necesitamos. Ha sido un placer volver a recordar en la materia mis debilidades del humano que fui en su momento. Gracias”.
 

lunes, 25 de noviembre de 2013

Curso de INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS Y LAS SEÑALES DE LA VIDA


 


Os recordamos que todavía quedan plazas para el Curso de INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS Y LAS SEÑALES DE LA VIDA, que se realizará los días 6/7 de diciembre (viernes todo el día y el sábado hasta las 14h).

Si sentís que una de ellas debe de ser la vuestra, no demoréis la inscripción o confirmación de asistencia, llamando al Centro LA FONT de Cardedeu: 938455556 (lunes mañana cerrado).

 

Allí nos veremos.

 

Un abrazo.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

A los héroes de su búsqueda

Soy uno de vosotros y mis palabras son la emanación de lo vivido, sentido y recibido. A vosotros os digo, en verdad hermanos de viaje, que aquello que vivís una y otra vez, como si se hubiera pegado a vuestro andar, no es más que una ilusión de vuestra mente.
A todos vosotros os digo, que aunque parezca no poder liberaros de lo que parece perseguiros a lo largo del tiempo, es más insignificante que la verdadera grandeza que hay en cada uno de vosotros.
Mi corazón se abre a cada uno de los que estáis leyendo estas palabras. No son emitidas desde el mínimo interés por mi parte, sino de la esencia del corazón.
Muchos sufrís y estáis viendo o habéis visto como vuestras pertenencias iban desapareciendo ahora una, ahora otra, hasta llegar al “no tener nada”. Vuestro camino parece que no está siendo un sendero de rosas, aunque estéis poniendo todo lo que hay en vosotros para que así sea, hasta llegar a oler el perfume del camino correcto.
Por más mal que lo estéis pasando en estos momentos, no desfallezcáis, porque el ser que hay dentro de vosotros esperando ser manifestado está llamando a vuestra puerta. El dolor y la impotencia de vivir lo que vivís y parecer que nunca se acabe esta situación, es el síntoma manifestado por el ser que se resiste dentro de vosotros. Se está produciendo una terrible lucha entre lo que fuisteis y lo que estáis esperando a mostrar a toda la humanidad.
En su momento, algo os llevó a abrir la puerta de lo nuevo y la verdad en vuestra vida. Este parecer no acabar con la situación, repitiéndose una y otra vez, de una manera reiterada, es la llamada, el aviso de aquel quien sois llamando a vuestra puerta.
¡No temáis! ¡Abriros, y dejar que vuestro corazón os lleve!
Durante años y años, cerrasteis las puertas de aquel quien sois, y ahora, con la densidad en retroceso, el universo os está dando una nueva oportunidad para liberaros de lo vivido y fosilizado en los rincones más profundos de vuestro ser debido a los miedos incorporados enviados desde vuestro entorno de aquel momento.
Lo que fue, ya es obsoleto, ¡dejadlo ir! No queráis alimentaros de lo que en su momento desechasteis, lanzándolo a la basura. Años después, ahora, no queráis recoger lo que ya se está descomponiendo para alimentaros de ello. ¡Ya no! ¡Dejad que lo pasado se aleje de vosotros! ¡Dad la bienvenida a la vida añorada tantas veces en momentos de soledad, incomprensión y silencio!
¡Ánimo amadas almas, porque lo esperado está llamando a vuestra vida! ¿No te das cuenta lo mucho que sufrís ahora manteniendo las actitudes, hábitos, creencias y comportamientos sociales adquiridos en su momento?
La sociedad está quedándose obsoleta en relación a lo que fue.
Las diferentes secciones sociales, como política, economía, seguridad social, religión,….han caducado su manera de ser. Ahora lo nuevo, la Verdad, está llamando a la puerta y muchos de vosotros la habéis abierto y sentís la necesidad de andar con un nuevo calzado más en acorde a como calzabais hasta ahora. Ya no necesitamos ponernos un calzado 4x4 para avanzar. El terreno se ha aplanado. El esfuerzo, la lucha y el insistir una y otra vez en lo mismo, ya no tiene razón de ser. ¡            Ya no, amada alma! Hay un camino mucho más placentero en tu vida y en la de todos los que sentís la llamada de la Integridad.
No más seguir unas pautas que contradicen vuestro corazón. Muchos todavía sufrís y no entendéis el por qué de vuestra situación, viendo como en vuestro cuerpo van apareciendo síntomas no siempre deseados, no sabiendo cómo hacer marcha atrás con ellos.
Hay una gran purificación en todo el planeta y la humanidad. Estáis sintiendo esta llamada que os invita a adentraros en aquel quien sois. Un gran viaje os espera hacia vuestro interior. ¡Inimaginable! ¡Fantástico y emocionante!, donde aquel que lo inicia deja atrás los miedos, y a medida que va adentrándose en su interior desconocido va liberándose de los miedos. Por el camino se os presentan aspectos, aparentemente feroces, pero solo son los últimos intentos de una batalla perdida. Lo que vivís es el último suspiro de lo viejo en vosotros.
A todos vosotros, viajeros hacia la divinidad, os digo que nada de lo supuestamente adverso, es real. Vuestra mente de un pasado parece magnificarlo para que parezca dramatismo, cuando no lo es. Nada de esto es, amadas almas. Mi amor está con todos vosotros. Siento vuestras energías preparándose para el gran duelo final, pero la sorpresa que os vais a llevar si seguís adelante, es que llegará el momento que dejaréis de controlar vuestra vida, y la supuesta adversidad que se pondrá ante vosotros, solo serán los miedos que os retarán a vencerlos. Nada será real, sólo la liberación de lo que fuisteis para renacer entre las cenizas aquel quienes sois en verdad.
Dejad que la Verdad se muestre, porque ésta no está contenida en vivir del pasado, sino en vivir a partir del presente, desde el corazón.
No temáis. Hay esperanza para todos vosotros. Hay una vida nueva esperando ser estrenada por vuestro ser. Dejad que lo que fue se aleje, para dar la bienvenida a la materialización de vuestra voluntad emanada del corazón.
Sois seres impresionantes, llenos de fuerza y coraje, aunque quizás dudes en estos momentos. Solo se necesita poner un poco de Luz en tu interior para poder ver claro. No dejes hundirte por lo que dijeron de ti en su momento. No te creas lo que oíste en un pasado. ¡Tú eres presente, llena de Amor, Fuerza, Coraje y capacidad de ser, amada alma!
El estancamiento que te pueda parecer tu vida en estos momentos solo es la llamada a la puerta del verdadero ser que hay en ti para decirte:
-        ¡Hey! Nunca has estado solo. ¡Nunca! Me tienes a mí, y juntos, ¡nada ni nadie puede alterar tu ilusión para vivir! Abre tu corazón, tu puerta para que nos podamos abrazar, unir y definir el nuevo camino para tu plena realización.  Hace años que estoy intentando llamar tu atención. De pequeño sabías de mí, y ahora, ya crecido, desconsolado por las vicisitudes de la vida, has bajado la guardia, y por eso sientes lo que sientes. Ha llegado la hora de dejarnos ir y llevar por lo que sientes. Deja que yo te saque de este callejón sin salida. Aunque no la veas, exista la salida hacia la Integridad, el Amor y llegar a encontrarte con el Sentido de tu vida.
No podemos continuar siendo lo que fuimos, por eso sientes algo en ti que te hace plantear la vida o reflexionar si no hay otra manera de estar en este amado planeta.
Todo parece tambalearse, y no es fruto de la maldad en el mundo, sino todo lo contrario. Lo que sucede está motivado por el Amor que algunos de vosotros estáis sintiendo e irradiando allí donde os encontréis.
El viejo mundo se muere, y a marchas forzadas. No hay lugar para él. Un nuevo suspiro de todos los corazones de cada miembro de la humanidad se ha unido al soplo divino llegado más allá de la materia para, entre todos elevar, antes que nada nuestra vida, y juntos, la del planeta y magnificar la Divinidad Superior, de la cual todos “nacimos”.
 
