jueves, 3 de junio de 2010

Hacia la Resurrección


Los pasos de nuestro andar nos llevan constantemente a un cruce en medio de la Ascensión donde debes de tomar la decisión adecuada para no alejarte de tu esencia. Son momentos de conectar y manifestar nuestra integridad. Somos seres viviendo una realidad que no concuerda con quienes somos realmente. Durante años hemos estado llevados por la fuerza del pasado, pero ahora, nuestra mente racional parece estar debilitándose, debido que el corazón empieza a recuperar su espacio dentro de nosotros.
Cada decisión, nos lleva a una vida nueva en relación al presente. Puede ser de mayor bienestar o menor, según los varemos con los cuales se ha tomado la iniciativa de coger un camino u otro.
Constantemente estoy en contacto con personas donde sus vidas han dado un giro repentino, o bien van notando que lo que fue ya no es, y se tiene unas sensaciones conforme muy pronto va ha producirse un Gran Cambio en sus vidas.
Así será. Las percepciones que están teniendo son fruto de la obertura de su corazón y de empezar a dejarse ir según los acontecimientos de su vida. Durante años se ha ido a contracorriente, como los salmones, que van río arriba para ovar. Cuanto más nos mantengamos con nuestros ideales intentando que todo lo que nos rodea se adapte a ellos, mayor esfuerzo deberemos de hacer para mantener la serenidad, la calma, la tolerancia y el bienestar interior. Es verdad que parece que el mundo esté loco y que todo se rebela y la oscuridad esté pidiendo paso, pero sólo es el último desespero para hacerse ver y poder manifestarse en este planeta donde los nuevos nacidos nos traen su luz, su fuerza espiritual y su amor. Su conciencia, superior a la de sus primogénitos, elevan las energías de nuestro amado planeta, instaurando unas energías de mayor vibración a la de hace pocos años.
Los tiempos cambian, y por eso, no podemos tomar las decisiones partiendo desde las mismas premisas que años atrás. Nuestros pilares necesitan renovarse y reestructurarse para poder continuar existiendo en paz y armonía en esta nueva era: La Era Crística. Para que Dios en ti pueda manifestarse necesita de un cuerpo nuevo, una nueva mente y una visión y actitud ante la vida diferente a como has estado viviendo en el pasado.
Vivir crísticamente es dejar que el corazón te hable, lo escuches y lleves a término aquello que te dicte.
Vivir crísticamente es despertar tu conciencia, despertar de la somnolencia espiritual y empezar a auto conocerte. Entonces te darás cuenta de quien eres en verdad y no quien te crees que eres. Esto conlleva a ver claro qué es la vida y el sentido de ella. Entonces el nuevo ser que hay en ti pidiendo paso podrá manifestarse para mostrar al mundo tu verdadera esencia.
Vivir crísticamente es vivir desde el amor, la aceptación y el corazón. Es tener la fortaleza de ser tú, de permitir que tu divinidad se manifieste, porque tú eres Dios.
Los tiempos actuales nos llevan a plantearnos toda una serie de preguntas, cuestiones y aspectos relacionados con nuestra vida. Nuestros sentimientos y emociones están activados, y en algún momento, debemos de tener la fortaleza y firmeza de no dejarnos llevar por las movidas interiores debido a la instauración de las nuevas energías. Tus energías, las que has estado utilizando durante todos estos años ya está obsoleta. Necesitas renovarte y dejar que los nuevos tiempos, la Era del Amor y la realización pueda ser en ti y tu vida ser un ejemplo de los nuevos tiempos.
El planeta te necesita porque solo tú eres capaz de llevar a término aquello que sólo tú puedes darnos y, a la vez, ayudar a la humanidad.
Ha llegado la hora de lanzarte al vacío confiando que todo será. Confía y deja que el mundo de la Luz sea en ti. Los nuevos tiempos abren las puertas del mundo espiritual para que tú, como ser espiritual que eres puedas tomar contacto con tus hermanos de la Luz, los ángeles, tus guías y otros seres de alta vibración. Tú eres un ser completo, ¿o quizás todavía no te has dado cuenta y no lo sabes? Tú eres un ser perfecto y divino, ¿qué no lo sabías? Ahora es la hora de mostrar todo nuestro resplandor y estar preparados porque pronto van a suceder cosas en nuestras vidas, para aquellos que ya llevéis años trabajándoos.
Una nueva vida os espera a vuestros pies. Aquello que queríais, a partir de ahora puede ser el momento para que se haga realidad. Todo depende de tu predisposición y preparación. ¿Has abierto tu corazón? ¿Lo escuchas y haces aquello que te dicta? Ábrete y prepárate para el Nuevo Mundo. Nos dirigimos a él. Está llamando a nuestra puerta. ¿La has abierto, o al ver que no lo conocías le has negado la entrada en tu vida? No tengas miedo y deja que el Amor sea en ti. Confía, hermano/a. No temas y aleja de ti los miedos que puedas llegar a tener. Aquello que fue ya no será. ¿Quieres continuar comiendo de los restos que ayer tiraste a la basura? Un nuevo alimento se te está dando. Cógelo, acéptalo porque alimenta tu espíritu y tu cuerpo. El maná que se os da proviene de la Fuente Amorosa de la cual todos procedemos. Dejemos que nos alimente. Pongamos nuestra vida y todo nuestro ser en sus manos. Confía. Nada debes de temer, aunque tu situación sea la que sea. Ten fe y siente el amor en ti. Solo desde el Amor tu vida puede sentir la felicidad y atraerla hacia ti. El Amor obra milagros. Tú eres un milagro del universo, y todos nos beneficiamos de tu presencia en este mundo limitado de la forma. Todo y así, tú no eres la forma, tú eres el espíritu que da vida a la forma, No te confundas. Deja que los ojos de tu corazón te muestren la Verdad de la existencia. No dejes que tu mente te guíe y deja el espacio necesario para que tu corazón te hable y sea él quien te guíe. Él está en conexión con tu sabiduría interior, con tu divinidad. Deja que ella se manifieste en ti.

Que el Amor y la Paz te acompañen en tu caminar, y en el momento de decidir, que sea tu interior quien te hable, no tu mente.
Todo va bien. No temas. Todo va bien.
Estás siendo protegido/a.
Un abrazo.


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