miércoles, 13 de agosto de 2008

El barco ya está aquí

Después de calamidades, penurias y sufrimiento, la gente se aglomeraba en las andanas del puerto para subir al barco que se llevaría a una nueva vida, mejor a la que estaban llevando hasta ahora, llena de bienestar y prosperidad. Habían oído decir que allá donde les llevarían habría para todos, y que aquel que quiera, podrá disfrutar de la vida como no lo había hecho hasta ahora. Se oían estos y otros comentarios. Todos decidieron reunirse con sus pertinencias en el puerto para subirse al barco que les llevaría a una mejor vida.
¡Habían oído hablar tanto de aquel barco y anhelado estos momentos…! Toda la población se concentró en aquel espacio del puerto para hacer lo que representaba que sería el viaje que les permitiría realizar sus deseos. Parecía que por fin había llegado la hora.
La andana estaba llena de gente. El barco estaba acabando de hacer su última maniobra para permitir que los viajeros puedan embarcar. Acababa de entrar en el puerto, y ahora, se encontraba en el lugar adecuado para dejar que aquel que quiera pueda conseguir sus ideales.
Cuando acabó la maniobra, todos buscaban la obertura de una puerta. Finalmente así fue y se puso la pasarela para poder entrar. De repente un compartimento lateral se abrió y apareció una plataforma que se alargó hasta llegar al muelle. Todos querían ser el primero en entrar. Nadie quería perderse la oportunidad, cuando apareció el capitán con un altavoz anunciando que aquel que quiera hacer el viaje deberá de dejar todas sus pertinencias y entrar solo, solo con lo que lleve puesto. La gente empezó a murmurar y a quejarse. No querían abandonar sus posesiones y todos los utensilios que representaban el recuerdo de lo que fue su pasado. El capitán volvió a decir:
- Todo aquel que quiera subir deberá de dejar sus pertinencias a tierra y subir solo, exclusivamente con lo que lleve puesto.
La gente no entendía porqué debía de ser así porqué no querían perder aquello que les había costado tantos años conseguirlo. Se produjo una gran inquietud y revuelo en el muelle porqué muchos no querían dejar el equipaje que llevaban.
Entonces, se vio a alguien que lo dejó todo en el suelo y se dirigió hacia la plataforma. Los marineros que se encontraban en la entrada le dejaron pasar. Muchos no quisieron perder el equipaje y se volvieron hacia sus casas a continuar con las vidas que llevaban. La gente empezó a salir del puerto porque no querían deshacerse de sus propiedades. Sabían la vida que les esperaría pero su apego hacia lo que tenían era más fuerte que el deseo de cambiar de vida.
Algunos quisieron subir al barco con pequeños tesoros acumulados a lo largo de los años escondidos entre sus ropas y cuerpo, pero al llegar a la entrada, los marineros que se encontraban al lado del capitán se dirigían al ser humano y le decían:
- Todo. Lo debéis de dejar todo.
- ¡Pero ya he dejado a tierra todos mis baúles y maletas!
- Todo. Lo debes de dejar todo, incluido lo que llevas escondido en ti.
- ¿Pero entonces de qué viviré? ¿Cómo podré comprar lo que necesito allí donde vaya?
- Allá donde vas, no necesitarás esto. Allá donde vas, nada te faltará.
Llegado a este punto, muchos retrocedieron porqué no quisieron deshacerse de sus joyas y dinero, cogiendo sus maletas y equipaje y volviendo hacia sus casas, renegando porqué no entendían que habían de dejarlo absolutamente todo. Alguien, después de insistirle que había de dejar todas sus riquezas a tierra, así lo hizo, y los de la tripulación se alegraron por la decisión tomada y fue bienvenido en el barco.
Finalmente fueron pocos los que decidieron dejarlo todo y subirse al barco sin rechistar.
Este día también ha llegado para ti, pero no te asustes porqué no deberás de desprender-te de todas tus posesiones materiales, pero sí de tu equipaje interior.
El barco nos ha venido a buscar. Todos aquellos que ya estéis preparados para dar el nuevo paso, y queráis llegar a ser vosotros y vivir según creáis que debéis de vivir según vuestro corazón, ahora es posible. El equipaje de deberías dejar a tierra será la vida que llevabais hasta ahora. Allá donde vais no hay cabida para las viejas creencias y al ser que habéis estado manifestando por miedo, para sobrevivir, para protegeros,..¡No!, nada de todo esto necesitaréis a partir de ahora si decidís coger el barco que está anclado a la andana de vuestra existencia.
Este barco os llevará a una nueva vida, a aquella que siempre, cuando erais pequeños/as sonabais. Ahora es posible. No tengas miedo de dejar atrás un estilo y un ritmo de vida. No temas deshacerte del sufrimiento y el dolor. No temas, y ábrete a una nueva vida que te está esperando más allá de donde te encuentras. Deja tu equipaje de inseguridades, sufrimiento, soledad, dudas, miedos y confía en la nueva oportunidad que se te ofrece. Deja la bolsa de los pensamientos negativos a tierra, o lánzala al mar, para que las aguas de la vida los purifiquen.
Si quieres adentrarte en las nuevas energías del planeta que te permitirán ser tú y nada te faltará, debes de confiar y dar el primer paso, liberándote de todo aquello que te limita.
El barco de “LA NUEVA ERA”, que así es como se llama, te llevará lejos, muy lejos, donde ya no padecerás más. Para eso debes de pagar un precio: dejar todo tu bagaje y subir solo con lo que realmente eres. Solo así podrás crear la vida que quieres. No te preocupes, porqué en el trayecto se te irá dando y enseñando todo aquello que necesitarás a partir de ahora, y ten presente que es mucho más de lo que puedas llegar a imaginar.
¿Qué, quieres subir o continuar como hasta ahora? Tu vida depende de este momento. Escucha tu corazón y él te ayudará a tomar la mejor decisión.
Todo va bien.


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