miércoles, 26 de diciembre de 2012

El Rincón de la Ternura



Hay un rincón en cada uno donde se puede sentir al grandeza de quienes somos.
Hay un espacio preparado desde nuestro nacimiento donde podemos darnos cuenta de la majestuosidad de nuestro ser. Este lugar se encuentra entrando a fondo, justo al medio de nuestro interior donde nuestro corazón late acompasando la melodía de nuestra existencia. Aquí,….. ¡Todo es posible! Es donde podemos crear, sentir y creer. Aquí podemos saber con certeza quienes somos. Cuando lo hacemos, entonces sabremos del Gran Ser que somos.
En el cobijo del silencio y la quietud podremos renovar nuestras fuerzas, energías y activar las actitudes de serenidad, paz y amor más puro e incondicional procedente del lugar donde procedemos.
Estando conectados con nuestra verdadera naturaleza veremos las Luces del Hogar. Siempre se ha encontrado allí donde estábamos, aunque no fuésemos conscientes de su presencia. Cuando nos damos cuenta que somos parte de ella, entonces nuestra vida biológica queda en un segundo término, porque nos damos cuenta que aquello que valorábamos no es, y lo que no hacíamos caso, era lo importante. Los términos de valoración cambian y nos liberamos a la vez, del peso de la responsabilidad inculcada de la densidad que nos hemos rodeado.
Ya no andamos igual y nuestras palabras empiezan a cambiar. Algo en nosotros ya no es como antes.
Avanzamos entre las dudas, incertezas y el no convencimiento de todo aquello que creemos que hemos de hacer, pero un impulso interior nos empuja hacia una dirección diferente a la vivida hasta ahora.
Ya nada será igual, porque veremos más claridad en todo aquello que vivamos, y la visión clara de lo qué hacer emerge ante nosotros como los rótulos de un trayecto en las bifurcaciones existentes a lo largo de él.
Todo continua igual en nuestro entorno, pero quien no continua igual somos nosotros. Quien cambia somos nosotros, y es este nosotros que nos permite tener una actitud y una respuesta diferente a aquello que nos sucede. Los resultados serán diferentes porque nosotros nos relacionaremos diferente con aquello. El cambiar nosotros, los resultados varían. Parecen cambiar las situaciones y las relaciones de las personas con nosotros, pero en el fondo, es nuestra actitud diferente con un estado más sereno y diferente, lo que hará que aquello que ha de ser del exterior no sea como nos pensábamos. ¿Qué es lo que ha cambiado? ¡Nosotros, no los demás! Por lo tanto, cambiando nosotros, cambiaremos el exterior, nuestro entorno. Esta es la fuerza de quienes somos. Podemos transmutar aquello que nos perseguía de una manera insistente en un hecho donde podemos cortar el hilo y alejarse de nosotros de inmediato, igual como un globo.
No hay nada que no podamos cambiar si lo queremos hacer. Solo se necesita ir a este espacio que hay dentro de cada uno y sentir quienes sois. Una vez bebáis de la fuente de vida que hay en vuestro interior, dejad que sus efectos actúen en todo aquello que no os deja ser vosotros. Escuchad a vuestro corazón que él os dirá qué hacer después de sentir vuestra esencia y haberos dispuesto a ser vosotros.
No hay nada que viváis, veáis o sintáis que no podáis intervenir. Sólo se necesita que seáis vosotros mismos. ¡Sentid quienes sois y el resto vendrá solo!
¡Esta es tu naturaleza, amada alma!
¡Tú puedes ser tú!
Tú fuiste creada para mostrar el amor que hay en ti. ¡Déjalo volar y que abrace a quien deba de abrazar!
¡Ves donde tú sabes y deja que Dios en ti te hable y se manifieste!
El resto,….todo será según tu corazón. Aquello que quieres será. Tu corazón te guiará y te indicará el camino a seguir. No dudes y confía plenamente con lo que sientes dentro de ti porque este será el mejor camino para ti y todos aquellos que te rodeen.
Tu luz está esperando ser irradiada. No dejes que esta brille como los demás quieran, porque a menudo, muchos de quienes te aconsejan como hacerlo, limitan tu intensidad. ¡Déjala volar y observa como todo el mundo es iluminado por ella!
Cuando sentimos la fuerza de la Fe en nosotros y nos mostramos liberados de nuestra condición humana, entonces podremos mostrar nuestra verdadera naturaleza divina que todos somos. ¡Tú también!
Ánimos, amada alma que vives estos momentos de incertidumbre y desubicación en los tiempos que vivimos. Escucha a tu corazón y no hagas caso de los miedos, porque estos pertenecen a todos aquellos que te han ido indicando el camino establecido según los convencionalismos sociales, culturales y religiosos. Deja que los demás hagan lo que tengan que hacer. Tú, escucha a tu corazón y sigue tú camino, no el de los demás.
Tu corazón te indica la dirección a seguir. El camino que debes de hacer es único, y solo tú lo puedes hacer tal como ha de hacerse y se necesita para el mayor bien de todos. Aporta tu grano en este Plan Superior, del cual todos pertenecemos. Todos formamos parte, y, en su momento, todos se darán cuenta de él. De momento, acúnate dentro de ti, cerca de la calidez de tu corazón, que él te susurrará tiernamente para calmar tu inquietud y desconcierto.
Todo y así, el hecho de haber llegado hasta aquí, ya es señal que has empezado a escuchar esta voz que te ha hecho reflexionar o cuestionarte las actitudes de un pasado. Por esto tienes los sentimientos que tienes o ves las contradicciones en tu entorno o vida.
¡Bien, bienvenida a la nueva vida!
Lo viejo quiere reclamar lo que durante años dominaba, pero una nueva energía más amorosa está entrando en ti, por eso te sientes como te sientes. Una especie de lucha interior está produciéndose en ti. Todos y así, tienes una gran suerte: en el fondo, hay algo dentro de ti que te hace avanzar diferente,…la voz de tu corazón.
Escúchala porque te llevará a la plena libertad y realización en tu vida.
¡Ánimos! Todo va bien.

Que el Amor y la Paz sean en ti.



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