jueves, 29 de diciembre de 2011

Hoy es la Nochebuena


De aquí pocas horas será noche de Navidad. Lloro. Sí, lloro.Veo el mundo pero no desde la dimensión terrenal, sino más allá de toda materia. Lloro de alegría, sintiendo un gran amor dentro de mí. Mis ojos no consiguen ver la ignorancia manifestada del ser humano, que aunque sabiéndolo, no es como yo lo siento en mi interior. Lloro por la naturaleza innata sentido en los corazones de cada uno, en la voluntad, a veces no expresada, de querer paz y unión entre los hombres.
Desde mi corazón siento como la humanidad se va acercando, confiando y abriendo sus interiores para poder conseguir lo tanto anhelado: la perfecta paz y amor dentro de cada uno.
A pesar de lo existente en nuestro planeta actualmente, el camino se va definiendo, acercando a los hombres de corazón abierto. Los corazones resuenan ante el amor incondicional de nuestra esencia. Como dos cuerdas de guitarras, que al hacer vibrar la nota de una, la de la otra también vibra, así las personas que se van encontrando por la calle, en el trabajo, en nuestro día a día, sienten la vibración en su interior cuando se cruzan o se encuentran con alguien que muestra el verdadero ser que es.
Todo está vibrando en estos momentos, por eso el desconcierto y los movimientos interiores, debido a que la consciencia colectiva está resonando unos tonos más altos en relación a tiempos atrás. Cuando más se ignora esta resonancia, más malestar crearemos.
Veo y siento todo esto y más desde mi corazón abierto y entregado a mi divinidad. Siento como a pocas horas de la Navidad del 2011, el corazón del mundo está contento y la de las almas expectantes al proceso que están viviendo, porque se dirigen allí donde todas han pactado antes de reencarnar. Todas están vibrando, aunque no todas con consciencia, pero vibran por estos tiempos gloriosos donde están creando una nueva vida y un nuevo ser humano a punto de ser manifestado cada vez con más notoriedad.
Son tiempos de dejar atrás lo que fuimos y donde el dolor, irá quedando apartado de nuestras vidas, como la crisálida abandonada para anunciar, como la mariposa, nuestra belleza y unicidad con el mundo.
Siento el gozo de la creación en mí. Mis lágrimas están llenas de vida y amor para el ser humano que padece, porque tiene los días contados. Todo y que habrá quien querrá mantener el dolor, éste irá siendo cada vez más insoportable. Nuestras emociones deberán de ser liberadas y los recuerdos de lo que no estamos siendo, dará pie a la predisposición de un cambio en todos nosotros. Por eso lloro, por esta emoción del despertar de todos aquellos adoloridos por su pasado, por su mente. Llegará el día que no podrán aguantar el resentimiento y el odio que llevarán dentro de sí y decidirán, ya no exteriorizarlos y sanarlos, sino hacer las paces con ellos mismos, reconociendo sus miedos, permitiendo el abandonamiento y la dejadez en las manos de lo que ha de ser.
¿Entendéis ahora porque lloro?
El ser humano está encaminado a abrirse y unirse, a abrir su corazón y ser Uno con y en el corazón del otro, permitiendo que esta unión hagan verse como parte de un Todo y como seres divinos, porque todos en el fondo queremos que el amor y la paz sean en todos nosotros.
Solo sentimientos puros llevarán a la unión entre los hombres. Siento este amor en mi interior, que acerca las almas unas a las otras para confeccionar el gran rompecabezas de la existencia.
Veo como las cadenas se van rompiendo y como el ser humano se va liberando de sus limitaciones.
Veo y siento la felicidad en mí y en todos aquellos que están conmigo. Entonces me siento feliz de ser Fuente de Luz y Amor para las almas de este mundo. Mi Fuente es divina y son ellos, los hermanos de la Luz quienes están conmigo y me alimentan al ser yo Uno con ellos.
Todos deseamos lo mejor para cada uno. También desearemos, incluso, el mayor bien para nosotros mismos.
Sentir el Amor espiritual es el sentimiento más puro e incondicional que puede abatir todo muro y resistencia que podamos llegar a tener. Para dejar que Dios, la divinidad en nosotros se manifieste, hemos de aprender a sentir el Amor en nuestro corazón, en cada una de nuestras células.
El Amor nos llevará a la Paz, la armonía, la absoluta Calma, Confianza y total Bienestar conforme todo va bien y Yo Soy Uno con la Luz, con el Hogar.
Este año nuestro es verdaderamente, el nacimiento del ser que somos. Muchos notaréis como vuestro interior se va expandiendo. Notaréis como sentís mucha más paz, serenidad y alegría. ¡Sé, alegría y gozo para vivir! En muchos, vuestra vida cambiará, donde se conseguirán abrir puertas que hasta ahora se encontraban cerradas y no podían abrirse, pues ahora, estas se abrirán por sí solas.
Lo que siento va más allá de la palabra porque es Dios en mi quien se manifiesta y me hace sentir.
No temed. Dejaros ir y las expectativas no serán como os pensabais (las que sean). Confiad y sentid el Amor en vosotros. Amad y amad. Perdonad, liberando vuestro dolor y dejad que vuestro corazón os guíe. ¡Amad., hermanos, amad! Cuando el Amor es quien guía vuestro andar, nada debéis de temer. Aquello que necesitéis os será dado y las puertas de vuestra vida os serán abiertas.
Solo hay un camino: el camino del Amor; todo lo demás solo será fruto de este sentimiento creado desde vuestro despertar.
En estos momentos siento unos villancicos de fondo y mi entorno se prepara para celebrar el inicio de unas fechas marcadas en el calendario como el nacimiento de aquel que tambaleó el mundo para que el ser humano pueda ser él.
¿No te das cuenta que este bebé eres tú?
Gracias por ser y estar. Deja que tu Luz ilumine el camino a seguir y a todos aquellos que se encuentran en la penumbra y la oscuridad.
Gracias.

¡Bienvenidos al primer día del resto de vuestra vida!

Que el Amor y la Paz sean en todos vosotros.

¡Feliz Año Nuevo!



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