jueves, 20 de octubre de 2011

Entrevista a una alma consciente encarnada

Consultando mis archivos para hacer la publicación de esta semana, me he encontrado con este artículo (entrevista) realizado ya hace tiempo, y debido a los tiempos de movimiento familiar existente, lo encuentro interesante y adecuado para los tiempos que vivimos hoy en día:


- ¿Te sientes integrado en tu familia de sangre?
- Creo que es acertado dar el calificativo de “familiar de sangre”, debido que todos procedemos de una familia mayor, una familia espiritual. Ellos son nuestra verdadera familia. En relación a tu pregunta, no siempre uno se siente identificado con su entorno, y debido a esto, deja de mostrarse según es. La manifestación propia queda arrinconada al ver que aquello que uno piensa y siente no se corresponde con su realidad actual. Cuando se deja ir y muestra parte de lo que hay dentro de él, entonces ve un rechazo y una incomprensión total por parte de aquellos que representan que siempre le dan apoyo y protección. Cuando expone su visión, desde la más inocente actitud amorosa, se da cuenta que solo encuentra tensión y malestar debido a la no aceptación de sus palabras por parte de los oyentes. Puedes comprender, entonces, que no me sienta identificado con mi familia de sangre.
- ¿Tan mal lo pasaste con ellos?
- Los padres siempre dan lo mejor que saben a sus hijos, pero no siempre dan lo que ellos, los hijos, necesitan. No todos somos iguales, y por lo tanto, no se puede educar de una misma manera a un hijo que a otro.
- ¿Actualmente te sientes más cerca de tu familia?
- A nivel espiritual sí.
- ¿Qué quieres decir “a nivel espiritual”?
- Cuando despiertas la consciencia espiritual, cuando uno empieza a darse cuenta de quién es, ve que todos estamos unidos, que cada uno representa un papel en la vida de otro u otros, y que su presencia influye en aquellos que son como él. Somos como una red donde todos estamos relacionados, y por lo tanto, representamos un papel en la vida del otro.
- Así, ¿tú y yo estamos relacionados?
- Sí. En la vida de uno intervienen muchos factores que le hacen ser de una manera concreta. Uno conoce a personas que le hacen reflexionar, o reafirmar los aspectos que puede llegar a pensar o creer sobre la vida, por lo tanto, cada uno es un estímulo para el otro. A consecuencia de nuestro encuentro permitiremos que otros puedan saber lo que ahora tú estás gravando, y este contenido puede llegar a ayudar a reafirmar o crear una nueva visión sobre la vida a alguien que pueda leer, en su momento, esta entrevista. Esto es lo que quiero decir, que todos estamos relacionados para nuestro mayor bien.
- ¿Y en relación a tus padres?
- Ellos han hecho el papel que habían de hacer conmigo para que yo pudiese llegar a ser yo, sin ellos saberlo. Ven unos resultados en mí que no están de acuerdo según sus creencias. No entienden ni comprenden mi planteamiento de vida, y esto les atemoriza y preocupa. Ante una nueva situación, uno se cierra y se asusta. La gente tiene miedo de aquello que no conoce, y yo soy una manifestación de una vida diferente a la suya, y por eso la rechazan no reflexionan sobre mis palabras, solo se encierran y atacan. El ataque es su mejor defensa antes que pueda hacer tambalear sus creencias.
- ¿Tanto miedo te tienen?
- No a mí, sino que mi vida no concuerda con la suya y esto los inquieta. Tienen miedo, y este temor hace que hayan manifestado expresiones despectivas, de menosprecio, e incluso, liberando rabia contra mi persona debido a la falta de amor obtenido en sus infancias.
- ¡Tal como hablas, tus padres parecen unos ogros!
- ¡No!, sencillamente tienen miedo. Todo aquello que no coincide con sus experiencias y creencias, lo mantienen a cierta distancia para que no desestructuren sus planteamientos basados en la falta de autoestima y sus miedos. Ellos me aman. A su manera me aceptan, pero no mi interior. Como a muchos padres de una época concreta que han crecido en medio de una guerra civil (española), esto les ha marcado. No los culpo. Los entiendo y esto me permito amarlos como son. Con sus actitudes me han hecho tomar decisiones hasta llegar al presente. Soy, en parte, según ellos me han hecho. Me han influenciado en mi vida, y me han ayudado con su ejemplo a ser como soy.
- Sí, pero no te aceptan como eres.
- Todos estamos relacionados, como te he dicho anteriormente. Con mi manera de ser y lo que ido viendo en sus comportamientos, me he dado cuenta que lo mejor para un ser humano es amarse y conocerse. Esto es lo que he hecho en mi vida, llegando a un punto que veo a mis padres, no como padres, sino como a unos tutores terrenales que me han dado aquello que necesitaba para llegar a ser yo, y a la vez, como unas almas en proceso de crecimiento. Cada uno tiene una manera de ser, actuar, pero todos tenemos un punto en común: el amor. Cuando este no hace presencia, el dolor, el malestar empieza a aparecer en la vida de uno. Entonces, y solo entonces, se empieza a distorsionar la vida, creándose una visión propia irreal.
- ¿Cómo sabes que no eres tú quien distorsionas la vida?
- ¿Has escuchado alguna vez a tu corazón?

