jueves, 1 de marzo de 2012

"My way" (a mi manera)


Los días van pasando como el tren que sigue las vías para llegar a la próxima estación. Cada día, cada fragmento del paisaje que contemplo desde mi ventana pertenecen a mis recuerdos alejándose y a mis anhelos acercándose para ser manifestados en un nuevo día.
A medida que he ido viviendo los “Ahoras” de cada presente, me doy cuenta que no hay dos iguales. Doy pasos, impensables tiempo atrás, en cambio, me siento atraído hacia ellos para llevarlos a término. Siento una fuerza surgida de mi corazón que me empuja hacia una dirección concreta y pasar a través de unas situaciones, que sé que tarde o temprano, me abrirán otras puertas de mi proceso.
La visión de la vida no es como nos la han enseñado. Toda va más allá de lo que sencillamente se ve. Cada día no pertenece a la realidad terrenal. Cada instante y lo que hacemos en él, está al servicio de un sentido, una intencionalidad más allá de nuestros sentidos físicos. Nuestra mente no llega a comprender la materia que manifestamos. Nuestra vida va más allá de todo razonamiento y de toda expectativa.
Me encuentro en el umbral de lo que va a ser y será. Veo, siento y actúo desde más allá de nuestros tiempos, viéndome como si fuera materia liberada y libre. Los ojos me ven como uno más de toda la humanidad. Los corazones me ven y sienten como la divinidad que soy. Vivo en un entorno donde las mentes, los egos y los miedos abrazan cualquier argumento de limitación para justificar sus actuaciones y presencias. Yo me quedo quieto, en la fuerza del silencio y el sentir amoroso de quien soy.
Los sueños me hablan y me muestran la verdad de mi presente.
Nada pertenece a la materia. Todo procede de un Plan Superior donde todos hemos accedido a venir para materializarlo.
Mi alma está sirviendo a esta Fuente Divina Creadora de toda Vida. Hace tiempo dejé de identificarme con mi entorno y lo que se me quiso inculcar de pequeño en esta dimensión. Con los años he ido viendo los límites de cada transmisión familiar, social y religiosa. Pertenecemos a un significado superior. Una motivación que nos libera de toda animalidad para adentrarnos y poder conectar con la divinidad que somos. Este proceso permite liberar a nuestra alma y abrir la puerta de la Ascensión de nuestro ser.
Cuando te dejas llevar por el tren donde te encuentras, conducido por nuestro corazón, entonces, nada debes de temer. Todo fluye. Todo llega. Todo es,…y la satisfacción inmensa. Sentarse y confiar que llegarás al lugar previsto, es dejarse llevar por la Voluntad Divina. Aceptar cada instante, es aceptar la vida y crearte una cualidad de vida que te permitirá irradiar la Luz y el Amor que somos.
Si fuésemos árboles o vacas pasturando que observasen pasar el tren, veríamos en una de las ventanas, una intensa Luz radiando por todo el tren. 
Sentirían la alegría de todas las Luces que acompañan a aquel tren. Se darían cuenta que el tren y quien va en él son parte de ellos o ellas. Toda va bien.
El camino continúa, y cada tren ilumina diferente. Cada uno vibra diferente ante las oportunidades que la vida le ofrece. El dejarse ir es total en aquellos que saben quiénes son. Hay quien quiere pero sus raíces terrenales son fuertes. Hay quien sueña en una etapa mejor en su vida, todo y así, las resistencias son grandes. Hay mucho despertar.
La Luz de quienes se han entregado plenamente, sin condiciones a la Voluntad Divina permite que la esperanza y las fuerzas surjan de los interiores de cada uno. Fortaleza, confianza y coraje hacen que el ser en esta experimentación terrenal pueda liberarse de las densidades que le han estado frenando en su proceso hacia la liberación de su alma y el despertar de la consciencia.
Hoy, estando solo en casa y sintiendo el bienestar en mí, dejo que las buenas nuevas de este día me lleguen de diferentes fuentes.
Con el aprendizaje he aprendido a no pedir, no obligar, no rechazar aquello que no se corresponde tal como uno quiere. Aprendes a aceptar que las propuestas y bendiciones de tu existencia te vengan de donde tengan que venir para tu mayor bien y los que te rodean. Tu corazón sabe de ellas y de la mejor manera de recibirlas. Tu corazón sabe qué hacer a cada instante para que todo sea en ti, tu voluntad sea Una con la Voluntad Divina y juntos, poder materializar lo que has venido a hacer. Nada te falta ni te faltará. Sé tú y deja que lo bueno que la vida te tiene preparado te venga. Tú eres el grifo de esta prosperidad y tu actitud, la mano que la abre. Cuando la actitud, tu voluntad y la predisposición sean las adecuadas, entonces, el grifo se abrirá y lo que ha de ser te vendrá con creces.
Mi servicio al Padre me hace sentir y ver los pasos dados hasta ahora y la esperanza y el convencimiento de lo que mi corazón me dicta y las percepciones recibidas, realizadas.
Cuando se sirve al Amor, prepárate, porque aquello que vivirás, probablemente no siempre será como te hubiese gustado que fuese, pero tu presencia en aquel lugar con aquellas almas necesitadas de Luz, Amor y Comprensión, serán iluminadas por la intencionalidad divina a través de ti.
La vida toma otro sentido y actúas desde una perspectiva paralela a la convencional. No siempre eres comprendido ni aceptado, todo y así, tu paso por aquella situación deja huella y recuerdo en aquellos que la han vivido.
Llevarás a término lo que se conoce como tus virtudes terrenales, pero lo que manifestarás será mucho más que tu potencial aparente. Como ser completo actuarás en diferentes ámbitos de tu entorno, algunos de ellos, probablemente no conocidos por ti para hacer lo que has venido a hacer. ¡No importa! Allí donde seas llevado sabrás qué hacer y ayudarás a todos aquellos que estén implicados. No importa tanto el lugar, el ambiente donde estarás, porque tu corazón te indicará en todo momento lo qué hacer. Estás siendo llevado, en este tren donde te encuentras, por el mejor conductor que hayas podido elegir: tu corazón.
Los tiempos que vive la humanidad, el planeta y nuestro sistema solar, están produciendo unos cambios en el interior de cada uno. Están despertando la divinidad que cada uno es. Gran parte de los seres humanos sienten como llama a su puerta, y muchos otros tienen la “televisión tan alta” (miedos, resistencias, falta de autoestima,…) que no oyen las llamadas de sus corazones para dar un paso más hacia el proceso evolutivo de sus almas.
Nace un nuevo día y la serenidad del reposo te hace abrir los ojos, dándote ánimos para levantarte y sentir los nuevos aires que vienen a recibirte y guiarte en este primer día del resto de tu vida. Sientes el convencimiento de llegar allí donde quieres desde el lugar donde te encuentras. ¡Tanto da el punto donde te encuentres de tu proceso! Estás en el mejor lugar donde podías estar para continuar con paso firme tu camino, a tu manera, según necesitas para llegar a ti, al Dios que eres, a tu Divinidad manifestada.
Y todo,…a tu manera (“My way”), según necesites.
El camino ahora se ancha y la luz se intensifica. Seres de Luz se te acercan y te rodean.
El camino nunca ha estado vacío. Nunca has estado solo ni lo estarás.
En tu camino cada vez estarás más acompañado y protegido.
Eres amado y siempre lo has estado y lo estarás. 

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