miércoles, 21 de septiembre de 2011

Quitarme la mochila del pasado

En estos momentos siento una gran liberación, como me dijo una amistad en relación a estos tiempos, siento como si me sacara la mochila de mi pasado para empezar de nuevo, una nueva vida siendo yo.
Siento como si me encontrase a la salida de un túnel, hubiese dejado atrás una manera de ser y vivir siguiendo unos anhelos, y hubiese llegado a la luz, a la claridad, al inicio de la realización de todo lo que durante años he ido sintiendo que quería hacer y había de hacer.
Siento una fuerza dentro de mí, un convencimiento manifestado a flor de piel que me habla que el momento tan esperado ya ha llegado.
He dejado atrás todo un camino lleno de experiencias y sentimientos manifestados, o reprimidos en su momento, que han permitido que ahora pueda llegar a reconocer mi verdadero ser y la esencia que estoy hecho. Sé quién soy y hacia dónde voy, y todo esto no hubiese podido llegar a sentir y saber sin la escasez y las supuestas adversidades encontradas a lo largo de mi vida actual. Todo ha tenido un sentido para mi alma, aunque a veces no era, quizás, consciente de lo que me sucedía.
Ahora me encuentro ante la luz, el espacio que me permitirá llevar a término mi voluntad, lo qué he venido a hacer y poder compartir mi vida amorosamente, según lo que sentía. No ha sido desamor, sino aprendizaje, para poder avanzar en el túnel que me podía llegar a encontrar, aunque no siempre ha sido así.
Desde hace años hacia aquí, mi vida no es la que era. Yo no soy quien era. Estoy contento de haber llegado donde he llegado a cada ahora vivido. He seguido un proceso hasta darme cuenta que nada es lo que parece en nuestra dimensión, y que todo lo que vivimos es fruto de una intencionalidad divina, amorosa, que con los años, dan la razón a todo lo que fue debido que nuestro corazón llega a sentir el amor y una plena calma y tranquilidad de espíritu. Todo está en armonía, en orden. Todo va bien.
Ahora, me encuentro liberado por el camino realizado del despertar. Ahora siento como no había sentido hasta ahora, la fuerza y el convencimiento que es posible mi voluntad, abrazada por la consciencia adquirida del proceso de la Ascensión.
Me siento ligero y como si me hubieran sacado un gran peso de encima. Me siento preparado para lo que ha de ser. Me siento contento y seguro que mis anhelos de hace años, ahora empezarán a hacer realidad tal como creo que ha de ser según la plenitud de mi ser.
Es una sensación de iniciar una nueva vida según lo previsto.
Se tiene la sensación que ahora es posible, y que todo lo que veo, en este final del túnel, ya en la claridad, está allí para mí, pudiendo ver aquello que mi corazón desea, materializado. El Hogar y yo somos Uno.
Siento la alegría, emoción y la satisfacción de haber llegado hasta aquí y la ilusión de empezar a dar estos pasos según siento que deben de ser.
Ahora sí estoy muy cerca. Ahora sí estoy en el lugar adecuado, en el momento oportuno y siendo de la manera adecuada para poder disfrutar haciendo y atrayendo según se me ha estado diciendo y sintiendo a lo largo de los años.
Han sido tiempos de dejar aquello que no nos dejaba ser nosotros y poder manifestarnos con todo nuestro resplandor.
Doy gracias a mis hermanos de la Luz por estar a mi lado durante todo este tiempo, a mi amado Maestro y amigo, y al Padre por estar en mí y permitir que yo lo pudiera llegar a sentir cuando lo necesitaba.
Ahora yo sé que Yo Soy Divinidad aquí en la Tierra.
Ahora sé que Yo Soy Luz y Amor.

Gracias por todo, por todos, por estar y por mí.
Gracias.



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