domingo, 20 de noviembre de 2011

Un hijo con su Padre


Hoy me gustaría regalaros un fragmento de un encuentro del Padre Celestial con uno de sus hijos aquí en la Tierra. Fue una situación real. Empieza el ser humano expresando una sensación interior, comentándole a Dios:

- Siento con los días, cada vez más paz interior. Me siento seguro, seguridad, protección. Percibo como si estuviese blindado y nada me pudiese herir. Siento confianza y tranquilidad. Una vez oí unas palabras que venían a decir lo siguiente: “Mi corazón era un desierto, y ahora, la hierba crece en todos los rincones”. Siento protección y amor. No sé bien como explicarlo. Vendría a ser todo esto junto. ¿Sabes qué? Las palabras me resultan limitadas. Lo que siento es mucho más que esto que te he dicho. Es como si tuviese serenidad y escuchase, cada vez más, mi voz interior. Es todo esto junto. Es una sensación diferente. Nunca me he sentido de esta manera. Tiempo atrás sentí aun poco de algunos de los aspectos comentados anteriormente, pero como ahora,….no. Lo que siento dentro de mí es diferente. ¿Qué me pasa realmente?
Entonces el Padre le respondió:
- Mi hijo está creciendo y veo que él se da cuenta de todo el proceso. Se siente extraño porque experimenta la serenidad y la paz que Yo le doy. Percibe el Amor que le ofrezco y esto contrasta con lo que ha sentido durante tantos años. Mi hijo se está acercando a las puertas de la Luz del Padre y esto le remueve. Sabe que camina, pero cada paso es una novedad no experimentada hasta ahora, aunque sí deseada. Mi hijo experimenta, juega, aprende y crece siguiendo el camino que se ha marcado. No tengas miedo, amado. Sé valiente como ahora. Sabes lo qué quieres y eres decidido. Harás todo lo posible para llegar allí donde quieres. Lo conseguirás. El proceso será rico. Tú quieres pasar por aquí. Sabes lo qué quieres, pero no las situaciones a vivir para llegar al objetivo. Veo que llegarás. Veo fuerza y valentía en ti. Llegarás a conseguir en tu vida actual todo lo que te propongas. El Padre siempre estará contigo. Tu voluntad, en estos momentos, coincide con la mía. Has encontrado el camino principal que te lleva directamente a Mí. A veces, tus ganas te hacen tomar atajos que no te llevan a ningún lugar. Sabes como rectificar. Estás aprendiendo, hijo mío. Con el tiempo, aprendes cada vez más rápido. Todavía queda mucho, pero me alegro que hayas entendido que el tiempo no existe, cuando se trata de evolucionar tu espíritu. ¿Me has entendido lo que quiero decirte?

Y tú, ¿le has entendido?

Un fuerte abrazo y que el Amor y la Paz sean en todos vosotros.



No hay comentarios: