jueves, 27 de octubre de 2011

El círculo de la realidad humana

Es sabido que nuestra mente tiene la capacidad de crear. Este potencial no se decanta hacia lo amoroso o lo no amoroso. La mente tiene la capacidad de crear cualquier situación, acontecimiento, según los parámetros a los cuales le hayamos sometido. Si su contenido es azul, materializará una realidad azul; si es rojo, lo que veremos será rojo; pero si lo que contiene en su interior es el arco iris, materializará el arco iris. No podemos dejar de relacionar lo que vemos y oímos en nuestro entorno, esta realidad nuestra, con la mente.
Estamos en tiempos de grandes cambios, y mucho se ha dicho sobre la Nueva Era actual, a pesar de todo, todavía hay quien se siente identificado con todo lo que le rodea. Cuando se produce esta identificación, resuena la empatía hacia aquel hecho, o lo que es lo mismo: “Yo pienso así y así lo creo”.
Cuando algo no amoroso lo empezamos a divulgar, estamos poniendo y creando más energía del mismo tipo que este acontecimiento, fomentando que todo continúe como ahora y se reproduzca más de lo mismo.
Nuestra mente es sumamente poderosa para crear según nuestros pensamientos y creencias. Nos sentimos identificados con un tipo de sociedad y cultura, según nuestro mundo interior.
Alguien puede exclamar:
- ¡Yo no soy así! ¡Soy un ser positivo y cada día me trabajo para que pueda continuar evolucionando desde el amor! Yo respeto a todos y no haría daño a nadie.
Antes de continuar me gustaría comentaros que nadie quiere hacer daño a nadie por naturaleza. A veces la no-consciencia no se manifiesta en los grandes titulares, pero sí en la letra pequeña de nuestro día a día. Nuestras intenciones son las mejores para todos, pero nuestra actitud, nuestras palabras o pensamientos no siempre coinciden con lo que expresamos ante los demás. No siempre nuestro interior coincide con nuestro quehacer.
Os hablo desde el conocimiento y el aprendizaje de años de observar al ser humano y quitar todos los filtros de mi mente para que mi corazón pueda discernir la realidad del deseo individual.
Siento las energías del miedo, andando en medio de la dualidad, rodeándome de seres que necesitan la Luz de la consciencia. Seres pregonando sus intenciones para el mayor bien de todos, sus deseos y oraciones realizadas a diario para un mundo mejor, suplicando a un Ser Superior para que ponga un poco de paz y amor, misericordioso, hacia los que se encuentran en esta dimensión. Sus intenciones son buenas, pero se encuentran en medio de una vida de ficción.
La creación de un mundo nuevo depende de cada uno. Es a partir de uno, del interior de uno mismo como podemos cambiar este entorno lleno de dualidad y miras estrechas. Las generaciones anteriores han hecho mella en sus mentes y sus conciencias celulares. Todos ellos vibran desde el raciocinio y la terrenalidad. Su densidad no les permite cortar las cuerdas del desapego creyendo que aquello que ha sido durante siglos, todavía es vigente en los tiempos actuales.
Su mente cree en un prototipo de vida debido a lo que han vivido, pero las vibraciones de sus pasados no facilitaban la liberación de lo que fue para SER uno mismo.
Estas energías, impregnadas en sus ADN, han permitido recrear unos pensamientos y creencias obsoletas, por una falta de consciencia en los tiempos de ahora. Se aferran a lo que fue. Se sienten intimidados por lo nuevo, y persisten en mantener el dolor de la anulación que les fue instruido en tiempos pasados.
Nuestra mente recrea y se basa en todo lo que en ella se le ha introducido y archivado a lo largo de los años. Hay un filtro creado que hace que todo lo vivido sea de aquel color, no queriendo, a menudo, abrirse a una nueva visión de la vida.
Muchos, aparentemente dan un primer paso, pero es tan fuerte la influencia de lo vivido y transmitido por sus ancestros, que se quedan en el conocimiento y no en la aplicación en sus vidas y la liberación de todos los miedos, abriéndose a un nuevo amanecer consciente que lo llevaría a la evolución de su alma y a una nueva vida de integridad y sabiduría.
Nuestra mente se identifica con aquello que le es familiar y se encuentra en su interior, en nuestro interior. Cuanto más nos identifiquemos y transmitamos esta energía, más potenciaremos acontecimientos de esta energía. Nosotros somos el motor que impulsa el cambio en nuestros tiempos. Según eres, así creas.
Es un círculo, como un pez que se muerde la cola. Pensamos, vemos y oímos. Nos identificamos, comentamos y creamos más de la misma energía. Al crearla, más estamos creando nuestro entorno, y volvemos a empezar: vemos y oímos,……
Cuanto más nos aferremos a nuestras creencias de un pasado, más situaciones de malestar y negatividad crearemos en nuestra vida, en el mundo que vivimos. Cuanto más expresemos lo mal que va todo y transmitamos lo no amoroso de la vida, más de lo mismo creamos. ¿No creéis que ya es hora de transmitir energías más positivas y dejar de ver las noticias de la televisión, los periódicos, las revistas insubstanciales de cotilleo, y empezar a resaltar todo aquello de bueno que hay en cada situación, cada persona y en el mundo? ¿No creéis que ya es hora de quitarnos todos los filtros, y permitir que todo sea según nuestro corazón, y no nuestro intelecto?
¿Qué hay en nuestra mente? ¿Qué pensamos de la vida? ¿Cómo es nuestra vida? ¿Cómo nos va? ¿De qué tipo de personas me rodeo? Estas pueden ser algunas de las preguntas que nos podemos empezar a hacer para darnos cuenta de quiénes somos en el ahora. Según somos, así materializaremos.
Cuando las críticas, los juicios, los insultos, las envidias, el ego, el deseo y los apegos en general dejen de aparecer en nosotros, entonces será indicio del verdadero cambio tan esperado por todos y tan expresado por los seres que viven en la Nueva Era e irradian su Luz y su Amor con sus presencias y sus mensajes de esperanza, coraje, serenidad y Amor.
Cuando rompamos el círculo de cómo pienso y siento desde el desamor, la identificación con todo aquello que no beneficia al alma y su transmisión como contenido de sus creencias, cuando así sea, entonces, veremos como nuestra vida cambia, y la de los demás también.
Las guerras y tensiones étnicas y políticas finalizarán cuando finalicen las luchas internas de cada ser.
La paz se conseguirá cuando haya paz en cada corazón.
El ego dejará de manifestarse cuando nuestro corazón se abra y sigamos su voz.
El dolor desaparecerá cuando empecemos a recordar quienes somos y nuestra consciencia espiritual empiece a deslumbrar.
Cuando todo eso sea en cada ser humano, entonces el mundo será el paraíso que siempre uno ha podido soñar y desear para vivir.
¡Es tan sencillo!
Debemos de pensar que sólo se necesita un 1% de la humanidad para que esto suceda.
¿Quieres ser parte de nosotros?
Ha llegado la hora del corazón. Los nuevos tiempos llaman a la puerta para que su voz resuene con fuerza en el interior de cada uno, y poder así, dejar que nuestro ser sea guiado por él y vivir en un mundo en paz, amor y armonía.
Éste es el camino que la Nueva Era nos empuja a ser nosotros, sin pasado, sin ego y dejando que nuestro corazón nos guíe, entonces,… nosotros seremos nosotros, y el planeta será un lugar donde podremos vivir según siempre hemos pensado que debería de ser.
Esta es la fuerza de tu capacidad de creación.
¡Libérate de tu mente y permite que tu corazón te guíe!

Que el Amor y la Paz sean en ti.

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