miércoles, 4 de marzo de 2015

El fin de la magia. La hora de los milagros

El tiempo de la magia se aleja  cada vez más de nuestro Ahora, de los tiempos que vivimos con la presencia de una energía superior a la de los magos y chamanes de años atrás y nuestros ancestros.
Todo tuvo su espacio y tiempo para dar un empuje y replantear la posibilidad de una vida, no mejor, sino con una cualidad y nivel amoroso muy superior a lo vivido hasta entonces.
Las energías han sido transmutadas donde lo exterior ha sido transformado y modificado hacia lo interior.
Basarnos en elementos externos a nuestro ser fue el primer paso para deslumbrar la capacidad de cada ser para conseguir y materializar aquello que deseaba. Surgió el mago, el chamán, la wicca y otros humanos etiquetados como seres con unos dones más allá de lo terrenal.
Eran tiempos de la No Consciencia.
Los decenios y siglos fueron pasando y estos primeros pasos interiores llegaron a un punto donde sus acciones empezaron a distanciarse y a quedar obsoletas con la nueva energía establecida en el planeta. Estos seres continuaban según sus ancestros, cultura, creencias y los traspasos familiares, de generación en generación, hasta llegar a ellos. Las energías iban elevándose, pero ellos continuaban basándose en el exterior para conseguir sus propósitos, tanto para ellos mismos como para los demás.
La presencia de estos seres encarnados fue necesaria para continuar con el proceso de las almas encarnadas en este planeta. Fue necesaria hasta un punto del camino. A partir de aquí, aunque todavía mantienen su etiqueta, sus energías no siempre son las adecuadas a los tiempos actuales.
Según diferentes diccionarios consultados, la palabra magia es definida de la siguiente manera:
Arte o ciencia oculta con que se pretende producir resultados contrarios a las leyes naturales, valiéndose de ciertos actos, palabras, o con intervención de seres imaginables, seres sobrenaturales o de fuerzas secretas de la naturaleza.

¡Con qué facilidad se aceptan conceptos basados en una manera de vivir estándar según los cánones convencionales de una sociedad, cultura o tradición!
¿Sabéis?, en el proceso de Ascensión de nuestra alma, una de las claves para que así sea es el desapego, el liberarse de todo aquello que lo pueda llegar a condicionar o limitar para que uno mismo pueda llegar a él y manifestarse según su verdadera naturaleza.
En relación al concepto de magia (siendo mago/a todo aquel que realiza magia) nos transmiten que:
1.       Vivimos en contra de las leyes naturales.
2.      Es desde nuestro exterior que podemos estabilizar o conseguir algo en nuestra vida o la de los demás.
3.      Nosotros, como seres individuales, somos limitados y nos creemos incapaces por nosotros mismos, llevar a término aquello que queremos en nuestra vida.
4.      La presencia de seres oscuros y de la luz. Se acepta una dualidad externa de “buenos y malos, de luz y oscuridad”.

Amadas almas, ¿comeríais algo que tirasteis ayer al cubo de la basura, teniendo alimentos frescos, sanos y saludables a vuestro alcance? Esto es lo que nos priva darnos cuenta cuando creemos en la magia ancestral, tal como se ha venido realizando durante decenas de años hasta nuestros días. Es vivir con una energía obsoleta que puede llegar a confundir a las almas de los nuevos tiempos.
Vivimos en sentido contrario a nuestra naturaleza porque valoramos más lo exterior que a nosotros mismos. Centramos nuestra vida en querer tener un papel social y enfocados hacia nuestro exterior para encontrar las respuestas, la calidad de felicidad que queremos, el bienestar deseado, la pareja adecuada y todo lo necesario para llegar a ser nosotros y sentirnos bien.
El verdadero camino hacia la plena realización, bienestar y armonía en la vida se encuentra dirigiéndote hacia tu interior. Allí encontrarás al verdadero ser que eres, con todo tu potencial adormecido, y tu corazón dispuesto a guiarte en tu camino. Nada de magia existe aquí, solo la conexión contigo mismo para materializar, conseguir, obtener y sanar.
Las puertas, cuando te adentres a ti mismo, van a empezar a abrirse sin esfuerzos y vas a darte cuenta, porque este día llegará, de la Divinidad que eres.
Dios no necesita magia. ¡Él ya es la fuente de creación!¡Tú eres esta fuente esperando ser reconocida por tu ser y darte cuenta que lo importante en tu vida se encuentra en ti, en tu interior. No necesitas elementos externos para llegar a ser tú.
No hay ilusionismo (magia) en tu proceso, solo la responsabilidad tomada por ti mismo en relación a tu vida. Tu fuerza emana de ti. Eres divinidad encarnada, y para llegar a este punto, debes de liberarte de las energías del mago/a, chamán, brujo o wicca que a lo mejor fuiste en otros tiempos. Hubo una razón de ser. No ahora.
Las energías que ahora nos acompañan son de alta vibración para que el Dios que eres pueda llegar a manifestarse.
Es la responsabilidad hacia tu vida y la toma de poder de aquel quien en verdad eres, que hará elevar tu alma y puedas ver la VERDAD de la existencia.
Ha llegado la hora de mostrarnos con toda nuestra plenitud y materializar aquello que sentimos.
El ritual da paso a la Voluntad, lo exterior a lo interior, lo limitado al empoderamiento absoluto, porque la Energía Crística de los tiempos actuales te accede a tu plena manifestación al mundo para que el Sentido Superior por el cual encarnaste pueda ser llevado a término con toda su majestuosidad y plenitud.
Vivimos tiempos gloriosos, únicos para las almas de este planeta.
Liberarnos de lo viejo para dar paso a lo nuevo, pero no es que sea nuevo, sino que siempre ha existido en nuestro interior y ahora ha llegado la hora de mostrarlo.
La magia ya no tiene sentido en nuestros días, esta magia chamánica, ancestral. No hay nada oculto a los ojos de aquel quien somos.
La magia ha dado paso a la materialización según nuestra Voluntad.
Es la hora de los milagros, de las intervenciones divinas en cada uno, y para que así sea, cada una de vosotras, queridas almas de viaje, deberéis de conectar con vuestra verdadera esencia, y con ayuda de vuestro corazón, os presentaréis ante el mundo con todo vuestro resplandor, colaborando con el Gran Plan Divino Superior.
Responsabilizándonos de nuestra vida llegaremos a ver los milagros en nuestro camino.
Vivimos el tiempo de pasar de la magia a los milagros.

Todo milagro – como dijo Jesús – es una intervención divina”.

Bienvenida Divinidad, al Ahora de tu manifestación.

Que el Amor y la Paz sean en ti.


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