miércoles, 10 de julio de 2013

La hora del adiós

2012 fue un año para reestructurar los interiores de los humanos y así dar el gran salto a partir del 2013. Aquellos que se dispusieron a abrir su corazón y a adentrarse hacia el ser que realmente somos, este año 2013 ha llegado el momento.
Muchos empezáis a ver las situaciones de vuestra vida de una manera diferente. Algunos os dais cuenta que sentís la necesidad, como si fuerais empujados a dar pasos hacia vuestro presente, y pocos los que lo aceptáis con consciencia. A todos, bienvenidos al gran cambio esperado en vuestra vida.
Este año se os facilita el camino para que podáis llegar al ser que sentís que hay en vuestro interior, lleno de amor, bienestar, alegría y realización. Cada uno de estos aspectos empiezan, o empezarán a manifestarse con gran magnitud a lo largo de estos próximos meses, a partir de este segundo semestre del año.
Sentiréis la necesidad de romper lazos con vuestro pasado y, quizás, empezaréis a argumentar el por qué de lo que hacíais, basándose en vuestros aspectos que necesitan ser liberados de vuestra vida que os han mantenido limitados a lo largo de los años. No importa los argumentos que deis. Éstos solo serán vuestros y pertenecerán a la reafirmación conforme lo debéis de hacer. Lo importante es que sentiréis un impulso que os llevará a dar pasos firmes hacia la libertad de vuestro ser, de vuestra alma.
Ha llegado la hora del adiós.
Ha llegado la hora de despedir a quien fuisteis para dar lugar a quien sois en verdad.
Este proceso os lleva a conectar con los síntomas que vuestro pasado os ha creado, al identificaros con él. Vuestro cuerpo es parte de vuestro pasado, y por lo tanto un espejo para daros cuenta del dolor creado en vuestra vida. Para muchos será encararos con el deterioro de vuestro cuerpo, para otros, la liberación de bloqueos de vidas pasadas, emociones estancadas, dejar relaciones, actividades innecesarias que ya no os llenan y disfrutáis con ellas, personas amadas hasta el presente o que han sido un soporte para vosotros, ahora sentís la necesidad de poner distancia y no tenerlas tan presente. Sencillamente, aparece una sensación interior de cortar con todo, y entonces,…. ¿quién queda?: nosotros con nuestras consecuencias de lo que fuimos y nos creamos.
No siempre es agradable darse cuenta de lo que hemos hecho con nuestra vida.
Ha llegado la hora del adiós, de empezar a subir los peldaños de lo que en momentos concretos, quizás, percibimos dónde llegaríamos y llegaríamos a ser. Bien, pues ahora os dirigís hacia allí.
Todos los argumentos que podáis llegar a deducir son solo vuestros, porque el verdadero sentido de toda intencionalidad materializada en vuestra vida actual, a menudo es otra.
No os cerréis, aunque la sensación de crisálida para muchos, es fuerte, sintiéndola como los anhelos de cortar con todo y empezar desde cero.
Alguien me ha llegado a decir: “es que estoy cansada. No puedo más. Si es esto lo que tengo que vivir, que así sea. Si mi cuerpo se deteriora, no sé cómo voy a servir al Padre”.
A todos aquellos que de alguna manera pensáis así o parecido según vuestras circunstancias,…. ¡bienvenidos a la aceptación de la Voluntad Divina en vosotros!
Ha llegado la hora de dejaros ir, de dejar de controlar vuestra vida el mínimo detalle que pueda existir en ella.
Ha llegado la hora de la plena Libertad interior y la materialización de lo que habéis venido a hacer en esta vida actual.
Ha llegado la hora de la LIBERACIÓN de vuestra alma para dar sentido a vuestra existencia.
Aquello que os está ocurriendo es el vaso lleno que necesita vaciarse. El fin de quien fuisteis dará paso a quien realmente sois, y este tránsito llegará a manifestarse con más plenitud a lo largo de estos dos próximos meses, porque en el cambio de estación próximo, vuestro ser lucirá resplandecientemente, mostrando una vibración no conseguida hasta ahora.
Dejad que todo salga, todo sea.
Permitid que las decisiones que sintáis sean manifestadas, como si no os importasen los resultados o lo que puedan llegar a pensar los demás. Dejad que se materialicen.
Liberad los viejos hábitos, y dejad ir a aquellos que ya no resuenan en vuestro interior. Soltad los amarres con quien os rodeaban y seguíais. Ahora ha llegado el momento de ser vosotros el punto de partida según vuestro corazón. Él os llevará a quien verdaderamente sois. YO SOY. YO SOY QUIEN YO SOY.
Sí, amadas almas, parece que todo se está desmoronando, pero esto es importante que suceda para derribar el muro de vuestras limitaciones. Son momentos de introspección y de poner atención a lo que sentís. CONFIAR y ACEPTAR. ACEPTAR. ACEPTAR.
No siempre habéis hecho las cosas por los demás, sino por seguir unas creencias obsoletas que habitaban en vuestra mente que os llevaban a complacer y dedicaros a los demás, sin más, olvidándoos de vosotros mismos. Los demás no son los responsables de vuestras limitaciones, sino vosotros mismos por creeros lo anunciado en vuestro exterior.
Ha llegado la hora de valoraros y mostrar vuestras propias decisiones, según lo que sintáis. Muchos os encontráis en ambientes aparentemente de dualidad, de contradicción con lo que sentís, pero no es tanto como os podéis llegar a pensar. Sólo se necesita que creáis más en vosotros. Cuanto más seáis según vuestra verdadera naturaleza, más os adaptaréis a las vibraciones de vuestro entorno y os daréis cuenta que podéis servir al Padre aquí donde estáis. Ya estáis haciendo vuestra labor. ¡ACEPTADLA! Ahora es así como debéis de servir, debéis de serviros, ayudaros a vosotros mismos.
Es la hora del adiós, de despedir a quien fuisteis para dar lugar a aquel que ahora sois. Todo el trabajo realizado a lo largo de estos años, os ha servido para llegar a este punto. Dejaros ir. Dejad de controlar y aceptar la voluntad procedente de quien os creó.
Oigo y veo lamentaciones, victimismo, resignación y poca confianza en estos momentos por lo que os estáis encontrando después de lo vivido. No temáis. Aquello que habéis venido a hacer ya lo estáis haciendo y lo acabaréis de realizar en todo su máximo resplandor.
A pesar de los pesares conforme os encontráis como os encontráis, es el fin de una vida que ya no tiene sentido para dar alumbramiento a la Luz y el Amor de vuestro sentido existencial.
¡Confiad! ¡Tened Fe! Dejad que aquel quien sois se muestre al mundo con toda su plenitud.
Lo que ahora vivís, es el gran cambio anunciado tiempo atrás. Recógete en tu corazón. Sigue su voz y permite que el Padre en ti, tu divinidad se haga paso entre el abandono de tu alma a las manos de quien te creó. Déjate llevar.
Tu alma no está sola. Tú no estás solo. Nunca lo has estado.
Ha llegado la hora de ser tú.
Ha llegado el instante de alejar lo que no fuiste para deslumbrar con tu verdadera presencia a la humanidad y al planeta.
Todo va bien. Todo sigue el perfecto curso del amor en ti.
CONFIA y SIENTE el AMOR y la PAZ en tu interior.
Alégrate porque este período está abriendo las puertas de aquel quien tú ya sabes.
 
Desde mi corazón, la Luz que hay en mi os abraza.
Que el Amor y la Paz sean en todos vosotros.
 

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