- Solo después de ir a correr. Parecer que tenga taquicardia.
- Bien, ¿pero has escuchado a tu corazón lo que te decía?
- ¿El corazón habla?
- A menudo solo se ve la forma, pero pocos se adentran en el fondo. Somos mucho más que un cuerpo, y cuando tomamos el camino de nuestro interior, entonces empezamos a verlo todo más claro. Hay quien se queda a las puertas y no se atreve a adentrarse, pero aquellos que dan el primer paso, se dan cuenta del amor que son y del amor que les rodea.
- ¿Quieres decir que tus padres no se aman?
- Han vivido demasiadas penurias en sus infancias. Sus tiempos les han hecho cerrar sus corazones y reprimir sus emociones. Se han identificado con el mundo de la forma y han luchado para conseguir vivir acomodadamente en la forma, que era la única manera de sobrevivir y ser valorados según su tiempo. Han cerrado sus corazones y apegado a sus experiencias.
- ¿Normal, no?
- Debido a la falta de amor en sus primeros años de vida, se han olvidado de amarse a ellos mismos. Se han olvidado de ellos. Quieren lo mejor para todos. Tienen un gran corazón, pero han dejado de lado lo más valioso en sus vidas: ellos mismos. Sufren, y no es lo que quiero para ellos, pero sus corazones albergan demasiado resentimiento, cerrándose. Tienen miedo de abrirse, identificándose con el entorno social en que viven.
- ¿Crees que algún día te aceptarán tal como eres?
- Algún día se darán cuenta de mi manera de ser, pero esto será, probablemente, cuando nos reunamos nuevamente con la familia espiritual. Allí en Casa, sabrán quien era en realidad su hijo mayor. Quiero lo mejor para ellos. Les amo y mi amor les rodea. Siento sus miedos manifestados a través de actos terrenales, pero algún día dejarán de tenerlos, y entonces nuestros corazones se unirán desde el más puro amor irradiado por nuestras esencias, sin miedos ni en cuenta gotas. Me siento agradecido por sus presencias en mi vida. Han sido parte fundamental de mi proceso de evolución. Solo siento amor y agradecimiento por ellos. Han hecho su trabajo conmigo, y muy bien hecho. Siento amor por ellos y respeto, mucho respeto debido al papel importante que han tenido en mi vida.
- ¿Vas a verlos a menudo?
- ¡No! Ahora me muevo por otros ambientes, donde mi presencia es aceptada, comprendida y valorada. Si quieres que tu presencia se tenga en cuenta y sea útil, no vayas al desierto, ves allá donde estén dispuestos a escucharte y a tenerte presente. Cuando un corazón está cerrado y no quiere recibir ningún consejo para abrirlo, se debe de respetar su propósito. Al final se dará cuenta de la decisión tomada. Mi amor es grande hacia ellos, pero en estos momentos, hay otros espacios donde reclaman mi presencia.
- Veo que a pesar de todo los amas.
- ¡Claro que sí! Son mis padres y han hecho lo mejor que sabían y podían para que no me falte de nada. De alguna manera,…. ¡me lo han dado todo!
- ¡Si ellos te escucharan…!
- Me amarían a su manera.



No hay comentarios: