miércoles, 11 de septiembre de 2013

Comunicación Angelical

 
 
Me cogen por los brazos y me elevan. Entonces me veo con ellos, sin ser cogido porque por mí mismo “puedo mantenerme”. Es un estado interior y real a la vez, como si fuera materializado, pero no, porque aquí todo es etéreo.
Estoy en mi cuerpo y no estoy. La sensación de encontrarme muy lejos de la materia.
Las puertas se van abriendo, y en algún momento, alguna manifiesta cierto imprevisto que requiere ser revisada.
¡Qué bien me siento en este rincón donde estoy!
Dejo que mi mano exprese lo que crea conveniente.
-        Sé que estáis aquí conmigo. ¿Queréis decirme algo?
Siento el Amor en mí. Siento sus presencias en mi entorno.
-        ¿Queréis decirme algo? – vuelvo a preguntar, añadiendo: ¿o queréis que transmita algún mensaje de vuestra parte? Si es así, ¡aquí estoy!
Entonces empiezan a transmitirme:
-        Lo importante no es lo que hacéis, sino el cómo lo hacéis. La energía que creáis e irradiáis es la energía que alimenta vuestra Tierra. No es el llegar a lo más alto o más bajo en esta vida, ni el conseguir mucho o poco, nada de todo esto tiene valor para el Gran Plan. Aquello que es importante radica en cómo vivís cada bendición que se os da. No es lo que hacéis y lo importante que es en vuestro contexto, sino la energía que se haya hecho servir en vuestro caminar. No es el resultado obtenido lo que eleva vuestra alma y vuestro amado planeta, son la energía de vuestra actitud ante el proceso. Cada uno tiene el suyo. Tanto da si se encuentra en el principio de la Ascensión o ya os encontréis en los últimos peldaños del mismo. Son energías que aportáis al planeta a través de vuestros hechos del día a día. Lo que es importante en el Gran Plan Divino es la predisposición, aceptación y actitud ante lo que vuestra alma necesita experimentar para su evolución. Conocer la esencia de vuestro Ser permitirá crear tierra adobada para que “aquel quienes sois” pueda ser manifestado, abrir las puertas del Hogar, como dirías, y ser Uno con la Fuente de la cual todos procedemos.  Lo que vosotros nombráis como “Recordar” es el camino de aceptación y manifestación de aquel quien sois. Cuando sentís la Divinidad en vosotros, las energías que desprendéis ayudarán a elevar las almas que comparten materia como vosotros en vuestra dimensión. No es tan importante la magnitud de vuestras obras, sino vuestra actitud ante ellas. Esta será la energía que os hará elevar o reflexionar para los próximos pasos a dar. (Pausa). Os centráis en los detalles de la forma, olvidando el ser que sois. Vuestros ojos os engañan. Aquello que a menudo veis, lo valoráis. Vuestra mente está dando pasos importantes. Muchos sabéis de ella y como hacerla servir para la Voluntad Divina. Aquello que veis no es lo importante, sino las energías que se han manifestado para llegar a lo obtenido. Este final solo es la consecuencia de la actitud del proceso. Sentid aquel quienes sois, y la Tierra y la humanidad agradecerán el alimento emanado desde vuestro corazón. El resultado no os pertenece, sí la actitud de cada paso dado. Lo que se obtendrá será porque vuestra alma lo necesitará, y la Intencionalidad Divina se manifestará para el equilibrio y armonía del ser y el universo.
-        Que Dios os bendiga hermanos, y gracias por vuestra comunicación.
-        Entender este proceso de la energía os permitirá despertar a todos. Cada vez sois más las almas que sienten la sabiduría de su corazón. Recordad aquel quienes sois. Nosotros estaremos cerca de vosotros. No temáis.
-        Mi Amor es Uno con vosotros. Gracias.
-        El nuestro en cada uno de vosotros. Así es y será.
 

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