jueves, 2 de septiembre de 2010

Finales de agosto

Bien, hemos dejado agosto, a punto de dar el paso que nos hará entrar en setiembre y al inicio de un nuevo curso, de la nueva vida que tan esperada está siendo. Es como si hasta ahora hubiésemos subido una gran y pronunciada pendiente en nuestro camino, y ahora hubiésemos llegado a la cima y todo será ligero, de bajada, donde llegar allá donde queremos ahora será posible y con facilidad. Parece como si después de la subida, la ascensión a la cima más alta de nuestra vida, pudiésemos decir que hemos llegado a superar todos los obstáculos y a partir de ahora todo será posible.
Es como si hubiésemos atravesado la pasarela que nos ha llevado a las alturas de nuestro potencial creativo y realizador. Es como si la hubiésemos pasado y al otro lado del abismo se encontrasen nuestros anhelos materializados y nosotros, justo después del último paso para bajar de la pasarela, observásemos toda nuestra vida tan esperada desde hace tiempo, ante nuestros pies. Nos sentimos emocionados y contentos porque lo más duro ya lo hemos dejado atrás. Ahora sólo es necesario querer y se nos será concedido. Nuestra voluntad tomará el poder de nuestra plena realización.
Los viajeros de la Ascensión que hemos llegado hasta aquí, veremos cómo nuestra vida da un giro espectacular consiguiendo las cosas con el mínimo esfuerzo, sin luchar, solo queriéndolo. Las semillas plantadas a través del trabajo personal realizado hasta el presente nos ha abierto las puertas para poder entrar en el paraíso tan anhelado de nuestras ilusiones de un pasado, donde ahora, éstas se harán realidad.
Nos encontramos en la cima de nuestras vidas, después de superar los obstáculos y las supuestas adversidades que nos hemos ido encontrando. Las hemos dejado atrás, y todo lo que podamos encontrarnos a partir de ahora, será realización y plenitud. El amor, la paz, la luz, la prosperidad y el bienestar nos abrazarán a lo largo de nuestra vida a partir de ahora. Hay para todos, por más que multitudes hayamos atravesado esta pasarela. Todos tenemos nuestro espacio y nuestra misión en esta vida, en la cual vinimos. Podremos materializar aquello por lo cual hemos venido.
A partir de ahora empezaremos a recoger los frutos de nuestra ascensión. Nuestra alma se siente liberada y nuestro cuerpo se ha vuelto más etéreo. Nuestro espíritu se ha relajado al ver que, a pesar de todo, hemos continuado nuestro camino, yendo a menudo, en contra de lo establecido. Todos los que hemos llegado hasta aquí, hemos habido de ir en algún momento, o siempre, en diferente sentido que el resto de nuestro entorno. Sabíamos cual era nuestro camino, y precisamente este no se encontraba en el camino de generaciones anteriores y los convencionalismos sociales, culturales, religiosos o familiares. Hemos habido de romper con todo esto y escuchar lo que nos decía el corazón. Este nos ha guiado hasta el presente, y ahora respiramos aligerados del gran peso de las responsabilidades y costumbres impuestas. Éstas no eran nuestras, no nos pertenecían, y debido a esto, ahora podemos decir que nos encontramos en el momento adecuado de poder se nosotros, mostrando nuestra divinidad cada vez más.
El camino ha valido la pena. La decisión de pasar por el dolor no deseado nos ha liberado de nuestra densidad. Unos han sufrido más que los demás, según su pasado, pero todos hemos dado los pasos para llegar a las puertas de nuestra realización. Ahora es posible.
Estamos en la recta final de nuestro verano, y parece como si todo quisiera encajar para facilitarnos el camino. Nos esperan grandes cambios este otoño a todas las Luces del planeta. La vida ha estado dirigiéndonos hacia nuestra manifestación con plena majestuosidad de nuestra esencia. El Dios que hay en nosotros, el Dios que somos, ahora ve la oportunidad de mostrarse al mundo. La gente nos verá, pero sabrán que aquello que verán y escucharán provendrá de las altas esferas de la Luz, del Hogar. Nosotros somos el hogar del cual todos procedemos. Nosotros somos la Fuente. Nosotros somos el Camino, la Verdad y la Vida. Tú eres Dios. Tú eres la Fuente de Luz y Amor donde la vida nace sin parar.
Te encuentras ante el motivo por el cual naciste. Te encuentras en el momento adecuado y con la preparación y predisposición adecuadas para entender y manifestar el sentido de la vida. Nada más puedes esperar que Amor. Éste te abrirá el resto de las puertas que necesites para que tu divinidad pueda manifestarse.
Otoño del 2010, tiempos de grandes cambios.
Muchos ya estáis preparados, ya habéis transmutado vuestras energías para permitir que la vida os sonría. Vuestro corazón os ha llevado hasta el presente. Lo habéis abierto y seguido con plena fe, aquello que os decía. Habéis confiado y os habéis entregado a la vida. Ahora, ésta os corresponderá con los más preciosos y amorosos regalos que vuestro ser tanto ha deseado. Todo y así, más todavía se os dará. Algunos de vosotros os habéis graduado para llevar y ser la Luz y la Fuente de Sabiduría y Amor para vuestro amado planeta y la humanidad.
Tu ser está preparado y siente una gran ilusión y emoción serenas, al contemplar la belleza del lugar donde habéis llegado. Veis desde donde estáis otras cimas lejanas con alguien que ha conseguido llegar a la cumbre de ellas. En diferentes puntos del planeta también necesitan gente como tú. No temas. El universo está a tu lado. Nada deberás de temer y dedícate a deleitarte de lo que se te ofrecerá a partir de ahora. Acéptalo y actúa desde el corazón y con la sabiduría de tu divinidad. Dios ve todo lo que tú ves. Tus ojos son los suyos, porque tú eres Él. Tú eres Dios. Deja que tu Luz y tu Amor viertan el alimento para todos aquellos que necesiten despertar del todo. Necesitan de tu presencia. Sé tú. Deja que tu divinidad se manifieste. Cuando más lo hagas, más llegarás a disfrutar de la vida y a hacer servir tu voluntad para el mayor bien de todos, de ti, para el planeta y todos los seres que lo habitan.
Una nueva vida se extenderá ante nuestros pies. ¡Ves! Avanza por ella con el corazón abierto y sintiendo la presencia de todos los que te acompañan, de tus hermanos de la Luz y de los seres amorosos de tu verdadero Hogar.
Siente el amor dentro de ti y deja que aquello que tu corazón te haga saber se manifieste a través de tu voluntad.
Estoy contento de estar a tu lado habiendo llegado donde hemos llegado, cada uno en su proceso.
Que el amor y el gozo de vivir sean en ti.
¡Adelante! El momento esperado ya ha llegado. Abre tus brazos y recoge los frutos abundosos por los cuales naciste. Estoy contento de ser hermano tuyo.
Una nueva vida espera ser vivida donde la alegría y la fuerza de nuestra esencia abrirán los caminos para que todos juntos podamos elevar a todos los hombres y a nuestra amada Tierra.

Un nuevo ser se manifestará en nuestro mundo, y tú eres uno de ellos.

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