¡Levanta tu espíritu! ¡Mira al frente y escucha a tu corazón! Dirígete allí donde te lleve, y recuerda que estés donde estés, tus hermanos de la Luz en todo momento te acompañan y guían tu camino.
Lanza tus miedos al precipicio de lo ilusorio. Deja que tus resistencias, temores y dudas también veas caer en lo más profundo de lo irreal. Luego, haz un suspiro y una respiración profunda, inhalando la fuerza que eres y se derrama por los poros de tu piel, sintiendo el ser completo, entero y lleno de Amor para dar y la capacidad para recibir.
Asegúrate de lanzar también, las lamentaciones que has estado expresando hasta ahora. Aquello que se te ofrece, no hay lugar para ellas.
Entonces, mira nuevamente al frente. Cierra los ojos y ve como todo lo anhelado se convierte en realidad. Cuando sientas la plena realización de tu vida, entonces, y solo entonces, empezarás a andar con el convencimiento que tu voluntad es poderosa, porque aquello que sientes para tu vida ya se ha creado para ti. Ahora, sólo es cuestión de esperar el momento adecuado en esta dimensión para recoger lo que tú creaste con el nuevo ser.
Os abrazo a todos desde mi corazón y lo no vivido y solo deseado, ahora sea tu realidad, gozando de ella en tu dimensión actual.
Tú eres el Héroe de tu búsqueda.
Mi Amor es Uno con todos vosotros.
 
