Sin ti no tendría sentido mi vida. Hace tiempo te conocí y sentí dentro de mi, pero la vida me ha alejado de ti en estos momentos determinados, y ahora me cuesta encontrarte. Voy allí donde nos encontrábamos tiempo atrás, pero no te encuentro. Me espero un rato y no apareces. Cierro los ojos para recordar los viejos momentos, pero no consigo sentirte en mi interior. Hace demasiado tiempo que te olvidé, y ahora no encuentro sentido a mi vida. Llena de contradicciones, resentimientos, miedos y dudas, avanzo pensando que todo llegará, porque sin ti mi vida no tiene sentido.
Pido perdón a la vida, a mi misma por no escuchar lo que me decía mi corazón. Ante las vicisitudes de mi experiencia, me he llegado a encerrar, y ahora siento que ha llegado la hora de abrirme y sentir aquello que me hacía vibrar en otros tiempos.
Sin ti he creado momentos de incertidumbre en mi vida. Otros han sido no queridos, pero me han permitido llegar a despertar de la somnolencia espiritual de la cual me encontraba. Cada instante ha estado regido por mi mano. ¡Cuántas ganas tengo de ser conciente que estás conmigo! ¡Cómo me gustaría sentirte plenamente! Te busco y no acabo de encontrarte, y la ausencia de ser conciente en mi vida, ha hecho que no me sienta bien en estas situaciones de querer pero no poder.
Te pido que me des una oportunidad para poder sentirte nuevamente, recordando mi esencia de quien soy en relación al firmamento. Tú me das la serenidad, la paz, comprensión, armonía y el bienestar que siempre he soñado. Sé que es posible y que algún día volveré a encontrarte, y cuando así sea, ya no te alejaré más, porque contigo, sentiré mi esencia, tu presencia como parte de mi permitiendo la conexión con la fuente de la cual todos procedemos.
Dime, ¿cuál es el camino para llegar a ti y como hacerlo porque mi corazón está cerrado y no sabe reconocer mi esencia?
- Hija, solo debes de abrir tu corazón, que él te hablará claro y alto. No me busques en tu entorno, porque solo te creará más confusión. Mi presencia se encuentra dentro de ti. Adéntrate en el silencio y la quietud y allá me encontrarás. Libérate de todo lo que te ha pasado y deja que Yo sea en ti. No temas. Confía y llegará el día donde te levantarás y sentirás la plenitud de la nueva jornada y una nueva alegría por vivir. El dolor de tu pasado ya no tiene cabida en el presente. La fuente del amor emana constantemente. Bebe de ella a través de sentirme y te darás cuenta que ya estás rodeada de mi amor en tu entorno. Solo es necesario que abras tu corazón y verás mi esencia como siempre te ha abrazado, y que nada debías de temer por más que te encerrases en ti misma. Cuando más os alejéis de vosotros, más os encerraréis y más negaréis mi presencia. Ábrete del todo y deja que el Padre, que el Amor te indique el camino a seguir. Aquello que fue ya no será y tu vida tomará un nuevo rumbo según mi voluntad. No temas y deja que Yo te guíe. Solo así atraerás y sentirás el amor que tanto anhelas. Yo estoy contigo, y más ahora en estos momentos.
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