jueves, 12 de marzo de 2020

Luz en la niebla interior


Amada madre, las palabras de hoy proceden de tu presencia en mi vida y del ir cogidos de la mano a lo largo del camino que estás viviendo. Da gusto verte en los tiempos actuales, teniendo presente, que hace años, no manifestabas el lado alegre de la vida. Tu vivencia actual hace que los que estamos a tu lado podamos saber de ti en este abrazo del alzheimer que te acompaña a lo largo de tus años.
Me alegro cuando veo que toda tu parte de espontaneidad y apertura se manifiestan de una manera innata como si tu niña interior estuviera contenta de estar con nosotros.
Tus momentos, liberados de un pasado y el futuro, hacen que sencillamente estés. Vives el presente lleno de tus actitudes y espontaneidad basada de tu pasado ya ignorado. Tus palabras ya no tienen un sentido para aquel que las escuche. Creas situaciones no existentes, creyendo que las viviste, convencida que así fueron.
Las palabras nunca fueron una parte notable en ti, y ahora, solo son un complemento con hojas arrancadas de tu diccionario, donde las que todavía constan, suplen a otras, convencida que así es. Quedan ya pocas hojas, pocas palabras.
Amada madre, mi amor está contigo. Mi presencia te da la calidez que necesita tu ser al verme. Nos abrazamos, nos besamos y veo que al estar junto a ti, te abres y sientes una comprensión y respeto que no siempre fue así. Alguna vez me intentaste hablar sobre tu situación, aunque no con las palabras adecuadas. Querías abrirte a mí. Yo te escuché y te entendí. Te acepté, mostrando la comprensión de tu situación.
Tu vida está almacenada dentro de tu armario interior. Cerrado con llave, sin encontrarla para poder abrirlo y liberar todo aquello que te llevó a este estado actual.
Siento una gran ternura hacia ti. Siento una compasión incondicional hacia tu ser. Sabes que puedes contar conmigo y con tu pareja, mi padre. Tenemos la suerte de poder estar a tu lado y poder continuar juntos este trayecto donde cada vez más, parte de ti se va ocultando, dejando solo el físico. Parte de tu vocabulario ya se ha ido. Tus expresiones son tópicas sin ningún sentido, basándose en la diplomacia aplicada a lo largo de tu vida. Tu andar todavía sigue activo, aunque necesitas una seguridad, acompañamiento para mantener erguido todo tu ser físico y no tambalearte, tropezar o caer. Encantado de poder estar a tu lado en momentos como éste.
Te veo sonreír, hacer bromas y untar tu pasado en cada instante sin ser consciente de ello. Conociéndolo por mi parte, solo puedo mirarte y hacerte una sonrisa cálida y comprensiva hacia todo lo que intentes expresar.
En estos tiempos de grandes cambios, también tú los estás haciendo. Estás dejando de ser quien eras, para mostrar un poco más, la niña interior que siempre ha estado en ti. Ella se encontraba cerrada en el armario, pero tú, al desaparecer inconscientemente de ti, se ha ido manifestando, cada vez, con más perseverancia para poder llegar a expresar la parte más alegre y divertida de la vida.
Ahora ríes, donde la expresión de tus bromas constantes proceden de tu estado emocional interior perteneciente a tu pasado. No eres consciente del contenido de tus expresiones, pero sí de las ganas de expresar y crear un buen ambiente a tu manera. A veces papá y yo nos hemos mirado y sonreído por tus manifestaciones y expresiones.
Amada madre, la vida te ha llevado hasta este punto. Aunque ahora ya no recuerdes nada, así lo acordaste. Así lo acordé yo también, el hecho de estar a tu lado estos momentos de tu vida.
Continúas teniendo ganas de salir de casa y no quedarte en ella. El sol es tu aliado, permitiendo que masajee tu piel, sintiéndote orgullosa cuando ves que ésta se vuelve morena por los rayos solares. Tu aspecto presumido hace que te sientas bien.
Madre, tu luz nos está llegando y cada vez más a aquellos que estamos a tu lado.
Te amo, amada madre. Mi amor siempre está contigo y sabes que así es. Me buscas con la mirada y luego me sonríes. Con un gesto divertido, sin palabras, conectamos permitiendo que una sonrisa se exprese en nuestro ser mirándonos. Tu proceso va a más, yendo tu niña interior, manifestándose cada vez más, también.
Para una relación no se necesitan las palabras, así como la actitud mental que se tiene ante la vida. Sólo desde el corazón podemos acercarnos y sentir la presencia del otro, sea la situación que sea de la otra parte; en tu caso el alzheimer. 
Me complace poder ver tu sentido del humor, tu sonrisa, cuando ríes, o cuando expresas mímicamente algún gesto en tu expresión facial o gestual. Me alegra ver tu parte más divertida.
Gracias madre por tu presencia en mi vida.

Nada es lo que parece. Todo lo supuestamente dramático y doloroso, no querido para nadie, conlleva una luz que se irradia hacia todos aquellos que rodean al ser que lo vive.
El universo vela por todos nosotros. Todo tiene su sentido.
No estamos solos.



No hay comentarios: