miércoles, 17 de junio de 2009

Quiero conocer a Dios


Una vez un niño le preguntó a su padre:
- Papá, quiero conocer a Dios.
- Muy bien – le respondió su padre. Luego continuó: ¿Hoy has salido a la calle, no?
- Sí – dijo el niño.
- ¿Y no le has visto?
- No – respondió el niño.
- Hijo,- dijo el padre mirándole a los ojos –Dios en estos momentos está ante ti.
- ¿Dónde, padre? –preguntó moviendo la cabeza hacia un lado y otro. Yo no lo veo.
- Ven conmigo – dijo el padre.
Mientras andaban le comentó a su hijo:
- A veces lo buscamos esperando una imagen concreta, pero Él se presenta de la manera más familiar para que todos le vean, y ahora te lo presentaré teniendo presente que cuando le veas te darás cuenta que ya le habías visto antes.
A continuación se pararon ante un espejo, diciendo a su hijo:
- ¡Éste es Dios!- señalando el espejo y haciendo que su hijo se mirase.
- ¡Pero éste soy yo, no Dios!-exclamó el niño decepcionado. A continuación hizo que su padre se mirase.
- ¿Ves a Dios?
- Sí, hijo, veo a Dios – respondió el padre.
- Pero Dios, ¿quién es, tú o jo? – preguntó el hijo.
- Tú, yo, tú madre, la maestra,…..todos son Dios, porque allí donde hay amor allí se encuentra él – le contestó el padre.
- ¿Y cuando me enfado también lo soy?
- Entonces te estás olvidando que tú eres Dios – acabó diciendo el padre.

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