miércoles, 18 de abril de 2012

Los niños y la Escuela de los nuevos tiempos


Hoy me gustaría mostraros un fragmento de lo que fue una charla que hice hace pocos días en relación a los niños de la Nueva Era, así como unas pautas en relación a la Escuela de estos nuevos tiempos para aquellos que son y serán los maestros de la humanidad.
Desde mi corazón, para todos vosotros:
  
Los tiempos están cambiando.
La Tierra está cambiando y todo lo que está en ella está cambiando.
Para entender a los niños y jóvenes, hemos de entender el cambio que estamos viviendo.
Demostrado está que las energías de la Tierra están cambiando: los polos norte y magnético se están acercando, el cambio climático, la situación política, social, económica, ballenas y delfines embarrancados,…..
Todos estos aspectos tienen que ver con las energías.
Todos sabéis que alguien puede desprender energías positivas o negativas. Las energías de la Tierra están cambiando de unos años hacia aquí.
Este cambio de energías hace que la mayoría de las personas sientan una activación de su interior. Las inquietudes espirituales se han activado. Cada vez hay más artículos, libros publicados, cursos, talleres relacionados con el crecimiento personal.
-         Bien, Jordi, ¿por qué nos explicas todo eso si hemos venido aquí a oír hablar de los nuevos niños?
-         ¡Bien! Aquí es donde ellos entran en acción.
Parecen más activos, inquietos, contestatarios, e incluso, son como más rebeldes según cómo. Esto y más.
Este cambio de energía que he comentado, han hecho despertar las consciencias de quienes habitamos este planeta. No sólo esto, sino que todo aquel que nace, nace con una consciencia diferente.
Nosotros obedecíamos. Ellos parece que no.
Algunos teníamos respeto, por no decir miedo, a nuestros padres. Ellos no.
A menudo callábamos cuando veíamos que las cosas no eran como nosotros queríamos, adaptándonos a las circunstancias. Ellos no.
Incluso los maestros se dan cuenta que estos niños son diferentes.
Bien, no os alarméis. Son diferentes y como siempre hemos actuado de una manera, ahora con ellos, parece que les cueste seguir las reglas y las normas.
Alguna  cosa importante está pasando.
Imaginémonos que estos niños fuesen un porsche o un ferrari de F1, y los quisiésemos hacer avanzar, vivir y pensar como un Seat 600, según las instrucciones de un 600.
Ellos tienen muchas más prestaciones para manifestar que los adultos que los rodean quieren hacerles ver.
Ellos se sienten y saben qué coche son, no así aquellos con quien conviven. Esto es lo que está pasando actualmente en nuestros tiempos: queremos que actúen como nosotros lo hicimos según unos patrones sociales, a menudo obsoletos, anticuados.
Esto es lo que está pasando con las almas que están entre nosotros: los niños, los jóvenes.
Estoy hablando de un cambio de Consciencia en relación a sentir, pensar y vivir.
Los tratamos y nos relacionamos con ellos, según nosotros vivimos, pero en aquellos tiempos la mayoría del ser humano vivía adormecido.
Llega un momento que las cosas deben de ponerse en su lugar y dejar que cada uno pueda seguir su camino según su proceso de evolución requiera.
Lo que rodea a los niños y jóvenes de la Nueva Era, de los tiempos actuales, continúa basándose en raíces de tiempos pasados, cuando todo ha ido cambiando. La escuela es uno de estos pilares que tambalean debido que sus fundamentos pertenecen, por ejemplo, a la época de Carlos V.
Cada vez hay más fracaso escolar, menos motivación por parte de los niños y jóvenes para asistir a clase, incrementándose la falta de atención hacia lo que se transmite. ¿Os suena esto?
Realmente, ¿a qué es debido estas actitudes o resultados de nuestros niños? ¡Sencillo! Aquello que se les ofrece es obsoleto y no tiene nada que ver con lo que viven ellos en el día a día. Entonces se distraen, se aburren y se desmotivan.
Aquello que se les transmite está alejado de su realidad, de cómo son en verdad, pero la escuela continúa siendo una fuente transmisora de conocimientos intelectuales y racionales.
Se va haciendo modificaciones en la forma, pero lo que ellos nos están diciendo que necesitan es que se cambie el fondo, porque ellos vibran diferente. Son diferentes a dos, tres y cuatro generaciones atrás.
Se necesita una nueva Escuela diferente a la actual.
Una escuela donde no se valore tanto la mente a nivel racional, e introducir más aspectos relacionados con el corazón.
¡No nos asustemos! Necesitamos llevar la escuela a los niños, no los niños a la escuela; porque ésta, ya no les pertenece.
Los niños de ahora tienen una Consciencia diferente a la época que nosotros nacimos.
