miércoles, 10 de septiembre de 2008

En medio de la nada

Andando por la vereda del firmamento, destellos de luz iluminan mi camino. Manifestando la serenidad de mi interior, la paz de la existencia abriga mi presencia y mi intencionalidad.
Como en medio del todo, mi esencia absorbe el alimento que nutre mi espíritu, procedente de la Fuente creadora de toda vida. A ella me dirijo y de ella provengo.
No hay mayor bienestar que sentir tu procedencia en tu interior y permitir que ella guíe tu intencionalidad.
En medio de la plenitud en la cual me encuentro diviso la motivación que llevó a la creación de nuestra presencia en un planeta denominado Tierra. En medio del silencio y de la nada puedes ver el sentido de todo lo creado y sentir la energía que motivó nuestra existencia. El Amor que hemos podido escuchar que era, no era. Nuestra verdadera esencia es este Amor en su estado más puro e incondicional. Sí, desde aquí donde me encuentro puedo ver más allá de mis connotaciones humanas y percibir la intencionalidad de todo el firmamento.
Destellos de plenitud atraen a mi esencia energías llenas de Amor y seres resplandecientes, de una luz indescriptible y de unas tonalidades no existentes en el mundo de la forma donde me encuentro en esta vida actual.
Todo es silencio y comprensión. Todo es paz y serenidad. Sólo el Amor habita en este espacio donde me encuentro. Todo es ahora. Desde el no-ser y la nada percibo el verdadero significado de la mayor intencionalidad nunca manifestada. Aquí todo es posible. Tu máxima magnificencia es posible, y entonces, y solo entonces, uno se da cuenta del verdadero sentido de lo creado.
Tu eres parte de la creación. Tu eres integrante de la belleza del universo. Sólo eres, sin más. ¡Eres tan grande!, ¡hay tanta belleza en ti!, que sientes plenitud inmensa e insignificancia a la vez, pero que todo tiene sentido tal como eres. Percibes el significado de tus primeros momentos de vida hasta el presente y te das cuenta que sin ti, el firmamento no sería el mismo. Tu eres parte de él. Tu eres pieza fundamental del Gran Plan Divino, diseñado por la energía de más alta vibración jamás creada: el Amor. Estando aquí donde me encuentro en estos momentos siento la fuerza, la verdadera esencia de esta energía creadora de toda vida. Soy uno con ella, y siempre lo he sido. Desde mi estado actual soy conciente de la unicidad con el Todo.
No hay mayor gozo que sentirse parte del Creador y la Creación.
Me encuentro en medio del espacio infinito de nuestro sostén. Hay silencio y una gran sensación de protección, ternura, guía, alegría, ilusión, serenidad, fuerza, calma, unidad y amor, mucho amor, envuelto en una miríada de luces de diversas tonalidades, todas ellas pendientes de ti para que nada te falte.
Sólo el Amor puede crear y hacerte sentir tanta dicha existencial. Tu eres parte de él. Tu eres Amor.

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