miércoles, 17 de octubre de 2012

Sencillamente soy


A veces, sencillamente soy. Es un estado interior de inmensa plenitud y bienestar, combinado con una gran sensación de un amor no terrenal, un amor puro e incondicional absoluto, conjuntamente con una sensación de protección, comprensión, sintiéndome integrado a algún lugar donde soy respetado, que se cuenta conmigo, ….¡inmenso! Son sensaciones mezcladas definiendo el Todo en una sola, pero que si se empezase a desgranar encontraríamos la individualidad de cada una de las características, sensaciones, emociones y sentimientos independientemente y no acabaríamos de definirlos del todo por la gran cuantidad de ellos que hay en un solo instante. Todos ellos, se agrupan en una palabra que los humanos conocemos: AMOR en su estado más puro, sintiéndose todo nuestro ser y cuerpo repercutidos por él, con todo lo que esto conlleva.
Este sentir que nos pertenece por naturaleza es uno de los mayores regalos que nos hayan podido hacer quienes nos crearon. Sentir nuestra esencia te hace liberar todo aquello que no te pertenece como innato y permitiendo que puedas deshacerte de la densidad terrenal en la que te has ido identificando. Cuando así lo hacemos, la sensación de libertad, empoderamiento y servicio, se magnifican. Tú te conviertes en la predisposición para que la Voluntad Divina actúe en ti. Entonces, el camino se extenderá ante ti para iniciar la etapa de tu realización.
Hay un don que todos tenemos, y este es el SENTIR. Cuando nuestro ser siente algo, hace que esté donde esté, empiece a venir a nosotros. Es el imán espiritual más grande que he conocido. Cuando sentimos, atraemos aquella energía. Sea la que sea.
Sentir nos abre las puertas de la cualidad de vida, la felicidad, el abrir las puertas del Hogar y del ser multidimensional que somos. Todo se basa en el sentir. Podemos pensar y decir. Podemos visualizar y expresar en voz alta, pero si no sentimos, las contradicciones pueden ser grandes. Es como si te sentaras en un coche. Mueves el volante, cambias las marchas y aprietas el pedal del freno cuando quieres, pero si no tienes en coche en marca, no llegas allí donde debes de llegar. O quizás decirlo de otra manera: aquello se va acercando a ti porque estás haciendo servir las herramientas adecuadas para encontrarte o conseguirlo.
Ahora siento. Siento esta paz, armonía, orden, convencimiento como si todo lo consiguiera o conseguiré, amor y calma en mí. Este estado no comporta solo una sensación o sentimiento. Estar en el Hogar representa todo lo que tú eres como esencia. Sentirnos amados, incluyendo por uno mismo, es el preludio de la obertura de las grandes puertas de nuestro Hogar. Poder entrar en él, entonces te das cuenta de quién eres en verdad. Conoces quiénes son tus hermanos, como Uno contigo y tú Uno con ellos. No hay ninguna diferencia entre unos y otros. Todos somos Uno a la vez. Sentimos las energías de los demás, y estas nos activan las nuestras para que podamos sentirlas más nítidamente.
Todo fluye. Todo es serenidad. Nuestro interior se convierte en el universo en nosotros, con la energía existente en él, en cada uno de nosotros. No hay diferencia.
Siento mi corazón como os abraza a todos, con los brazos del amor de mi divinidad, bendiciendo la tierra fértil de vuestro caminar. ¡Avanzad siendo conscientes de lo que sentís a cada instante! Dejad que el Amor y la calma sean en vosotros, porque os abrirán las puertas de un despertar que muchos ya lo habéis vivido. Ser conscientes de lo qué sentimos con cada hecho y situación nos permitirá sanar las resistencias de un pasado, a menudo insistentes, limitando la manifestación de lo qué sentimos que debemos de hacer.
Sentir es la conexión más directa de ti con la energía creadora de toda vida: DIOS.
No hay mucho más que decir, solo que sentid porque os permitirá ir más allá de vuestra comprensión actual. Entonces, la sabiduría es posible adquirirla por haberla experimentado.
Hoy el escrito es un poco más corto que otras veces, porque aquello que se siente no se necesitan palabras, y las que tenemos, no acaban de expresar lo sentido.
Buscad la quietud, la calma y la paz dentro de vosotros. Buscad el silencio en vuestro interior y encontrareis la melodía de quiénes sois en verdad y el Hogar.
Sentir es un regalo y un don innato del ser humano en proceso de ascensión.
Lo que experimentaréis y muchos de vosotros veréis, será aquello que sois, reencontrándoos con el lugar de donde pertenecéis.

Lo que siento por todos vosotros es un gran y profundo amor por vuestra alma y vuestro ser

Que el Amor y la Paz sean en todos vosotros.

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