miércoles, 8 de octubre de 2008

Las propiedades (palabra del Padre hacia sus hijos)

Vivís en un mundo donde se os enseña a pegaros a las cosas materiales, a poseer cuanto más mejor, pero no se os enseña a desligaros de todo aquello que adquirís y os rodea. Esto os hace mucho daño. Nadie os enseña a liberaros de la atracción hacia los aspectos físicos de vuestras vidas. No se os muestra la generosidad del Padre.
Pensáis en adquirir constantemente más y más, sin tener presente que todo lo que se os ha estado dado puede desaparecer. Eso os crea contradicciones y os hace enfermar el espíritu. Tenéis miedo, y nada peor que el miedo para aferraros a una realidad ficticia como son las pertinencias materiales. Sin ellas os sentís desvalidos, poca cosa, inseguros. Vuestro espíritu se tambalea constantemente, porqué cada vez más os aferráis al miedo, a aquello que os aleja de vosotros.
Es bueno tener prosperidad. Es bueno sentirse feliz y próspero. Ésta es la Voluntad del Padre. Rodeado de bienestar material no está apartado del camino que os lleva a la Verdad, pero ésta a menudo, se malinterpreta.
Cuando adquirís bienes como una casa confortable, un coche nuevo, una buena cantidad en vuestra cuenta del banco, a menudo, todavía queréis más. Aquí es donde radica vuestra enfermedad; en vez de ocuparos de otros aspectos personales relacionados con vuestro crecimiento interior, continuamente vais pensando en aumentar vuestro patrimonio físico. Os habéis atado a él y esto os aparta del camino.
Es bueno tener una comodidad material, pero debéis de recordar que tal como viene puede irse. Debéis de aceptarla cuando la tengáis, pero no debéis de aferraros a ella como la seguridad de vuestra vida. Cuando vengáis a Mi, estas posesiones no os servirán de nada. Lo dejaréis todo y sólo os recibiré con vuestra esencia. Debéis de aprender a desprenderos de vuestras posesiones. Debéis de liberaros del concepto de propiedad, porqué ahora lo tenéis, pero quizás mañana lo perdáis todo. Nada terrenal es vuestro. Todo es efímero, temporal.
El ser humano está enfermo. Su alma camina por terrenos que pertenecen a la locura. Habéis cambiado el significado de la vida. Debéis de abrir los ojos del corazón y dejaros llevar por él para poder conectar, nuevamente, con vuestro camino.
Sois espíritu, pero todavía sois pocos que lo sabéis. Las sombras de un ficticio bienestar material ofuscan la Verdad. Hay niebla en vuestro camino, prefiriendo andar por la oscuridad que resguardaros en vuestro interior hasta que aparezca la luz en vuestra vida y podáis ver cual es el verdadero camino a seguir.
No soy Yo quien os ha traicionado. Vuestra alma está enferma y solo de vosotros depende el curarla. Predisponeos y abrid vuestro corazón.
La felicidad se encuentra en vuestro corazón, no en el dinero.

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