miércoles, 26 de noviembre de 2008

Parte del Todo


Teniendo presente las vicisitudes que el ser humano atraviesa a lo largo de su vida, llega a tener la sensación que cada uno va por su lado, haciendo frente a las situaciones, sintiéndose desconectado con los que le rodean. Uno llega a pensar que: “lo que me pasa a mi no tiene nada que ver con la vida de los demás”, y que cada uno es un mundo ajeno al de los demás. Uno puede llegar a pensar que la vida es injusta y está mal distribuida, donde unos tanto, y los otros tan poco. Cuando uno llega a estas conclusiones, parece encontrarse solo, disgregando la posible unidad que pueda haber entre los hombres.
Podéis sentiros solos y en manos de un azar no siempre querido. Parece darte la sensación que eres una parte olvidada del bienestar humano que hayáis podido sentir alguna vez. Parece como si todo apoyo de tu entorno hubiera desaparecido, encontrándote en medio de un proceso que no siempre ve la luz que te indica la salida de tu dolor interior y preocupaciones. Cuando lleguéis a este estado de disgregación con vuestro entorno, es cuando te encuentras en medio del mayor desconcierto que uno pueda llegar a sentir. Parece que estás abandonado de las bendiciones de la vida, cuando lo que te sucede es que te estás olvidando de recordar quien eres y la relación con tus semejantes y el universo.
Eres parte de un Todo. Tu concienciación sobre tu esencia te permitirá sentir la proximidad de todos aquellos que te rodean y su finalidad en relación a ti y a un Plan Superior.
Todos estamos unidos energéticamente. Nuestra espiritualidad nos une y nos atrae a los demás. Cada uno de nosotros somos como la pieza de un puzzle, donde todas las piezas encajan perfectamente para confeccionar el Todo. Cada uno es importante para la conciencia planetaria y la humanidad. El Todo no está completo sin tu pieza. Tú eres parte importante en el proceso de la humanidad. ¿Crees que lo que a ti pasa sólo te influye a ti? ¡Nada más erróneo que pensar así! Lo que sucede a uno, repercute en el funcionamiento de los demás. Nuestra actitud ante los hechos que vivimos nos hace desprender una energía que entra a formar parte de la energía colectiva del planeta. Tú eres parte del Todo. Sin ti, el Todo quedaría incompleto. ¿Cómo podemos finalizar un rompecabezas si no pones tu pieza?
Eres alguien importante para un mayor bien de todos. Si cada uno se responsabiliza de su vida y toma conciencia que con su actitud está influenciando a su entorno y al planeta, entonces, quizás, el mundo pueda acelerar su sanación y reinar la paz, la armonía y el AMOR.
No eres una pieza dejada, perdida, de la mano de Dios. Tú eres una parte importante de Él.
Ves a tu interior y siéntelo. Deja que la unión con el Todo haga presencia en ti. Entonces sentirás paz, calma y una gran sensación de protección, porque el resto de la humanidad que también lo siente, te enviará su energía para que no te alejes más de tu conciencia como ser espiritual, Uno con todos.

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