lunes, 20 de abril de 2020

¿Por qué no voy a la escuela?





Un día una niña de siete años preguntó a su madre:
-         Mamá, ¿por qué no voy a la escuela?
-         Porque os han dado tiempo para ir a la escuela que hay dentro de ti – dijo la madre.
-         Pero dentro de mí no hay ninguna escuela – respondió la niña.
-         Hay mucho que aprender. Por ejemplo, cuando estás contenta y feliz te sientes bien, ¿verdad?
-         ¡Si!
-         Cuando te enfadas o estás aburrida te sientes mal, ¿verdad?
-         ¡Sí!
-         Pues hay que aprender a escuchar cómo te sientes. Cuando estás bien, procura ir haciendo cosas que te hagan sentir bien. Cuando te sientas mal, tienes que darte cuenta que no estás disfrutando, entonces, hay que saber cómo te sientes para hacer cosas que te hagan sentir bien. Hay que aprender a saber cómo estamos. (Pausa).
-        
-         ¿Cómo te sientes ahora? – preguntó la madre.
-         Bien – dijo su hija.
-         ¿Quieres continuar jugando y haciendo cosas que te hagan sentir bien?
-         ¡Si! – dijo la niña contenta y con ganas de pasárselo bien.
-         Pues adelante. Procura siempre estar bien y cuando no lo estés, procura hacer cosas que te gusten – acabó diciendo la madre mirando a su hija a los ojos.
-         ¿Quieres jugar conmigo? – preguntó la niña a su madre.
-         ¡Claro que sí hija! – le respondió.
La niña le dijo en qué quería jugar y las dos se pusieron durante un buen rato, riendo la hija cuando veía que su madre no podía con ella.

Así son los tiempos que vivimos. Tiempos para ir a nuestra escuela interior y poder darnos cuenta de quien somos en cada momento, estableciendo unas nuevas pautas en nuestras vidas para poder expresar la felicidad y el “pasárselo bien” en esta vida que vivimos.
Son tiempos de cambios, y los niños son un ejemplo para todos aquellos que podéis estar junto a ellos.

Que la Felicidad, el reír y el sentirse amado sea en cada uno de vosotro

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