Los tratamos como niños que no saben, en cambio, ¿no os han sorprendido a veces las respuestas y los razonamientos que nos dan o hacen pareciendo más maduros de lo que nos pensamos que son?
Alegraos porque nuestros niños y jóvenes son los grandes Maestros de la Humanidad.
Recuerdo alguna situación de un niño que se le hizo un regalo y antes de abrirlo ya sabía lo que era, sin haberle dicho nada; o aquella niña de siete años con una sensibilidad más allá de lo normal que sabía qué le pasaba a sus padres sin que le dijesen nada, o el gran respeto que tienen por la vida y la naturaleza.
Esto sólo son ejemplos de las capacidades de los nuevos niños. Sus consciencias no son iguales a la de sus padres y adultos que les rodean.
Todos tienen este potencial, y cada vez más, son más los que lo manifiestan, sobre todo, si tienen un ambiente adecuado.
Aquellos que vivís o estáis con niños, no os debéis de apegar a vuestras creencias, sino que debéis de aprender a observarlos, sin juicios ni críticas, desde el Corazón, y entonces os daréis cuenta del por qué de sus actitudes. Entonces os daréis cuenta qué os están transmitiendo.
Son todo amor, manifestándose tal cual son.
La escuela debería de cambiar, y no sólo la organización de los años a estudiar, sino el fondo de lo qué transmitir.
Sus almas saben lo qué han venido a hacer, y no es para hacernos la puñeta, sino para indicarnos el camino a seguir a partir de ahora para el mayor bien de la humanidad.
Uno de los aspectos que nos indican es el camino de la espiritualidad, ¡que no es religión! ¡No tiene nada que ver! Es el camino de la realización, del recordar quiénes somos y el bienestar interior.
La Nueva Escuela ya no debería de dedicarse exclusivamente a la transmisión de conocimientos, sino empezar a incluir aspectos como autoconocimiento para recordar quiénes somos, control mental, relajación y otros aspectos cercanos al verdadero ser que somos.
Algunos pensaréis que esto es una locura y que la escuela ¡no debe de dedicarse a esto!
Por esto os digo que la Escuela debería de tener otra función a la actual. Se debería de reestructurar para adaptarse a nuestros niños. Entonces, facilitaríamos que cada uno pudiese realizarse plenamente en su vida porque se sentiría seguro, motivado y comprendido por aquellos que le rodearían, dando el máximo de sí en aquello que eligiese para hacer en su vida.
Padres y maestros deberían de tener una relación diferente a la actual con ellos, verlos diferente, y todos, se deberían de implicar más. Todavía hay muchos padres que dicen que la educación de sus hijos corresponde a los maestros.
Nada más lejos de la realidad. Actitudes como ésta facilitan el distanciamiento entre la escuela y la realidad: lo que se hace en la escuela es de la escuela, y lo que los padres hacen con los hijos, esto es la realidad.
La escuela también es la realidad para el niño, y allí sólo le enseñan cosas que no se corresponden con lo que siente y motiva, en su día a día.
¿Empezáis a comprender ahora el por qué de todo, a nivel escolar?
Si a la ESCUELA (con mayúsculas) se enseñase al niño, al joven, a recordar quién es y que él tiene todo el potencial para crear bienestar, salud y materialización en su vida, los resultados serían otros.
Se necesita que la Escuela empiece a dar pasos hacia el Corazón y no potenciar exclusivamente la mente intelectual.
Desde el Corazón, la Escuela uniría y motivaría; desde la mente, crea divergencia, desigualdad y diferencias.
Nuestros niños se dan cuenta de esto, aunque no todos sepan expresarlo con palabras, pero todos nos lo hacen saber con sus actitudes y acciones.
Ahora falta que aquellos que estáis con ellos, abráis el corazón, los ojos y aprendáis juntos, del camino que necesitan para su realización como seres.
Dejemos de tener miedo y adaptémonos a los cambios para esta nueva etapa de evolución del ser humano y el planeta, que nos han de llevar a la manifestación del verdadero ser que somos.
Los niños y jóvenes nos hablan alto, pero todavía hay, debido a sus miedos, que ignoran el clamor del nuevo camino a seguir. Insisten en mantener el control, la limitación y los temores de aquello que es nuevo para vivir según sus abuelos, bisabuelos e incluso ellos mismos.
A menudo se olvidan que ellos también fueron niños, y nuestros niños, estos niños de la Nueva Era, nos recuerdan aquello que dejamos de hacer y ahora es el momento para que sea.
Ahora tenemos una nueva oportunidad para dejar que cada alma pueda seguir la voz de su corazón y sentir la Unicidad con todo, todos y la Fuente de la cual procedemos.
Nos encontramos en un período de Gran Cambio Planetario, y nuestros niños y jóvenes tienen mucho que decirnos.

Que el Amor y la Paz sean en todos vosotros.

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