domingo, 23 de septiembre de 2012

Respuesta a vuestras preguntas



Hoy me gustaría responder a una pregunta que se me ha formulado más de una vez.
Hace poco estuve con un ser de luz encarnado, lleno de amor y al servicio del Padre. En un principio fuimos maestro y alumno, pero el tiempo se encargó de abrir la puerta de una gran amistad. Actualmente estamos unidos espiritualmente, sintiéndome una con ella, admirando uno de sus dones, la humildad, al servicio de la Creación.
Como decía, hace pocos días nos encontramos como lo hacemos de cuando en cuando y el tiempo se nos pasa hablando del camino a seguir e intercambiando nuestras experiencias en él, así como los mensajes recibidos durante el tiempo que hemos estado separados. Son encuentros llenos de luz, amor, donde la Familia se reúne. Cuando nos juntamos, nuestro potencial interior se manifiesta con todo su resplandor.
Bien, pues en este último encuentro, ella me preguntaba, como reflexión  no siempre comprendida:
-        Jordi, ¿por qué hay quien parece tener éxito haga lo que haga, y otros, parece que no acabemos de explotar, de tenerlo plenamente?
Estas palabras me eran familiares porque en su momento yo también me hice esta reflexión. A continuación le dije:
-        Todos estamos unidos. Nuestras almas están unidas para un mayor fin, Superior, más allá de nuestra racionalidad. Primeramente decirte que tus obras están ayudando a muchas personas en esta zona donde te encuentras. Hay personas que se encuentran como en un segundo término, como en la discreción, siendo otros quienes parece que se lleven todo el éxito. Tu mente te está traicionando. Te está haciendo una mala jugada en estos momentos, al preguntarte esta cuestión. Tú estás haciendo una gran obra y estás poniendo mucha luz aquí donde te encuentras. No todos podemos estar aquí. Yo vivía cerca de ti, pero mi camino me llevó alejarme de esta población, porque se necesitaba luz en otras lindes.
-        ….
-        Somos como un rompecabezas, donde todos nos necesitamos para confeccionar el resultado final, el Gran Plan Divino. Todos somos una pieza de este rompecabezas,  y todos somos importantes para su finalización y composición. A veces, unos deben de ser la pieza de una esquina o de los lados, y otros las que se encuentran en el medio, las que resaltan más, pero la verdad, es que no podrían hacerlo sin las piezas de todo el marco. Hay veces que nos toca ser pieza lateral, y en otras encarnaciones, encontrarnos en medio del todo, siendo vistos a la primera. Todos nos necesitamos y todos estamos haciendo nuestro papel. El puzle no estaría acabado sin las piezas aparentemente menos coloridas, más apartadas, pero estas hacen de sustento a las piezas centrales. No podemos estar en todos los lugares, y por eso unos están en un sitio y otros en otro. En esta unión espiritual, no hay uno más que otro, sino, el lugar adecuado para cada uno. Cuando uno se encuentra en su lugar, la vida le abastece de todo lo que necesita. Allí donde no llega él, se le da a través de otras fuentes, otros medios. No importa el lugar donde estés, sino la luz que estamos poniendo allí donde estamos. Tú, amada amiga, ¡estás ayudando a tanta gente! Aunque te parezca que no eres conocida y no siempre tienes las sesiones individuales que tu querrías, no te preocupes, porque se te está dando todo lo que necesitas, que es mucho. Por eso estás con la persona que tienes a tu lado. Allí donde tú no llegas, él te lo aporta, de esta manera puedes hacer, aquello que sientes en tu corazón. Esto está cambiando, y aquellos que sienten al Padre dentro de ellos y han entregado su alma y su vida a él como tú lo has hecho, tu humildad, aceptación e integridad ensalzarán a tu ser y abrirás nuevas puertas en tu camino que te harán sentir más la alegría y el gozo de servir a la Fuente Creadora de Toda Vida. Esta zona necesita alguien como tú. Estás en el lugar adecuado. Nada te falta y todo lo tendrás. Tu mente te traiciona diciéndote que eres tú quien se tiene que mantener por sí sola y que no eres lo suficientemente conocida. No te dejes llevar por tu mente, porque tu corazón sabe de la verdad. Él sabe, al igual que tú, que estás haciendo una gran obra y servicio aquí donde te encuentras. Hasta ahora nada te ha faltado y nada te faltará. Cuando más seas tú, más puertas abrirás para llegar a más gente. Así será. Deja que el proceso te lleve allí donde debas de estar en cada momento. Deja que el universo y el Hogar te brinden las oportunidades y las necesidades de cada momento.

Sé que algunos de vosotros también se ha llegado a plantear esta situación. No permitáis que la mente os domine. Escuchad a vuestro corazón, que él os dirá la verdad de lo que vivís.
Cuando le pregunté a mi amada amiga qué sentía en su corazón, ella me dijo que paz y armonía. Sentía bienestar.
¡Perfecto! ¡Todo iba bien!. Cuando no estamos allí donde nos corresponde estar, nuestro corazón nos habla claro y alto.
No prioricéis lo material. A veces la vida nos coloca en una lugar, una situación que nos permitirá ascender en nuestro camino para poder llegar a abrir la puerta de nuestra plena realización. Aceptar y escuchar en todo momento en nuestro corazón.
Los tiempos que vivimos hay muchos seres preparados por las altas esferas de la Luz para que iluminen el nuevo camino de la humanidad en los nuevos tiempos que vivimos. Ahora se encuentran en un segundo plano, como en la discreción, pero que en su momento, deberán de aparecer al mundo, como así lo hizo el Maestro Jesús, también en su momento, cuando llegó su hora.
Los nuevos Maestros están a punto de florecer, algunos ya empiezan a hacerse ver, pero habrá otros que lo harán muy pronto, y en los cinco continentes.
Cada uno se encuentra en el mejor lugar y situación en estos momentos, para su alma.
Todos evolucionamos. Todos somos Uno, y con el solo hecho de sentir durante un rato, a solas, el amor en nosotros, estamos abriendo el grifo para que otros puedan beber del flujo de los nuevos tiempos.
Lo que haces tú aquí donde estás, es lo adecuado para ti y los que te rodean. Siempre hay un regalo, un aprendizaje y un ofrecimiento.
Tú y cada uno de nosotros no somos menos que otros.

Desde mi corazón, un fuerte abrazo y que el Amor y la Paz sean en ti.
¡Todo va bien!
¡Todo está bien!

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