miércoles, 13 de febrero de 2013

Conversación ante el espejo



-        ¿Cómo te sientes? – pregunta quien se encuentra ante mí.
-        Como si me vaciaran para dejar lugar a la nueva decoración – respondo.
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-        Es como si hubieran apartado las cortinas y ahora entrase la luz iluminando toda la casa como no había sido hasta ahora, sintiendo la calidez del sol en mí. Hay una luz que no había hasta hace poco.
-        ¿Y tu mundo interior? – me pregunta quien se encuentra ante mí.
-        Hay una expansión tal que mis ojos no pueden divisar el infinito de mi visión. Siento una fuerza y serenidad a la vez que permite la Maestría emerger de su aprendizaje. El que fue discípulo, va manifestando la Maestría que hay en él. Hay una predisposición de todo mi ser para dar paso a uno de nuevo según los peldaños dados.
-        ¿Qué sientes realmente? – continua preguntándome.
-        Un abrazo divino en mí, teniendo la certeza que solo es el principio de una divinidad mostrándose, en la discreción, con paso firme. Mi ser parece encontrarse a gran distancia de lo que fue. Siento la fuerza de la nueva energía en mí y cómo el flujo del universo atrae hacia mi alma todo lo que necesito, teniendo presente mi voluntad. Siento como las grandes puertas del apocalipsis existencial van abriéndose de par en par para mostrar la esencia de mi existencia, conforme fue pactado antes de mi nueva venida a este nuevo aprendizaje terrenal.
-        ¡Mírame y dime qué ves! – me dice quien se encuentra al otro lado del espejo.
-        Paz, serenidad, convencimiento de mi realización y mucho amor. Me siento un afortunado, pero no por haber llegado donde he llegado, sino por haber podido despertar y alejar los miedos de mi ser. Esto es lo que me ha permitido llegar hasta aquí, ante ti – respondo. A continuación prosigo: Percibo la expresión de tu imagen como la alegría de vivir y sentir la esencia que te creó en ti. Veo tu Luz y el Amor que derramas en tu mirada y tu expresión. (Pausa). Te veo – continuo diciendo – sabiendo que tu imagen solo es un reflejo de tu interior. Sigues estando en tierra agnóstica, y por este motivo, pronto finalizará tu presencia dónde estás.
-        Sé paciente – me responde - y deja que lo que sientes te lleve allí donde debas ir. Tu preparación está siendo acelerada. Déjate llevar por cada instante de tu abandono a las manos de quien te creó. La alegría es grande aquí donde estamos. Me ves, pero solo soy un reflejo de tu condición humana. Tú sabes qué representamos cada uno de nosotros. Yo aquí, y tú donde te encuentras. Estamos unidos y sin mí, no podrías llevar a término lo acordado.
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-        Aquello que ves no es, y lo que sientes pertenece a tu verdadero Hogar. Sabes de nuestro papel, del rol que cada uno debe de representar. Aquellos que te observen desde el corazón sabrán de ti. Los que nos miren con sus ojos físicos, dejarán de perder la oportunidad de poder estar a consciencia con la presencia del Hogar cerca de ellos. (Pausa). Pronto nos iremos, y cuando así sea, tu ser podrá manifestar lo que sientes en estos momentos.
-        ¿Por qué tanta diferencia entre tu biología y quién soy? – pregunto.
-        Así debe de ser. La Verdad se encuentra en lo oculto de la densidad. Barriendo nuestro día a día, veremos el resplandor del bienestar de nuestro hogar interior. El camino para llegar a él es la llave para recordar y reconocernos quienes somos en verdad. Apartaste el peso de lo superfluo y llegaste al corazón de tu esencia. Una vez allí, todo cambia.
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-        Tú cambiaste y resucitaste. Recordaste y abriste la puerta de la Familia. El Hogar te recibió con los brazos abiertos, y es menester de cada uno dirigirse hacia su corazón. Allí encontrará la llave de su vida, como tú la has obtenido. (Pausa). Acéptame, porque juntos llevaremos a término aquello que tu ser ha venido a hacer y poder elevar y liberar tu alma a las manos de tu divinidad. Ella nos dirigirá y nos conducirá a nuestro Plan Divino. Quien Yo Soy – continua hablando quien se encuentra al otro lado del espejo – es el vehículo de tu alma y quien atrae aquello que tu Voluntad manifiesta. Juntos empezaremos una nueva vida más en acorde a nuestra vibración actual. Lo que ahora hacemos solo es el preludio de lo que será. Tu fuerza y poder harán que juntos manifestemos a la divinidad que hay en nosotros. Tú eres divinidad; yo el canal por el cual te manifestarás. Me has cuidado y alimentado adecuadamente. Mi pureza facilitará aquello que pactamos.
-        Humildad. Esto es lo que quiero. Humildad, fortaleza y sencillez – digo.
-        Bueno, ¿y a qué esperamos? Aquí estoy para llevarte allí donde necesites ir – me responde quien está ante mí.
-        Calma, amigo mío – respondo. ¡Calma! Lo que ha de ser, será en su momento adecuado. El camino prosigue y juntos avanzamos acompañados por el Hogar.
-        Nada nos detendrá porque la Voluntad prevalecerá en nosotros – me responde.
-        Te amo y te agradezco tu salud y tu vitalidad – le digo.  
-        Así tú lo que has querido.

Nos miramos a los ojos. Sonreímos y sabemos que pronto tendremos buenas nuevas en relación a nuestro camino a seguir. 

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