jueves, 9 de septiembre de 2010

La influencia de un pasado


Todos queremos ser nosotros, pero no todos somos conscientes que lo que vivimos procede de una aceptación, y a menudo integración, de unas pautas mentales adquiridas y una visión de la vida concreta basada en unas creencias familiares, y a la vez, procedentes de unos estamentos sociales y unos mecanismos convencionales transmitidos de generación en generación. Aquello que fue e instaurado muchos años atrás, quizás decenios, ahora hacen que muchos de nosotros actuemos de una manera en concreto sin darnos cuenta que esto que hacemos “no nos pertenece”. Cuando así es, y continuamos actuando de la misma manera que años atrás, es que no somos conscientes que nosotros no somos nosotros.
A menudo veo la identificación con nuestro entorno y unas pautas reiterativas en nuestra actuación cotidiana. A menudo veo quejarse y murmurar ante cualquier acontecimiento que la vida nos presenta. A menudo veo como la gente critica y tiene una actitud de defensa o ataque ante cualquier novedad o situación diferente a nuestra manera de ser o ver la vida. Esto lo veo constantemente, en más o menos grado en mi día a día, empezando con las personas que tengo más cercanas hasta todos aquellos que me vienen por cuestiones terapéuticas.
¡Demasiada identificación con lo que nos han enseñado!
¡Mucha ignorancia espiritual, sobre nosotros mismos!
Se vive, pero no en el presente, sino en el pasado, dejando que este nos influencie y guíe nuestras decisiones. El no saber de uno mismo, hace que se tomen decisiones no siempre las más adecuadas, sino basadas en el miedo y en los demás. ¿Y nosotros?
La falta de autoestima hace que el ser humano permita que los convencionalismos sociales, religiosos, familiares y culturales dirijan su vida. Conozco personas amargadas y con constante tensión y preocupación debido a no entender que el amor no es sufrir y preocuparse por los demás. Conozco seres, y algunos de ellos muy cercanos a mi persona que malinterpretan la vida según unos parámetros erróneos según las limitaciones transmitidas a través de sus padres, y éstos, haberlos recibido de sus padres y así sucesivamente. La cadena generacional limita a las descendencias y a cada generación, la ata más y más, debido que los tiempos están cambiando y ellos, estas personas, se aferran en querer mantener una visión y manera de vivir obsoleta que resta el poder que todos tenemos.
El identificarse con una vida en concreto según nuestros padres, no siempre es lo correcto, debido que cada uno, cada generación tiene un proceso como ser humano, y por lo tanto, no podemos mantener un estatus y una manera de ser según nuestros primogénitos. No somos fotocopias de nuestros padres. Nosotros somos nosotros, únicos y perfectos, no limitados. Cuando nuestros patrones son calcados o muy parecidos a los de nuestros padres, y estos viven en la dualidad, en el mundo de la forma y los miedos, alguna cosa hemos de hacer para encaminar nuestra vida y llegar a manifestar nuestra plena individualidad.
¡Yo Soy Yo, no mis padres!
¡Yo Soy Yo, con mis capacidades y potencial!
Nadie es como otro. Todos somos diferentes y complementarios a los demás, aportando nuestra identidad para ayudar a aquellos que nos rodean.
No hemos de hacer aquello que nos han dicho que hemos de hacer. Hemos de realizar aquello que nos indica nuestro corazón, único camino a tener presente para nuestro mayor bien y el de los demás.
Hemos venido a esta vida para ser nosotros, no para simbolizar lo que piensan y indican los demás. No tendría sentido, espiritualmente hablando, si así fuese y actuásemos. Desgraciadamente, la mayor parte del planeta así lo está haciendo, pero los tiempos están cambiando y cada vez hay más personas que despiertan de su somnolencia espiritual y se dan cuenta que la vida no es como nos la han enseñado sino como nosotros la sentimos según nuestra verdadera naturaleza.
¿Cómo conectar con nuestra naturaleza? ¡CONOCIÉNDOTE!
El verdadero camino hacia la felicidad es el que te lleva a ti. Es el inicio de tu integridad, el realizar el mayor viaje que nunca uno haya podido llegar a hacer: el viaje interior y encontrar y conectar con el verdadero ser que eres. Cuando lo conozcas te darás cuenta que la vida es muy diferente a como nos la han enseñado. Cuando abres las puertas que irás encontrando a lo largo del camino verás como tu ser irá sintiendo el mayor bienestar no sentido hasta el presente, y una vez te vayas adentrando en este camino irás adquiriendo la sabiduría del auto conocimiento. Cuando más te vayas conociendo, más irás siendo tú, y más te darás cuenta que tu entorno, la mayoría de él pertenece al pasado y tú eres presente. Entonces tendrás la oportunidad de vivir intensamente el presente y dejar de ser un ser temporal para manifestar tu intemporalidad. El pasado y el futuro irán desapareciendo para ti para dar paso a una vida de presente, disfrutando entonces de ella, y sintiendo el verdadero sentido que tiene el hecho de vivir y encontrarte donde te encuentras.
El pasado nos guía y nos condiciona y deberás de ser tú quien deberás de desprenderte del disfraz que te han puesto para mostrar al verdadero ser que eres. Cuando más vayas despertando tu consciencia espiritual, más te irás conociendo, y este auto conocimiento te llevará a la felicidad, armonía y bienestar.
El mundo está cambiando y estas nuevas energías permiten hacer limpieza de todo aquello que no nos permite ser nosotros. El flujo amoroso del equilibrio que apoya el universo hace que todo aquel que quiera despertar y mostrar al verdadero ser que hay dentro de cada uno pueda ser manifestado, así sea.
El amor, la armonía, la felicidad, la paz y la realización es posible en estos nuevos tiempos de ascensión, tanto para el planeta como para la humanidad.
El pasado es el pasado y en cualquier momento puede ser liberado con nuestra voluntad. ¿Qué es lo que quieres en este momento? ¿Realmente quieres cambiar o te hace miedo conectar, pensar y vivir diferente a como has estado viviendo y sintiendo hasta ahora? Tú eres presente, y es desde el presente que puedes cambiar aquello que no te gusta de tu vida, de ti.
No se puede cambiar de vida sino cambias tú. Tú eres la fuente de todo bienestar o malestar. Cuando eres tú y abres tu corazón siguiendo sus directrices, dejarás que el amor abra las puertas de tu caminar. Cuando no sea así y continúes siguiendo las directrices de tu mente, irás incrementando el dolor en tu vida, sintiéndote atrapado/a sin poder hacer nada. No es que así sea, sino que tú no querrás cambiar. No podemos vivir en el malestar y el sufrimiento, porque no es por eso que hemos nacido. Tu camino debe de continuar, pero siendo tú, no según los demás.
El pasado ya no existe como tal. Eres tú que lo traes al presente al querer vivir según fue. Ahora tú tienes la oportunidad de ser tú i vivir según el tiempo amoroso del presente. La vida puede sonreírte y abrir las puertas que siempre has soñado. ¿O quizás, incluso, has dejado de soñar? Todo y así, piensa que siempre estamos a punto de volver a hacerlo y deleitarnos siendo nosotros.
La felicidad no depende de lo que tenemos, sino de nuestro estado interior.

Que el Amor y la Paz sean en ti.




No hay comentarios: