¿Existe... ?

Una vez hice una charla, una conferencia sobre el pensamiento positivo. En ella pude comprobar como el ser humano, debido a las intervenciones de los asistentes, está muy identificado con la dualidad (las creencias de su entorno, la terrenalidad).
A lo largo de nuestra vida hasta el presente, hemos integrado una manera de vivir y de pensar, y ahora, ya adultos, damos por aceptados que aspectos no innatos del ser humano, sí que pertenecen a la raza humana. Se ha padecido mucho, y uno, a veces, a debido de luchar hasta la extenuación para conseguir aquello que quería y no siempre lo ha obtenido. Estos esfuerzos han sido debidos a las creencias que para adquirir y llegar a alguna cosa en la vida se debe de padecer i esforzarse para conseguir el objetivo deseado.
Querría deciros unas palabras a todos aquellos que pensáis así: ningún malestar, actitud dolorosa o de sufrimiento es innata en el ser humano. Existen, sí, pero como un elemento para llegar a ser uno mismo. Hay quien necesita de ellos, pero no es innato. Sólo los que eligen estos aspectos de dolor y esfuerzo les será dados para superar obstáculos y retos a la vida. No todos lo necesitan, pero en caso que se os presente en vuestra vida, aceptadlos como un regalo que se os ofrece y así tener la oportunidad de poder aprender de aquella situación y así poder continuar vuestro camino de evolución. Hay quien decide seguir su camino de crecimiento sin dolor. Hemos de respetar todas las elecciones que el alma de todo ser humano elige para su evolución.
No es necesario vivir en el dolor, pero en el caso que se presente, es una oportunidad para aprender y crecer. ¿Es necesario? ¡Absolutamente no!, pero ayuda a quien lo elige como compañero de camino.
En esta charla salieron aspectos relacionados con la dualidad que la humanidad vive. Algunas de las intervenciones y comentarios que se hicieron mostraban el pensar y la actitud de la mayor parte de la sociedad que nos encontramos:
Existe el pensamiento negativo como el positivo.
Existe la oscuridad, así como la luz.
Existe el mal, así como la bondad.
Pensar en estos términos sólo es una muestra de cómo nos ha llegado a influenciar las pautas escuchadas y vividas en nuestra infancia y juventud hasta el presente. Aceptar lo negativo, la oscuridad, el mal e incluso el miedo, como se llegó expresar en alguna de las intervenciones, es poner al ser humano en una situación de inferioridad e incapacidad para vivir de una manera tranquila, calmada y estar pendiente de la agresividad y amenazas de nuestro entorno. Así no podemos confiar en los demás. Es vivir en tensión y estar en alerta constantemente. ¿Seguro que esto es vivir? Dar por innato alguna cosa que viene de fuera es no estar conectado con nuestra verdadera esencia.
Respeto cada una de las opiniones, porque este camino elegido por cada uno para vivir le llevará, con el tiempo, a dar pasos para llegar a ellos mismos, y manifestar su verdadera naturaleza.
Lo negativo no existe, solo lo positivo. El pensamiento negativo solo es la contraposición de cuando no pensamos adecuadamente según nuestra naturaleza. Lo positivo es la realidad tal cual, mientras que lo negativo es una distorsión de la realidad que vemos.
No existe la oscuridad, solo la Luz. Cuando ésta no se manifiesta, cuando no hace presencia, es entonces cuando aparece la oscuridad, pero ésta solo es la ausencia de luz.
La maldad no existe, solo al ausencia de bondad. Cuando no hay amor, aparece el desamor, y es entonces cuando nuestra actitud ante la vida manifiesta su maldad en nuestros actos, pero ésta, solo es una consecuencia de la falta de bondad.
No existe el miedo, sólo la falta de amor. Allí donde hay amor, no hay temor. Allí donde hay temor, no hay amor.
Nada es lo que parece en el mundo de la dualidad que vivimos. No existe el pensamiento negativo, ni la maldad, ni los miedos ni la oscuridad. Todos estos aspectos son fruto de la ausencia de alguna de nuestras características innatas de todo ser: Luz, Amor, Conciencia, Bondad,….
Sí, somos seres espirituales perfectos, ilimitados, completos, y solo desde nuestra verdadera naturaleza podremos llegar a entender nuestra existencia y la vida, así como todo aquello que sucede en el universo; mientras, nuestra visión y nuestros pensamientos se basarán en una distorsión de nuestra realidad debido a unas pautas mentales adquiridas que nos han llevado a creer que somos imperfectos. Nada más lejos de la realidad. Hemos de volver a nuestros orígenes y empezar a dar pasos hacia nuestro autoconocimiento.
Saber quienes somos realmente, y no quienes nos pensamos que somos, nos permitirá despertar nuestra conciencia espiritual y empezar a disfrutar de la vida que vivimos, y aceptar los retos, no problemas, que la vida nos ofrece. El dolor llegará a desaparecer, los miedos a disiparse, y nuestra visión de lo que veremos dejará de ser limitada para llegar a entender el por qué de todo.
Nada es lo que parece, y todas aquellas características no amorosas o limitadoras que podáis llegar a tener, solo es un reflejo de vuestra identificación con vuestro pasado. Vosotros sois presente, y vuestro corazón os habla muy claro y alto. Escuchadlo y pensad que sois mucho más de quienes os pensáis quienes sois.
Nada “malo” existe. Solo es fruto de la desconexión del ser humano con él mismo.
Deja que el verdadero ser que hay en ti se manifieste. Solo lo mejor puedes esperar.