miércoles, 8 de marzo de 2023

La sala de los espejos

Una vez, alguien asistió a un parque de atracciones, y en él, entró en una sala donde se encontraban diferentes espejos. Su sorpresa fue que en el primero donde se vio, se quedó asombrado por lo que veía. En él vio como su cuerpo era una pieza de puzle. Se extrañó mucho al ver lo que veía porque su cuerpo no aparecía en aquel espejo, solo como si fuera una pieza de puzle.

Se quedó unos momentos sorprendido donde el silencio y el desconcierto aparecieron en él.

Los demás que estaban junto a él se reían y divertían por cómo veían su cuerpo reflejado en cada uno de los espejos.

Nuestro joven, sorprendido, no dejaba de mirarse y percibía como si él tuviera que estar en alguna situación para que encajara su pieza, su ser.

De repente vio como un niño pasó por allí medio llorando. Nuestro joven se dirigió a él y le preguntó por qué lloraba y si se había perdido. Él le respondió que sí moviendo la cabeza dando la conformidad que así era. El joven le cogió de la mano y lo llevó por dentro de aquella sala. Al dar el primer paso miró nuevamente al espejo y vio como su pieza encajaba con la de aquel niño.

Nuestro ser se quedó atónito al ver cómo esta situación de ayuda encajaba con otra pieza. A los pocos pasos, oyó una voz de mujer que decía:

-         Estoy aquí, cariño. No te preocupes que vuelvo a estar contigo – le respondió la madre de aquel niño.

Nuestro ser dejó que su madre se encargara de él y se dirigió nuevamente a los espejos. Allí volvió a ver su pieza de puzle sola.

-         Este no es mi cuerpo – se dijo en voz baja.

De repente oyó como si alguien le hablara, diciendo:

-         Tu presencia es parte del todo, y tu estancia allí donde estés tiene un sentido para poder colocar tu pieza y encajar en el sentido existencial de donde te encuentras.

A continuación, después de contemplarse en aquel espejo, decidió pasar a otro. En este segundo vio a alguien que no era él. Era como una luz que salía de su corazón, y ésta luz le decía:

-         Lo que llevas en tu interior refleja el amor a compartir. Procura compartirlo con todos aquellos que lo puedan llegar a necesitar. Tú eres una Luz esperada para que aquellos que te rodean puedan sentir la seguridad y el apoyo de abrir sus puertas interiores. Acabas de ser la Luz que ha iluminado la seguridad y el apoyo del niño que acabas de llevarlo a su madre, nuevamente.

Nuestro ser quedó plasmado al ver y sentir lo que veía y sentía dentro de sí, al igual de lo que recibía como si alguien le hablara.

Finalmente, y por curiosidad quiso ir a un último espejo. Al llegar, se vio como dando la mano y paseando consigo mismo. Era como si él mismo se llevara de la mano para ir allí donde debía de ir, según su sentido existencial. Veía como los dos seres que percibía al otro lado del espejo se miraban y reían, sintiéndose amados, respetados, contentos y como si se encontraran en el camino adecuado en sus vidas.

Así es en ti.

Tu Luz y tu Esencia llevarán a tu pieza al lugar adecuado para que pueda encajar y llevar a término aquello que has venido a hacer según tu misión.

Confía en ti y siéntete. Tu interior te llevará a tu realización.

Que el Amor y la Paz sean en ti.   

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