miércoles, 14 de diciembre de 2011

El proceso de un Maestro


Primeramente me gustaría esclarecer el concepto de Maestro Espiritual.
Hace poco, hablando con alguien en relación a mi actividad me preguntaba si ya de pequeño yo hacía alguna cosa especial. Todavía hay esta creencia que alguien que se dedica a servir a la Fuente Creadora de Toda Vida, al Amor, ya se destacaba de los otros a corta edad para poder hacer “cosas no-normales” en relación a los demás niños, como ver entidades, levitar, hacer milagros,….Bien, lamento deciros que no siempre es así, y aquellos seres que ya muestran parte del potencial espiritual que todos somos y tenemos, es debido a lo que han venido a hacer según su alma, pero no todos los que de pequeño muestran alguna capacidad “especial”, quiere decir que de mayores serán grandes Maestros espirituales.
Un Maestro es aquel que ha recordado quien es y actúa según la naturaleza de su esencia, permitiendo que su divinidad se manifieste. Si maestro es aquel que sabe y tiene un conocimiento, el Maestro espiritual es aquel que ha obtenido la sabiduría por haber vivido y ha entregado su vida a la energía de más alta vibración que es el Amor, Dios.
Maestro es aquel que actúa desde el corazón, conectado con su divinidad, Una con la divinidad universal. Todo él es Uno con la Luz y el Amor. su expresión es la manifestación de la Luz y el Amor.
No es necesario haber hecho “grandes cosas” de pequeños. La diferencia en relación a alguien que todavía no ha despertado se encuentra en su interior, no en la forma. Hay unas pautas que coinciden o han coincidido todos los grandes Maestros que han existido o se encuentran en estos momentos encarnados. Todos han estado como distantes con su entorno, no identificándose con el mundo que les ha tocado vivir. Todos han sido seres de pocas palabras, a pesar de que a algunos, esta sea el medio para transmitir la sabiduría adquirida. Todos, de alguna manera, han abierto sus mentes y sus corazones, alejándose y evitando toda agresividad, violencia o injusticia. La sensibilidad para saber el estado del otro ha sido, también, un punto común en todos ellos. A menudo han aceptado la responsabilidad en sus vidas ya de bien pequeños.
Aparentemente podía ser alguien como cualquier otro, pero su actitud ante la vida los delataba, sutilmente, ante aquellos más sensibles. En caso de hubiesen querido integrarse en la dualidad, las cosas no les hubiesen salido como ellos hubieran querido. Los maestros se han refugiado en sus interiores. Han sido grandes observadores y discípulos motivados por todo aquello que no pertenecía a la terrenalidad. Podían haberse adentrado como curiosidad, pero después se daban cuenta, rápidamente, que ellos podían hacer mucho más de lo que les enseñaron su entorno terrenal.
Tímidos, discretos y a menudo en segundo término, actuaban en su día a día. A medida que iban sintiéndose mejor interiormente, en el sentido de paz, tranquilidad y bienestar, su seguridad iba en aumento y haciendo, cada vez más, lo que sus corazones les decía.
Para la mayoría de ellos fue un duro golpe el vivir en este mundo. Este no coincidía con lo que ellos sentían. Todo y así, todos creían en Dios, con esta energía de alta vibración y las entidades de las altas esferas de la Luz.
No porque hubiesen encarnado para ser Maestros de este mundo, habían de tener grandes privilegios en su educación y vivir en la abundancia. Nada de todo eso, a menudo era al revés, y si de pequeños podían llegar a tener todo lo que la materia les podía ofrecer, no estaban apegados a ella y lo disfrutaban, con una sensación de querer compartir lo que tenían.
Eran grandes amantes de la naturaleza y de todo tipo de vida, buscando lugares, pasando grandes ratos, o días, en la naturaleza para poder sentir la harmonía de la creación, resonando en sus interiores, sintiéndose como en casa. Necesitaban tener sus espacios de tiempo para ellos. Necesitaban conectar con este mundo interior que tenían para encontrar la verdadera paz y centramiento que se necesitaba para poder vivir donde vivían. Grandes amantes de la naturaleza, los animales y las plantas, sintiéndose bien con los niños aunque sus cuerpos iban creciendo hasta la madurez, siendo en ellos más temprana, en relación a todos los que les rodeaban.
A menudo han debido de sufrir bastante, para llegar a ser ellos. Han sido incomprendidos, incluso, por sus propias familias, la mayoría de ellos. Quienes se mostraron, tiempos atrás ante todos tal como eran, fueron apartados, ultrajados, menospreciados, ridiculizados, e incluso, encarcelados o muertos, según la época.
Son lo que son por lo que han vivido desde el corazón. La vida no les ha sido fácil, a pesar de, vuelvo a decir, que hayan sido rodeados y crecidos viviendo en la abundancia de la materia. Pensaban, sentían y se expresaban diferente a todos los que les rodeaban. Han sido, la mayoría de ellos, unos seres solitarios, sintiéndose bien con la soledad, debido que no encajaban en sus círculos más terrenales.
A un Maestro no le ha venido todo de cara, disfrutando sin esfuerzo de la vida. Todo lo contrario. En los tiempos que han debido de vivir, ha habido de sufrir, algunos de ellos, mucho. Parecía como si la vida les hubiese dado la espalda. Han vivido situaciones de grandes responsabilidades, humillaciones, momentos de burla, menosprecio, y dolor a nivel físico, y a veces, y sobre todo, emocional. La vida no les ha sido fácil en la mayoría de ellos.
Sus espíritus necesitaban fortalecerse y adquirir la fortaleza para ser ellos y continuar avanzando, huyendo a menudo, refugiándose con sus Hermanos de la Luz. Se recogían en sus interiores y entonces eran libres y recuperaban su fortaleza y firmeza para continuar llevando a término lo que habían venido a vivir.
No es cierto que un Maestro lo ha tenido todo, más bien al contrario. Un Maestro se ha liberado de todo para poder conectar con aquello que era esencial a la vida de uno y así poder transmitirlo a su entorno según lo que había venido a hacer en esta encarnación.
Han llorado, se han sentido solos, por momentos no tenían nada, y a pesar de todo, han continuado avanzando y los hermanos siempre les han cogido por debajo los brazos cuando parecían desfallecer.
Con el tiempo, estos seres de vencer todas las dificultades que necesitaban sus almas, consiguieron elevarse y liberarse de toda densidad en ellos, transmutándola en plenitud interior, Luz, Amor y una gran sabiduría no obtenida de los libros. Ha habido de compartir sus vidas con el silencio y la soledad. Entonces, ellos eran ellos.
Si alguna vez os encontráis ante un verdadero Maestro Espiritual, un Maestro de Maestros, lo reconoceréis por su sabiduría, humildad, tolerancia, calma, aceptación y serenidad. Estos son aspectos que han ido adquiriendo a lo largo de los años. Han conseguido ser Fuentes de Luz, Amor y Consciencia.
Cuando estéis ante un Maestro os sentiréis bien, y podría ser que entonces, no tuvieseis ganas de hablar, solo de estar con él, a su lado. Sus energías ya os harán sentir bien. Todos Ellos saben que no es necesario hablar, ni actuar para manifestarse. Solo SER i ESTAR. En el fondo, solo hacen servir la palabra cuando están de servicio.
Un Maestro no ha sido necesario que naciera consciente. La vida le ha llevado a seguir el camino adecuado para despertar su consciencia. Normalmente, en algún momento de su proceso, son instruidos por seres del mundo de la Luz, por otros Maestros Ascendidos para transmitir después ellos, las enseñanzas y la instrucción espiritual recibida.
Agradezco la presencia del mundo de la Luz en mi vida por los momentos que me daba la sensación de desfallecer. Ellos han estado a mi lado en todo momento, dándome el aliento, los ánimos y el coraje necesario para continuar mi camino. Ellos me han ayudado a ver claro y a saber qué había detrás de todo lo que vivía. Sin su ayuda no me hubiera liberado del mundo de la ilusión, la dualidad, haciéndome mía la verdadera vida donde todo tiene sentido.
A pesar de los momentos vividos de aislamiento social, de la incomprensión recibida por parte de mi entorno hacia mi persona y la todavía no aceptación del verdadero ser que soy por parte de mis amados padres terrenales, mi alma es Una con todos ellos y siento el amor que nos une.
Lo mejor que me ha pasado en esta encarnación ha sido recordar quien soy y conocer y sentir a Dios en mí, pudiéndolo servir.
Me siento agradecido por todo lo que la vida me ha dado, aunque muchas veces he habido de acumular silencios en mi interior por no ser comprendido y correspondido según sentía y creía.
Doy las gracias por todo, por todos y por mí. ¡Gracias Padre!

Respetar y honrar a los Maestros, pero no porque se te diga, sino por lo que representan para nuestras vidas, por lo que han hecho o están haciendo. Sus vidas han estado dedicadas al soporte de la humanidad y el planeta.
Son los pilares del nuevo mundo.



2 comentarios:

YSADVELL dijo...

Siento mucho Amor al leer lo que es un sentir común a todos uno,respiro este sentir dentro de una paz y gratitud infinitas.

YSADVELL dijo...

..HA QUERIDO LA MAGIA QUE ESTE RECUADRO APAREZCA NUEVAMENTE Y ES QUE TAL VEZ ME OLVIDABA DE DECIRTE QUE TE AMO HERMANO.MUCHAS GRACIAS.