lunes, 12 de enero de 2009

Cuando el corazón nos habla


Cuando nuestro corazón nos habla, todo nuestro ser atiende su llamada. Todas nuestras células abren su conciencia para llevar a término su voluntad.
Cuando nuestro corazón nos habla, todo se pone a su servicio: los sentimientos, emociones, sensaciones, todo, absolutamente todo se predispone a su servicio para actuar según su intencionalidad. Nuestra actitud cambia, nuestro estado de ánimo, e incluso, nuestro humor.
Cuando nuestro corazón se manifiesta alto en el silencio de nuestro interior, toda nuestra vida se pone en funcionamiento para rendirse a su voluntad.
Cuando nuestro corazón nos habla, abrimos una puerta en nuestra vida para dar un nuevo paso en el proceso de elevación de nuestra alma.
Nuestro corazón es el altavoz de nuestra sabiduría interior, de nuestro ser más elevado, de nuestro Yo Superior, esta parte de Dios que hay en cada uno de nosotros, procedente de nuestra conciencia espiritual y conexión con el mundo no visible de la Creación: nuestro verdadero Hogar.
Cuando no obedecemos esta voz interior que nos empuja hacia una dirección concreta, nuestra vida se bloquea y materializa la energía del dolor.
Cuando nuestra mente se interpone en el camino del corazón y pretende ahogar su voz, nuestra vida se bloquea y sentimos un malestar no querido. Es entonces que necesitamos reflexión y esclarecimiento en nuestra vida. Es cuando nos apartamos de nuestra cotidianidad y necesitamos tiempo para poner orden en nuestra vida.
Cuando no hacemos caso a lo que nos dicta nuestro corazón, la vida parece no tener sentido, y nos sentimos tristes, apagados, compungidos, desconcertados y dudamos ante nuestra situación.
Todo es fruto de no hacer caso a la voz de nuestro corazón. Él siempre sabe lo que es mejor para nosotros, y lo que nos transmite es para nuestro mayor bien….y el de los demás.
Hoy en día, todavía se tiene demasiado miedo para dejarse ir por el camino del corazón debido a la educación de nuestro entorno familiar y social, y a las experiencias vividas según este entorno. Tenéis miedo a dejaros ir, queriendo controlarlo todo, todavía. Nos aferramos a nuestra mente, procedente del pasado, cuando nuestro corazón es presente. Nosotros somos presente, y todo aquello que no pertenezca al Ahora, nos desestabiliza.
La voz de nuestro corazón es nuestra guía interior, el camino a seguir para llevar a término lo que hemos venido a hacer en esta vida actual. Nuestra mente es el recuerdo del pasado, y por lo tanto, no tiene cabida en estos momentos en nosotros. No, con esta intencionalidad. Nuestra mente tiene un papel fundamental en nuestro proceso, y es el de materializar lo que ha sido dictado por nuestro corazón, no que tome él las riendas de lo que debemos de hacer, porque la mayor parte de su contenido son las limitaciones y los miedos que hemos adquirido a lo largo de los años hasta el presente.
La mente ha de estar al servicio del corazón. Éste es el que ha de abrir los caminos donde nuestros pasos deben de dirigirse. La mente ha de hacer funcionar nuestro cuerpo hacia la dirección indicada.
Solo desde el corazón podremos amar, no desde la mente.
Solo obedeciendo firme e incondicionalmente la voz de nuestro corazón llegaremos allí donde deberemos de llegar para nuestra felicidad. El amor reside en el corazón, y en él no hay miedos ni resistencias que nos impidan llegar a ser nosotros mismos.
La voz de nuestro corazón es la voz de la esencia de Dios que hay en nosotros. No dudéis nunca de ella y atreveros a dejaros ir hacia donde os indica.¡No dudéis! ¡No temáis! Confiad y dejaros llevar por lo que sentís dentro de vosotros.
Una gran luz se encuentra dentro de cada uno. Dejad que os ilumine el camino y sólo deberéis de seguir esta luz procedente de vuestro interior: LA VOZ DE VUESTRO CORAZÓN.
Si la seguís, iréis viendo que a aquello que temíais se desvanecerá y veréis como la vida os irá sonriendo como nunca lo había hecho hasta el presente. No temáis. Confiad y dejaros llevar por lo que sentís, aunque inicialmente tengáis miedo por lo que habéis vivido anteriormente. Ahora sois presente, no pasado, y vuestro corazón os habla y os quiere hablar, pero para que podáis escuchar su voz, deberéis de hacer callar vuestra mente y confiar plenamente en lo que sentís dentro de vosotros. No permitáis que la mente se interfiera en vuestro camino hacia la felicidad y el amor.
Que podáis sentir la voz de vuestro corazón y sepáis como llevarla a término en el día a día.
Que el Amor y la Paz sean en todos vosotros.

No hay comentarios: