jueves, 8 de agosto de 2013

Paseando con Hermanos


-        ¿Y este mundo? - pregunto
-        Dejará de existir – me responden
-        ¡En su momento! – exclamo.
-        ¡No! Dejará de existir tal como es. Aquello que contiene cambiará su forma y sus habitantes no serán quienes ahora son.
-        Bueno, esto es esperanzador.
-        ¡Sí, sí que lo es! – me responden.
-        Andar titubeando no es nada seguro – digo.
-        La inseguridad dará paso a la certeza de lo que hacer. Habrá respeto y equilibrio. Desde la armonía todo será posible – me dicen.
-        Este barrido actual está removiendo los cimientos puestos hasta ahora – añado.
-        Ya no tienen sentido su existencia. La casa que estáis construyendo es más sólida, amplia, soleada y firme que la que habitabais hasta ahora – prosiguen.
-        ¿Y todo esto? – refiriéndose a los movimientos y numerosas muertes que se producen en nuestro planeta.
-        Nada es lo que parece – me responden.
-        ¿Y? – pregunto.
-        No hay nada en el universo que no tenga un sentido de existir tal como está existiendo. La Voluntad se está llevando a término.No hay universo que no contenga la semilla de quien nos creó. Esta es la tendencia, la dirección a seguir por todo aquel que se ha ofrecido para experimentar en otras dimensiones que no sea la de vuestra esencia.
-        Lo sé – expreso.
-        Sabemos que lo sabes, hermano de la Luz encarnado.
-        Desde este lado donde he podido llegar a lo largo de mis años lineales he podido darme cuenta y entender el significado de tus palabras. Ahora me son familiares y comprendo más allá del raciocino que me fue instaurado cuando encarné. Ahora comprendo el orden, el sentido y el Amor de todo lo que está sucediendo en mi mundo, a la vez que mi corazón se alegra al ver la realización de lo sucedido por llevarnos hacia la estabilidad de los seres, y la ascensión de las almas que vivimos estos momentos cruciales para la humanidad, el planeta y todos los universos. Me siento en paz, abrazado por vuestro amor y el del Hogar. Hay comprensión en mí de lo que sucede – digo.
-        Esta es la sabiduría del alma, de tu verdadero ser, más allá de toda condición humana. Cuando se transciende, solo queda quien eres, y éste, se une a nosotros, los Hermanos para elevar la Consciencia Divina en cada uno de los habitantes de este espacio infinito más allá del tiempo. Solo queda el no-espacio/tiempo. Cuando te conviertes en lo infinito, entonces, tus obras son infinitas. Ves tu magnificencia, y tus capacidades de lo que denomináis Divinidad. Esta Divinidad es vuestra manifestación del verdadero ser que sois. No sois alguien, sencillamente sois. Así sucede en el universo que habitáis. Aquello que denomináis dioses, solo es la pureza de las energías existentes desde el amor, la intencionalidad pura e incondicional.
-       
-        Todo es consciencia en estado de evolución. Todos nos encontramos en servicio a la Consciencia Superior que alimenta a todos nosotros, incluyéndonos, aunque nos encontremos en otras dimensiones superiores a vosotros. (Pausa). Vuestro Gran Despertar os hace acercar a quienes sois realmente y poniéndoos en contacto con vuestro empoderamiento. Os está llevando a vuestra verdadera naturaleza. No sois diferentes a nosotros, porque no existe el nosotros en relación a vosotros. Nuestra esencia es la misma y el alimento de quienes somos también.
-       
-        No os dejéis confundir por la forma. Transcended la materia y os daréis cuenta de lo que os decimos. No hay diferencia alguna en quien todos somos. La manera de llevar a término el camino del alma, es lo que puede confundiros debido que habéis elegido un cuerpo u otro. No es el cuerpo vuestra esencia, sino lo que contiene vuestro interior dentro de vuestro cuerpo. Es el contenido lo que nos une, no el envoltorio.
-        ¡Confunde tanto a los humanos! – comento.
-        El camino se está abriendo cada vez más, porque ha llegado la hora, según vuestra evolución de adentraros y volver al Hogar, sirviendo a la Fuente Creadora de toda Vida. Somos Uno, y la hermandad se está encontrando y reuniendo. La Unicidad inicial se está materializando en vuestra era. Grandes cambios acontecerán en vuestro planeta. Éstos ya han empezado. El Cielo empezará a instalarse en la Tierra. Se crearán lugares donde nos podréis encontrar. Resguardaros en vuestro corazón y escuchad su voz, porque seremos nosotros, junto con vosotros, que iremos regando las semillas ya plantadas.
-        Amén. Que así sea.
-        Así es y será – me responden.
-        ¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya! – acabo diciendo.

1 comentario:

M. J. Verdú dijo...

Un placer aterrizar y descubrir tu blog