miércoles, 23 de agosto de 2017

Lo importante en vuestra vida





Lo importante no es lo que hacéis, sino el cómo lo hacéis. La energía que creáis e irradiáis es la energía que alimenta vuestra Tierra. No es el llegar más alto o más bajo en esta vida, ni el conseguir mucho o poco, nada de todo esto tiene el valor para el Gran Plan Divino. Aquello que es importante radica en cómo vivís cada bendición que se os da. No es lo que hacéis y lo importante que es en vuestro contexto, sino la energía que se utiliza en vuestro andar.
No es el resultado obtenido lo que eleva vuestro amado planeta, sino la energía de vuestra actitud ante el proceso. Cada uno tiene el suyo. No importa si se encuentra en el principio de la Ascensión o ya os encontráis en los últimos peldaños del mismo. Son vuestras energías las que aportáis al planeta a través de vuestros hechos del día a día. Lo que es importante en el Gran Plan Divino es la predisposición, aceptación y actitud ante lo que vuestra alma necesita experimentar. Es la energía que emanáis a cada paso.
Conocer la esencia de vuestro Ser permitirá crear tierra abonada para que “aquel quien sois” pueda ser manifestado, abrir las puertas del Hogar en vosotros, y ser Uno con la Fuente de la cual todos procedemos.
El que vosotros denomináis “Recordar” es el camino de aceptación y manifestación de aquel quien sois. Cuando sentís la Divinidad en vosotros, las energías que desprendéis ayudarán a elevar las almas que comparten materia en vuestra dimensión. No es tan importante la vistosidad de vuestras obras, sino vuestra actitud ante ellas. Esta será la energía que os elevará y os mostrará los próximos pasos a realizar.  (Pausa). Os centráis en los detalles de la forma, olvidando el ser que sois. Vuestros ojos os engañan. Aquello que a menudo veis lo valoráis. Aquello que veis no es lo importante, sino las energías que se han utilizado para llegar a lo obtenido. Este final solo será la consecuencia de la actitud en el proceso. Sentid aquel quien sois, y la Tierra y la humanidad agradecerán el alimento emanado de vuestro corazón.
El resultado no es vuestro, si la actitud en cada paso dado.

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