jueves, 10 de marzo de 2016

La sabiduría de la pureza

Uno de los aspectos que he ido aprendiendo a lo largo de mi proceso es la fuerza que uno adquiere y la sabiduría obtenida a través de la pureza y el silencio.
Nuestro entorno malinterpreta ciertas actitudes basadas en la consciencia, debido a las creencias nacidas de una sociedad, una cultura y una religión que ha ido con los pies de plomo para poder, en cada paso, controlar a los seres, con un alma ignorada, siguiendo un proceso de evolución. No ha interesado despertar su recordar por miedo a no ser obedecidos.
Los tiempos están cambiando y las almas empiezan a despertar como nunca lo habían hecho hasta ahora, y pronto, dentro de esta primera mitad del siglo XXI, lo harán masivamente. Solo unos cuantos querrán mantener un sistema de vida basado en el miedo, en la dominación y obediencia. Todo lo procedente de unas creencias limitadoras, que nos separan los unos de los otros, que mantienen unos estatus donde hay superiores e inferiores, todo, absolutamente todo sistema parecido a lo expuesto, empezarán a caer, y ya ahora, a nivel político y económico, empiezan a verse los síntomas hacia un mundo igualitario, donde vivir sea un compartir, el dirigirnos hacia los demás y unirnos para crear una sola especie basada desde el amor.  
Todo desamor procedente de un pasado, de un ego temeroso de no poder ser él; y endurecer los actos para aparentar más de lo que en verdad es, ya no obtendrá una respuesta por parte de las almas, cada vez más despiertas, dirigiéndose hacia su verdadera manifestación.
Este hecho hace que empiece a haber a lo largo de los diferentes continentes, almas más allá de lo establecido y anunciado, donde su transparencia, su pureza llevará a un cambio de vibración del planeta y la humanidad. Nuestros hermanos los animales ya empiezan a darse cuenta de este cambio. Perciben que hay seres que los tratan de tú a tú, tal como son, sin miedos, sin intentos de controlar ni dominar. Ellos, perciben las energías del planeta y de almas encarnadas que lo habitan, cómo sus consciencias van, no solo despertando, sino aumentando. Debido a esto, cada vez van dejando de ser “menos fieros, salvajes” y más dóciles al servicio de las almas.
Todos tienen su espacio. Absolutamente todos.
Hay seres que son transparentes, puros, luminosos y llenos de humildad con firmeza y sabiduría procedente del universo, de aquel que en el fondo, todos somos.
He podido experimentar estas sensaciones y os puedo decir, que la plenitud alcanzada y el empoderamiento sentido, ha sido inmenso. Hay aspectos que todavía no se han sentido en nuestro interior. A medida que vamos sintiendo, abriendo nuestro corazón y dejar que nuestra esencia, aquel quien en verdad somos, se vaya manifestando en nosotros, entonces, empezaremos a darnos cuenta del verdadero ser que somos y que el Amor es nuestra semilla. Cuanto más vayamos sintiendo esta energía de más alta vibración existente (el Amor), más iremos sintiendo y adquiriendo la sabiduría más allá de nuestra encarnación.
Conociendo a partir de nuestro exterior, nos puede hacer comprender parte de quien somos.
Sintiendo nuestro interior, integramos la sabiduría de toda Vida existencial. Cuando obtenemos, no el conocimiento, sino la sabiduría, entonces todo nuestro ser, nuestra vibración se activa y eleva nuestra alma, debido a la activación de nuestro ADN, que se encuentra en conexión constante y al momento, con la Fuente universal de la cual todos procedemos. Cada individuo está conectado a ella, y cuando empieza a sentir y a adentrarse a su interior para conocer su ser, entonces,….su vida puede cambiar, porque dejará de pensar y abrirá su corazón para iniciar una nueva etapa en su proceso de SENTIR. Cuando así es, toda la Verdad se muestra ante nosotros, tanto a nivel personal, como de nuestro entorno.
La pureza no consiste en querer ser o aparentar, sino en mostrar tu verdadera esencia. Esta pureza denota la grandeza de cada uno.
