¿Quién es sabio?

Una vez un maestro estaba instruyendo a sus discípulos y les preguntó:
- ¿Quién es más sabio, aquél que ha vivido más o el que ha sentido más?
- Maestro, es obvio que aquél que ha vivido más – le respondieron.
- ¿Estáis todos de acuerdo? – preguntó el maestro.
La mayoría asintieron con la cabeza.
- ¿ Por qué? – les preguntó.
- Porque aquél que ha vivido, puede aprender más que otro que no ha vivido tantas experiencias – respondió uno de los alumnos.
- ¿Creéis que el hecho de vivir muchas situaciones ya te hace sabio por el hecho de experimentar?
- Sí, maestro – respondieron sus discípulos.
- ¿Quiénes sois vosotros, el ser que ha experimentado o el que ha integrado la experiencia en su interior, sintiendo la emoción del momento?
Los alumnos quedaron mudos por unos instantes.
- ¿Cuál será el recuerdo en vuestro futuro, aquello que os ha hecho sentir o lo que habéis vivido? – continuó diciendo.
- Siempre se recuerda más aquello que nos ha hecho sentir – dijo un discípulo.
- Si lo que os hace sentir queda gravado en vuestra conciencia, ¿no creéis que os permitirá aprender más pronto?
Sus discípulos le escuchaban atentamente sin pronunciar palabra.
- Entonces – continuó el maestro - el ser humano reacciona según lo que ha vivido, por lo tanto, es según sus sentimientos. Aquél que conozca sus sentimientos sabrá quien es, abriendo la puerta del autoconocimiento.
A continuación prosiguió diciendo:
- Somos lo que sentimos, y sabio es aquel que se conoce. No por vivir más comporta un aprendizaje, pero sí el hecho de sentir. Ser consciente de estos sentimientos, te permitirá conocerte y llegar a ser tú. Recordad – acabó diciendo el maestro -, tú eres lo que sientes, no lo que vives. El aprendizaje te viene por lo que sientes, no por lo que vives. Las situaciones sólo son la forma de nuestro aprendizaje, y los sentimientos el fondo, la clave para llegar a la verdadera sabiduría.

A continuación el maestro se levantó y dejó allí a sus discípulos para que reflexionasen sobre todo lo transmitido.