miércoles, 2 de diciembre de 2009

El fondo como pilar de la forma

Nuestros sentidos perciben el mundo de la forma que nos rodea.
Hemos aprendido a vivir en un entorno donde la materia es priorizada para crear una manera de vivir, pensar y actuar. Crear desde la densidad lleva a confusiones en la verdadera naturaleza dels ser humano. Se valora la forma como muestra de éxito y estatus, cuando a menudo, solo es un castillo de naipes que a la mínima se viene a bajo y debe de volverse a construir.
El apego a la forma mantiene uns er humano atado de pies y manos a una vida distorsionada y malinterpretada desde los sentidos físicos.
¿Cuál es el verdadero valor de la materia? ¿Cuál es el papel del fondo? Avanzar dando credibilidad al físico, dejamos de poder disfrutar plenamente nuestra existencia. Centrándonos en la adquisición del hecho material, permite que la forma nos atrape y nos haga interpretar la vida según su visió, no tal como es.
Rodeándonos de la forma, ha sido, y todavía ahora, signo de gran prosperidad y reconocimiento. Así ha sido durante siglos cuando debido a las viejas energías, nos han hecho vivir en unos momentos donde la energía de baja vibración abrazava al planeta. Vivir con ella nos hacía caminar desde la ignorancia espiritual, desde la no-conciencia.
A lo largo del planeta Tierra han habido, por suerte, seres de Luz que han ido regando sus lugares donde habitaban, y que con los años, nuevas semillas con conciencia han ido brotando. Ahora, cuando estamos a punto de finalizar el primer decenio de este nuevo siglo renovador, equilibrador y amoroso, ya son millones las personas que han empezado a despertar de la somnolencia espiritual, y unos cuantos más que mantienen las energías de la Tierra, haciéndose responsables de ellas para mantener-la en equilibrio para que el ser humano pueda continuar su evolución.
Cada vez son más quienes se dan cuenta de la importancia del fondo, y no de la forma, y que la presencia de esta a la vida de uno, no quiere decir que haya unos buenos cimientos en el ser que disfruta de estos bienes materiales, pero sí, de aquel que tiene un buen fondo pueda vencer y deleitarse de la forma plenamente.
Vivir en la forma y para la forma crea una adición que atrapa al ser que se aboca plenamente a ella y para ella.
Vivir desde el fondo te permite disfrutar de la vida con serenidad, despreocupación, paz, amor y desapego, porque fluyes y sabes que todo lo tienes, no necesitas "luchar" para conseguir, porque aquello que necesitas o quieres ya lo tienes. Solo es necesario que lo cojas. Todo te viene y las puertas de la vida se abren de par en par.
Desde la forma obtienes solo materia, densidad y una no estabilidad por las preocupaciones surgidas al querer mantenerla y las contradicciones y cuestiones que aparecen en el interior de aquel que sigue esta dirección. Hay un conflicto interno entre el como se actúa y qué siente la persona dentro de ella en relación a su vida. Desde la forma la mente se enturbia y uno se pierde por el camino , donde muchas veces se ha adentrado tanto que no se ve capaz de salir, a pesar que el camino de salida continúa allí.
Desde el fondo, tú eres tú, y tu presencia tiene sentido en esta vida que te encuentras. Siendo tú, conectas con tu divinidad, y la sensació de plenitud y amor es grande. El fondo es quien da la cualidad de vida en uno. Aquello que es invisible es lo qeu da sentido a aquello que es visible en nuestra vida. El fondo fortalece nuestra integridad y la evolución de nuestra alma. Cuando más amoroso es, más podremos dirfrutar de la materia en este mundo donde vivimos. Ser Uno es sentir y mostrar al Dios que hay dentro de cada uno, porque tú eres Dios y tu esencia es Luz y Amor. Tu condición humana te ha despistado, y a menudo, tomar unos caminos o decisiones en la vida según las creencias de la forma adquiridas en vuestra educación. Lo que se ve y se escucha no siempre coincide con lo que se siente interiormente.
Aquello que se siente interiormente crea liberación y bienestar. Aquello que tu corazón te dicta es la sabiduría del verdadero ser que eres. Cuando más se haya trabajado el mundo interior, más se disfrutarà del mundo exterior. Se debe de aprender a vivir en la terrenalidad (materia) desde la espriitualidad (fondo). Vivir la terrenalidad desde la terrenalidad anula al ser humano. Hemos de aportar nuestra esencia espiritual para crear la armonía y el equilibrio en nuestra vida.
Ser uno mismo, representa haber conectado con nuestra espiritualidad, a aceptarla y llevarla a término. Vivir espiritualmente en este mundo de densidad nos permitirá materializar nuestra voluntad y dejar que la vida nos sonría, siendo nosotros.
La espiritualidad te hace libre, la terranlidad te atrapa cayendo en la adicción debido al miedo, anulando tu esencia, el maravilloso ser que eres.
Lo importante es el fondo, no la forma. El obtenerla puede ser una consecuencia del gran amor que hay en uno, cuando el corazón se ha abierto, se siente el Amor en él y se ha liberado de la mente que es la promotora de habernos apegado a la forma. Cuando así es, que se valora por encima de todo a ella, uno se aleja de uno mismo, no disfrutando de la vida, padeciendo y sintiendo un constante malestar en su interior.
El verdadero sentido de la vida se encuentra dentro de ti (fondo), no en los bienes materiales que te rodean (forma).
Aquello que es invisible (fondo) te hace deleitar de aquello que es visible (materia).
Eres mucho más que un cuerpo. Nada es lo que parece.
Que el Amor y la Paz sean en ti.

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