La pureza consiste en una liberación de tu pasado, una sanación de lo que fuiste para mostrarte según sientes en tu corazón.
No hay identificación con nuestro entorno.
No hay ningún apego y sí, toda aceptación de lo que la vida te ofrece en tu camino.
La pureza es no tener nada, sabiendo que todo lo tienes. Es mostrar solo tu luz y tu esencia amorosa, tu divinidad, siendo con los años, con más nitidez e intensidad.
No hay acomodamiento, ni horario ni tiempo, solo “presente” dispuesto a apreciar el valor en cada instante de su presencia y tu relación con él. Tú solo ante una nueva oportunidad, sin nada más que tu presencia y tú ser. Es aquí donde la sabiduría de tu interior te guía para que cada día sea diferente al anterior y con más sentido para tu misión en esta vida. Todo tú en un instante. Sólo tú con tu energía, tu Luz y tu Amor. Tu Divinidad dispuesta a ser manifestada al servicio de una Voluntad Superior.
Sólo tú, con todo tu empoderamiento, tu potencial activado y conectado con el Hogar del cual todos procedemos. No estás solo. No hay rutinas. Todo espontaneidad, y así debe de ser para estar dispuesto al servicio que más se requiera.
La cotidianidad de un ser puro es de total disposición y aceptación. No hay planes, ni organización, solo la guía de tu corazón susurrando la voz melódica del universo en ti, para que puedas llevar a término lo acordado en la “no encarnación”.
Cuando nos liberamos de todo lo limitado en nosotros, damos vía libre a la plena manifestación y realización de nuestro ser. Solo somos. Solo sentimos el Amor que somos y cómo irradiarlo allí donde se necesite según nuestra finalidad de estar donde estamos. No importa el país, siendo éste, donde vivimos, el adecuado para nuestro proceso y la elevación de nuestra alma.
Aprendí que cuanto más íntegros, puros seamos, mayor bienestar creamos en nuestra vida y la de los demás, y una mayor visión del proceso que todo ser encarnado ha de seguir, así como la dirección que el planeta y la humanidad está siguiendo y hacia donde nos dirigimos. Todo se expande ante ti como una gran pantalla, viendo tu propio camino y el de toda alma.
El silencio te libera. La pureza te llena y te hace sentir el Hogar de donde todos procedemos. Es la cuna que te mece en tu proceso y tus anhelos de poder llegar a ti.
Silencio. Pureza. Son pilares que te llevan a tu máxima manifestación al mundo con humildad y firmeza a la vez. Eres Luz, y esta Luz irradia con más intensidad y brillo a medida que tus recuerdos de quien eres vayan a más.
Hay un mundo esperándote, pero no es imaginario ni alternativo. El que vives es el imaginario. Recuerda tu ser y darás un salto al verdadero sentido de tu presencia en este planeta.
Es el retiro en tu interior donde percibirás la Luz de tu camino y la dirección a seguir. Cuando así está siendo y tus pasos te llevan al sentido de tu nacimiento inicial, entonces, la vida dejará de verse con los ojos físicos y percibirás la belleza y la intencionalidad inicial de su creación, de tu presencia con nosotros.
La sabiduría no es conocimiento. Ésta procede de la pureza y la simplicidad del alma. Sabio es aquel que sabe de su camino y de toda alma. Sabio es aquel que sabe que nada tiene y todo lo tiene a la vez.
Tu sentido existencial no consiste en ir subiendo peldaños en la dimensión física, aunque puede que así suceda, pero el verdadero sentido no estriba en la interpretación del acontecimiento en la materia, sino en lo que siente el individuo al vivir lo que vive. Cuando lo que sientes es una inmensa paz, un absoluto amor y una gran sensación de no estar solo y ser amado, entonces,…..solo puedo decirte, amada alma, que las puertas de tu realización están abiertas y que, desde esta cima donde te encuentras, puedes ver el sentido de haber llegado hasta aquí, para poder servir a una causa mayor procedente del universo.

Que el Amor y la Paz os lleven a la pureza de corazón.
Su sabiduría os guiará.


No hay comentarios: