miércoles, 24 de septiembre de 2008

La prosperidad a través del amor

Vivimos en un entorno donde el mundo de la forma predomina ante los actos de nuestra cotidianidad, y el elemento de intercambio es el dinero. Debido a la valoración que se hace sobre estas piezas de metal y papeles impresos denominados dinero, nuestra vida se ha aferrado a él como una herramienta de subsistencia y fundamental para vivir, y por lo tanto, “el dinero es lo más importante en la vida” – como he oído decir a alguien.
Nuestra vida gira entorno al dinero, y cuanto más podamos llegar a tener, mejor nos encontraremos. “Dios mío, que nunca me falte”- puede llegarse a exclamar.
¿Qué me decís de tener un buen coche, moto o transporte adecuado para la vida que llevamos o poder realizar el hobby que más nos apetezca? ¿Y el hecho de poder disfrutar de nuestro tiempo libre, yendo al cine, al teatro o a un buen restaurante o pudiéndonos comprar aquello que deseamos?
Vivimos en un mundo donde todas estas imágenes de querer y poder tienen una fuerte imagen para el ser humano. Para todo lo expuesto anteriormente se necesita dinero, por lo tanto, ¿hay motivos para decir que sin el dinero no se puede vivir? ¿Tan importante es el dinero para nuestra existencia? La sociedad se encarga de transmitirnos de tópicos “interesantes” para proveernos de más y más dinero, porqué cuanto más tengamos, mejor. Cuanto más rico, más importante seré y mas integrado estaré en el mundo que vivo.
Desgraciadamente, gran parte de la humanidad todavía piensa así, donde el dinero es una manera de reprimir las emociones y esconder los miedos. Vivir para el dinero para que éste se vaya multiplicando cada vez más, es dejarse llevar por el consumismo, y resulta que cuanto más tenemos, más queremos. Esta es la rueda que gira en el entorno en el cual nos movemos.
Vivimos en un mundo donde predomina ante otros aspectos, no visibles aparentemente, pero que dan sentido a nuestra existencia.
¿Es bueno tener dinero? ¿Es ético y moral ser rico?
A menudo, el tener dinero se asocia a tener problemas y a aspectos terrenales.
Bueno, y aquí va la respuesta de tantas preocupaciones existentes entorno a este aspecto:
EL DINERO ES ENERGÍA.
- ¿Qué quieres decir, Jordi, con que el dinero es energía?
- ¿Qué pensaríais si os dijera que el dinero y la espiritualidad van unidos, son uno?
- ¡No puede ser! La espiritualidad es una cosa y el dinero no tiene nada que ver con ella porque pertenece a la terrenalidad – podéis llegar a exclamar.
Os he dicho que el dinero es energía, y por lo tanto, depende de cómo nosotros hacemos servir la energía en nuestra vida podremos atraer el dinero o retrasar su presencia en nosotros. ¡Pero atención! Como energía que es no será necesario esforzarnos en conseguirlo.
Mientras queramos alcanzar la prosperidad desde una falta de conciencia, el dinero consistirá en una lucha constante para atraerlo y mantenerlo junto a nosotros. Esta actitud nos aportará preocupaciones, problemas, nervios, angustias y bastante malestar, no llegando a disfrutar de la vida con la cualidad que se necesitaría. Por eso se asocia los problemas al dinero, y debido a estas creencias, lo pasamos mal cuando creemos que la prosperidad sea en nosotros, o cuando tenemos una entrada generosa, desaparece rápidamente de nuestras manos porque empiezan a surgir situaciones de gastos.
Vivir desde la terrenalidad, la falta de conciencia, nos apartará de nuestra verdadera esencia, y por lo tanto, el quejarnos o culpabilizar será nuestra actitud más habitual.
Ahora imagínate que haces servir la energía de tu vida desde el corazón, desde el amor. Según una ley espiritual, energías iguales se atraen, por lo tanto, el amor atrae amor. Aquello que damos se nos retorna multiplicado. Este amor, no es darlo a los demás, sino, sobre todo, ¡¡¡ a ti mismo/a primero!!! . No estoy hablando de egoísmo, sino de amor. Cuando más sientas el amor en ti, más abrirás las puertas de tu poder interior. Tu fuerza espiritual empezará a manifestarse, y te irás dando cuenta, entonces, que puedes llegar a tener para todo lo que necesites.
Abre tu conciencia y deja que el amor abrace cada pensamiento, cada actitud, cada palabra y gesto de tu vida. Actúa con bondad y amor, con compasión y respeto. Sólo desde el amor podrás disfrutar una vida de plenitud y felicidad, … siendo rico …. a todos los niveles.
El amor es la energía de más alta vibración existente. Éste es la fuente del resto de las materializaciones: afectividad, dinero, bienes materiales, calidad de vida, creatividad, sabiduría,… El amor es tu verdadera esencia, y es desde el amor que puedes llegar a disfrutar de la vida con plenitud. Cuando dejes que el amor sea en ti, te irás dando cuenta como irás atrayendo sin esfuerzos, aquello que desees, porque aquel que se ama, está liberado de su mente y atrae según su voluntad, Una con la del Padre, Fuente creadora de toda Vida y Prosperidad.
El amor sin conciencia espiritual, crea sufrimiento y dolor.
El amor con conciencia crea bienestar para ti y todos los que te rodean.
El ser tú, te permitirá atraer aquello que esté en tu camino según el proceso que ha de seguir tu alma en acuerdo al Plan Divino que cada uno tiene.
Se dice que el amor lo puede todo, y es así, cuando permitas que tu vida sea guiada por él, que te hablará a través de tu corazón. Conócete y sentirás el amor en ti. Este guiará tus pasos y conseguirás atraer aquello que necesites para dar el siguiente paso.
Aquel que se entrega al Padre, nada le falta. No temáis y dejad que vuestro corazón os guíe.
La prosperidad vivida con paz interior y “despreocupación” (sin apegos) tiene que ver con el amor, no con el dinero. Éste es una consecuencia del gran amor que hay en ti. Cuando así es, todo va bien y nada te falta.










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