miércoles, 28 de noviembre de 2012

Y mis pasos avanzan

Hay momentos que siento la soledad de mi consciencia habitando según lo acordado en mis orígenes. Entre seres encerrados en sus creencias, desaparece la comunicación desde el corazón. Lo superfluo de nuestra existencia actual pasa a un primer plano para poder tener una relación de convivencia.
Como empujado por una energía superior a mí, fui llevado donde ahora me encuentro. Ya hace casi tres años desde mi llegada, y mi ser tuvo que adaptarse a un nuevo lugar para poder vivir según iba sintiendo en mi corazón.
Podría decir que me siento solo, pero no es cierto.
Podría decir que me siento incomprendido,…bueno, de eso bastante.
Podría decir que no se me valora. Continuo siendo no valorado y un desconocido por aquellos que se encuentran a mi lado.
Todo y así, me siento acompañado, comprendido, valorado y amado por aquellos que pertenecen al Hogar de donde procedo.
Vine aquí a cumplir una Voluntad del Padre, y aquello por lo que vine, ya casi está realizado. Sé que dejaré este lugar para continuar mi camino, porque mis pasos continúan avanzando entre la espesura de los apegos que me rodean, los miedos y las creencias limitadoras de mi entorno. El dolor me envuelve, sintiendo los corazones heridos y los cuerpos resentidos por este motivo. Para la gran mayoría, yo soy como ellos, el ser humano que vive una condición humana no pudiendo hacer nada por la situación que vive y haciéndose suyas todas las pautas mentales adquiridas a nivel social, político, económico y religioso.
Mis pasos avanzan sabiendo la dirección a seguir. La Luz me indica el camino a seguir y ésta, de momento, se encuentra donde estoy en estos instantes.
Me ven como quien no soy.
Creen en mí, como ellos me ven según sus creencias. Por eso no puedo hacer nada por ellos, ni creen en mí conforme puedo aliviar sus vidas.
Respeto su libre albedrío. Los amo, y por eso, sencillamente estoy y dejo que todo sea. Por eso, acepto la situación, porque mi consciencia sabe de mi papel en este lugar.
A veces me reconforta el saber, debido a mi consciencia despierta. Mi alma sigue su curso y se alegra por los momentos vividos, aunque, en algún instante piense que no hay que demorar más mi partida de donde estoy, debido que no puedo realizar aquello que mi corazón siente, según mis anhelos.
Mi vida está al servicio de la Fuente Creadora de toda Vida. Mi alma es guiada por el sendero de la Ascensión, la Luz y el servicio de Amor según la Voluntad Divina.
Estar solo, a menudo, hace que mi interior sienta la paz y el regocijo de saber quién soy y quien me guía. Son momentos de recordar mi Hogar y lo que he venido a hacer. Mi palabra es el silencio en los momentos que mi presencia se hace visible aquí donde me encuentro. A pesar de todo esto, siento que los inicios de una nueva etapa empiezan a darme de la mano por las sincronicidades que van sucediendo en mi vida y las señales que aparecen ante mí.
Por instantes me encuentro como alguien que, con lo que hay por hacer, se encuentra en una jaula con la puerta abierta, dando paso a una jaula mayor y esta a otra mayor todavía. En algún momento he pensado que la puerta abierta era para la plena realización, pero en cambio, aunque con más espacio, siento que donde estoy no es para realizar mi voluntad, sino la Voluntad Superior que hay en mí y dirige mis pasos.
En estos instantes, siento a mi corazón, y encuentro la fortaleza y el coraje de vivir, sintiendo la plena libertad, comprensión y alegría por lo que estoy haciendo.
Acepto mi tarea donde estoy. La acepto, sinceramente, con alegría, humildad y gozo de servir al Padre. Estoy viendo los resultados de mi presencia aquí, así como las puertas abiertas desde que estoy aquí.
Pronto mi vida volverá a cambiar, y esta vez, con la plena realización según la Luz y el Amor que guían mis pasos. Hay alegría en mi ser y la serenidad parece manifestarse, cada vez más, en mi actitud ante el entorno que me rodea.
Acepto la Voluntad Divina, percibiendo que nada me falta y, desde el Hogar se me da todo lo necesario y protección. El Amor procedente de donde mi alma pertenece activa mi comprensión de mi situación actual y el motivo por el cual durante años he estado recibiendo una instrucción concreta para mi alma y lo que, años más tarde (ahora), debería y debe de pasar en relación a mi vida.
Acepto la soledad que estoy viviendo. La visión elevada de mi consciencia me permite sentir la energía de la intencionalidad divina en mí. Me abro a ella y dejo que guíe mis pasos hasta llevarme justo allí donde mi presencia sea requerida.
Siento el convencimiento, la seguridad de saber que aquello que siento acabará siendo.
Bueno, antes he comentado lo de las jaulas. En estos momentos siento la libertad de mi ser, de mi alma, a pesar de los posibles pesares de mi situación. Mi condición divina me libera de lo terrenal al recordar quién soy y el motivo de todo lo que estoy viviendo. Siento un profundo agradecimiento por estos momentos y poder servir a la Fuente Creadora de Toda Vida, a Dios.
Por más momentos de aparente soledad que pueda tener, nada es. En todo momento estoy acompañado por aquellos que pertenecen a mi verdadera esencia, mis hermanos de la Luz. El Hogar está conmigo. Yo Soy el Hogar. Ellos son el Hogar. Ellos y yo somos Uno. Allí donde estoy, ellos también.
Tengo Fe, sabiendo con certeza, de mis palabras y lo que siento. No es esperanza, sino Fe, convencimiento divino de mi camino. Cuando así es, la vida ya no es de este mundo y la visión que tienes de ella se alimenta del amor de esta intencionalidad divina que nos une a todos y libera nuestros corazones y  nuestras mentes fuertemente enraizadas a unas creencias basadas en la racionalidad y el ego.
Siento el Amor de mí ser en mí.
Aquello que aparenta ser en mi vida según los cánones de la dualidad, no es.
Hay mucho silencio en mi vida. En él encuentro la verdadera naturaleza del ser. Mi palabra es discreta ante mi entorno, porque no siempre lo expresado, es comprendido y aceptado por aquellos que se encuentran cerca de mí, por este motivo, siento y expreso la Luz y el Amor en mi desde mi presencia silenciosa, mostrando alegría y comprensión hacia aquellos que su alma se encuentra encerrada por las rigideces de sus mentes llenas de miedo, dolor e ignorancia a lo nuevo.
Por mi situación, mi presencia donde estoy,….. ¡¡GRACIAS PADRE!!
Que el Amor y la Paz sean en todos vosotros.


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