miércoles, 23 de febrero de 2022

El proceso, no el objetivo

 


En la vida de uno hay momentos donde se centra en un objetivo deseado. Nos encontramos en un mundo, en una sociedad, donde lo que predomina es el conseguir los objetivos anhelados para poder tener todo aquello que uno desea. La pregunta que se debería de hacer es: ¿es necesario obtener todo lo deseado, o bien lo que necesitamos? Aquí es donde radica la mayor veracidad de nuestras vidas.

Debido al entorno que uno puede llegar a encontrarse, predominando la imagen, el estatus social y el sentirse valorado por lo establecido socialmente, el ser puede centrarse en la forma más que en el fondo, en los fundamentos de nuestra existencia actual.

¿Cómo es que hay personas que pudiendo, no consiguen ciertos objetivos establecidos como de lo mejor en su sociedad? ¿Por qué no todos consiguen aquello que se proponen? La respuesta se encuentra más allá de lo terrenal. Nadie obtiene lo que desea, sino lo que necesita. Por eso hay quien por más que desee y lo intente, no consigue obtener lo que desea según su mente.

Nuestro proceso evolutivo no consiste en realizar para tener y tener, sino en vivir aquello que le permitirá dar pasos para llegar a él mismo y  poder evolucionar, elevar su alma en este mundo terrenal.

No os desaniméis ni os enojéis cuando veáis que las cosas no son como vosotros querríais. El proceso que uno sigue no consiste en obtener y obtener, viviendo en la abundancia porque sí, sino en ir dando los pasos adecuados para llegar a ser él mismo y poder vivir desde su verdadera esencia.

Los objetivos pueden ser unos deseos mentales, pero no espirituales. Los objetivos no existen en el proceso de uno cuando es consciente de su ser, su vida y del sentido por el cual se encuentra donde ahora está. Los objetivos vienen a ser deseos relacionados con la sociedad y el entorno que se encuentra. Entonces, la pregunta que vendría a continuación sería:

-         ¿No hay que tener deseos y objetivos en la vida?

La respuesta es:

-         ¡No a nivel terrenal!

Uno debe de vivir los momentos que se le presentan. Debe de ir a su interior para saber de él, y allí encontrará todas las respuestas y la manera de actuar ante esta vida actual. Si tuviéramos que resaltar algún objetivo en nuestra vida, éste sería el de llevar a término aquello que uno ha venido a hacer. Cuanto más sea uno mismo, más sentirá que todo lo que necesite le será dado. Sencillamente debe de seguir su proceso, sea cual sea, sabedor que estas vivencias y situaciones le van a llevar a él mismo y a despertar o a aumentar su consciencia.

El ser evolucionado no anhela, sencillamente acepta, sabiendo que todo está yendo bien en su proceso para que él pueda llegar a materializar lo que ha venido a hacer.

Los anhelos y objetivos físicos, terrenales, son mentales, son parte de lo exterior de uno y de las pautas inculcadas y establecidas para todos en la sociedad que vive.

Nos encontramos en tiempos de grandes cambios interiores en cada uno. Desde el año 2020, y sobre todo el 2021, ya se nos hizo saber desde el universo que era un tiempo para redefinir nuestra vida y empezar a crear los fundamentos para vivirla, teniendo presente que la nueva vida estaba relacionada con el Gran Plan Divino de cada uno.  He llegado a conocer a personas que están dando estos pasos, y puedo decir que sus vidas están cambiando notablemente para un mayor bien y bienestar interior del individuo.

Los objetivos, muchas veces pueden alejar al ser de su camino de ascensión. Todo objetivo material, conlleva un bloqueo y estancamiento del ser.

Cuando tus anhelos proceden de tu interior, dejas de buscar y buscar para conseguir, dejándote llevar por lo que puedas llegar a vivir, aprendiendo de todo lo que se te está dando y experimentando. Ya no anhelas. Sabes perfectamente que lo vas a conseguir, y lo que se hace, es abrirse a todo lo que la vida puede darte, sabiendo que esto, es lo más adecuado para ti. Es entonces cuando recibes todo lo que necesitas, no todo lo que deseas. Cuando es lo que necesita tu ser te hace reflexionar para encontrar la luz en los aspectos interiores que están relacionados con tu proceso evolutivo. Uno llega a no esperar nada, solo se abre para recibir lo que tenga que recibir, y a mayor consciencia, incluso llegará a saber lo que se le avecina.

Cuando la persona ya fluye ante la vida y vive según va sintiendo en su interior, entonces, los pasos a dar en su proceso serán para materializar aquello que siente en su interior relacionado con el sentido de su presencia en esta vida.

Los grandes maestros espirituales que han estado en este mundo, no anhelaban, solo aceptaban y hacían aquello que sentían para el mayor bien de todos, y para sentir la paz, la serenidad, el amor y la plenitud dentro de sí.

En los tiempos que vivimos cada vez hay más seres que han empezado a despertar su consciencia, y algunos a aumentarla a niveles más altos. Sus vidas se están estabilizando y encontrando el bienestar, cada vez más, en ellos.

No es cuestión de tener objetivos, sino de aprender a aceptar todo aquello que necesitemos para nuestro proceso, no siendo todos conscientes de que lo que la vida nos da está relacionado con nuestra evolución interior.

Este es uno de los pasos a dar en esta nueva vida que estamos iniciando este año. Muchos de vosotros notaréis cambios en vuestro ser. Éstos serán debidos a vuestra predisposición de ser vosotros mismos. Vuestro corazón os hablará y os susurrará el sentido de vuestra presencia en esta vida actual.  Sentid y sabréis lo adecuado para cada uno de vosotros.

Con todo lo comentado hasta ahora, lo podríamos resumir diciendo que todo aquello que podáis llegar a sentir en vuestro interior según vuestro autoconocimiento, aceptadlo; y todo lo que provenga de vuestra mente para querer algo, sólo regará las raíces de vuestro malestar, y sobre todo, si lo deseado no procede según uno querría.

El proceso es lo que nos hará evolucionar. Nos hará aprender, independientemente si llegamos al objetivo o no. Hay quien no llega, pero ha adquirido unos conocimientos y un esclarecimiento de aspectos de su vida que le han permitido hacer las paces con él mismo. El proceso es la clave de nuestra evolución. El conseguir unos resultados según uno quiere, a nivel terrenal,  no es parte del sentido por el cual nació en esta vida actual.

Todo lo que podáis llegar a necesitar os será dado. Cuando uno acepta lo recibido y, desde su interior percibe el sentido del por qué, entonces es cuando superará los momentos vividos para empezar a sentir la relajación, la paz y la serenidad interior.

Nuestra vida tiene un sentido, por eso cada uno, sigue un proceso concreto, porque los que experimentará estarán en acorde con los supuestos objetivos a querer conseguir. Al final, se dará cuenta del bien que le ha producido vivir lo que ha vivido.

Todo proceso proviene del AMOR.

 

No hay comentarios: