domingo, 16 de junio de 2013

Desde el Hogar para ti

 
Sé paciente, porque lo deseado ya se te ha sido dado. Deléitate de tu presente porque él te va a llevar a tu realización. Deja que las aguas te lleguen. No quieras seguir río arriba para llegar antes a ellas. Aprende a saber sentir la magnitud de tu presencia en tu ahora. En esto consiste el proceso. No debes de luchar para conseguir. Relájate para que todo te llegue.
 
Nuevas aguas procedentes de lo más alto están en camino para tu alma. Prepárate para recibirlas porque pronto llegarán a ti. Cuando así sea, bébelas sin prisa, porque la Fuente de la cual emanan es permanente. No guardes, no ahorres, porque siempre llegarán a ti. Sólo tendrás que alargar tu mano y en ella se posará el alimento que saciará tu sed y tu hambre. Ahora deja que tu presente avance en la serenidad y el sosiego de tu corazón porque aquello que debe revelarse en ti lo encontrarás en la integridad de tu ser. Llegó el momento de abastecerte según lo acordado, y las puertas de lo más alto han sido abiertas para que tú puedas entrar y ser uno con nosotros. Esta unicidad permitirá que tu alma aprecie los instantes que estás viviendo en tu proceso sin anhelar más de lo que ya estás percibiendo en tu vida. Encuentra la belleza y el sentido de tu existencia en cada instante de tu presente, porque recuerda que éste, te llevará a apreciar la abundancia en tu vida.
 
Ahora déjate llevar por las manos que mecen cada alma desde el Hogar. Siente como tu interior se va apaciguando, a la vez que el convencimiento de nuestra presencia y de quien eres te lleve a la manifestación de tu verdadero ser, mostrándote con toda tu plenitud.
 
Ha llegado la hora anunciada. Deja que lo previsto llegue a ti; cuando así sea, entonces sabrás de las razones de todo lo vivido hasta ahora. Mientras, goza y disfruta de tus momentos actuales porque son la llave de tu voluntad interior.

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