Que el Amor y la Paz sean en vuestros interiores, amada Familia.
 

 

 

 

lunes, 18 de noviembre de 2013

Dios en ti


Aquel a quien nombráis Dios, Yo Soy.

Habito en cada uno de vosotros, en vuestro interior.

Despertad aquel quien sois y me encontraréis.

Dejad que vuestro corazón se abra

para abatir los muros de vuestra condición humana,

y allí me hallaréis con los brazos abiertos para recibiros.

Vosotros sois parte de mí.

Yo no existiría sin vosotros.

Vuestra presencia en esta vida de la materia honra mi espíritu,

mi esencia, Una con la vuestra.

No poned diferencias entre aquel quien Yo Soy y vosotros,

porque somos Uno.

Allí donde estáis, yo estoy.

 

Vuestro estado interior os indicará el camino a seguir para llegar a mí.

Una vez lleguéis a mí, sabréis de vosotros,

y una vez lleguéis a vosotros llegaréis a mí,

porque el camino es Uno, la Puerta es Una.

Allí donde vosotros estéis,

Yo os acompaño en todo momento.

Vuestro nacimiento fue mi presencia en esta dimensión.

  

Sois Amor, y sólo desde el Amor podréis crear,

podréis unificar y armonizar.

Mi presencia aplana el camino y manifiesta la Paz en vuestro interior.

¡Sentidla y me sentiréis!

¡Escuchad vuestro corazón y me oiréis!

Sentiréis mi presencia en vuestro universo interior.

Cuando seamos Uno,

Yo seré con vosotros manifestándome e irradiándome con toda plenitud.

¡Sentid!

¡Abriros!

 

jueves, 14 de noviembre de 2013

El camino de la Ascensión


 
Una vez se encontraban en un rincón de los jardines de un Monasterio, unos discípulos con su maestro.

Éste les dijo:

-        El camino de la Ascensión es como un jardinero que va sacando las malas hierbas de su jardín. Cada uno de vosotros es ese jardinero dispuesto a mostrar lo mejor de él.

A continuación, uno de sus discípulos le preguntó:

-        Maestro, he entendido lo que nos has querido decir, pero, no tengo claro cuáles pueden ser las malas hierbas de mi jardín.

El maestro respondió:

-        Debéis de extraer y liberar de cada uno de vosotros aquello que no os permite mostrar vuestra verdadera naturaleza.

Se hizo un silencio.

El viejo sabio, observó a sus jóvenes alumnos y prosiguió:

-        Vuestros pensamientos no siempre se muestran según vuestra esencia. Cuando no es así, necesitan ser liberados y tener nuevos pensamientos. Cuando aparece el miedo, hay que arrancarlo de raíz, porque frenan vuestro proceso. Necesitáis revisar vuestro jardín, vuestras creencias, pensamientos, emociones, actitudes, gestos e intencionalidad, porque alguno de ellos no sigue el flujo del Universo. Os estáis llenando de malas hierbas, y vuestra belleza queda relegada a un segundo plano, no pudiéndola mostrar por las distracciones de estas malas hierbas, entorpeciendo vuestro proceso de purificación.

En aquel momento, un discípulo exclamó:

-        ¡Ya lo he entendido, Maestro! ¡Hay que regar el jardín con el agua del Amor!

-        Eso es –respondió sonriendo y mirando al joven con una expresión de compasión y bondad.

-        ¿Y qué hacemos con las malas hierbas? – le preguntó otro de sus discípulos.

-        Éstas no os pertenecen. Son vuestras ilusiones ante el convencimiento que sois un gusano, cuando lo que en verdad sois es una mariposa: libre, pura y llena de belleza.

El maestro se levantó y se fue.

Mientras se alejaba oyó al penúltimo joven que intervino, diciéndole en voz alta:

-        ¡Maestro! El Amor nos hará volar, ¿verdad?

El sabio se detuvo. Se giró y sonrió al joven, asintiendo con la cabeza.

Volvió a girarse y continuó su camino.