domingo, 26 de agosto de 2012

Las palabras emitidas por el ser


El sistema común de comunicación del ser humano entre los de la misma especie, es la palabra. ¿Alguien se ha llegado a plantear el por qué de la palabra?
Cada individuo tiene una historia, un pasado con la experiencia respectiva según su estado de consciencia. Nuestro interior es un reflejo de nuestro estado actual dentro de nuestro proceso de evolución. Depende de cada interior, el ser se manifestará de una manera en concreto u otra. Para entender exactamente estas palabras solo decir que cuando estamos enfadados nuestras palabras son de enfado, cuando estamos pletóricos, nuestras expresiones son de alegría y entusiasmo. Cuando nuestro interior se encuentra bloqueado y dolido, nuestra comunicación refleja el resentimiento, creando malos entendidos o situaciones tensas. En cambio, cuando estamos equilibrados, salen de nuestra boca las palabras justas y adecuadas, de una manera amorosa y positiva. Todo esto es fruto de que la palabra y nuestro estado interior van unidos.
Vuelvo a formular la pregunta: ¿Por qué la existencia de la palabra? En su momento, se dijo: “Y el Verbo se hizo carne”. La respuesta a la pregunta es: para crear, para traer armonía y sanación. Como seres de libre albedrío, y habiendo venido de la no-consciencia, el ser humano ha ido distorsionando su realidad y creando una ilusión en la interpretación de la existencia. Igual como un cuchillo puede ayudarnos a poder cortar el alimento, también puede crear dolor a su prójimo. Así sucedió con todo el potencial del ser que alberga en su interior. Depende de su grado de consciencia lo aplicará de una manera u otra, o, sencillamente, ignorar que tiene este potencial o parte de él.
La palabra es un don que se le ha otorgado al ser humano para equilibrarse, dentro de sus capacidades innatas de auto equilibrio y sanación.
La palabra puede ensalzar, dar coraje, ánimos, fortaleza, comprensión, reafirmación personal, e incluso abrir las puertas de la manifestación de la divinidad en cada uno. La no-consciencia hace que la palabra sea un medio de imposición, dominación, distracción y fortalecer los lazos con la ignorancia y el bloqueo del propio ser. Esta es la fuerza de la palabra.
Nuestro estado interior tiene mucho que ver en este sentido. Podemos escuchar a alguien hablar y saber al momento cómo se encuentra interiormente.
Palabra y nuestro ser son Uno. Nuestros sentimientos van de la mano con la manera que nos expresamos. No podemos separar uno de lo otro. Podemos, también darnos cuenta de las falsedades anunciadas a través de la palabra por algunos de los dirigentes de nuestro entorno.
A mayor despertar espiritual, más percibimos el mensaje subliminal de la comunicación oral. La palabra no miente, mientras sepamos ver qué hay detrás de la forma.
A cada palabra le corresponde un estado emocional y unas creencias que la apoyan para que haya sido elegida al ser expresada por quien la emite.
Nuestro interior es la causa de todas nuestras expresiones, y la palabra es una de ellas, como hay otras.
Nuestra palabra tiene poder, fuerza y la energía necesaria para poder transmutar nuestro entorno y liberar todos los bloqueos existentes en nuestra vida, así como en la de los demás.
La palabra, actitud y sentimiento son claves para nuestra capacidad de creación. Ésta puede ser amorosa o bloqueadora para nuestro camino hacia la evolución de nuestra alma.
De nosotros depende el limpiar el camino y fortalecernos, o el ir poniendo y dejando plantas espinosas, clavos y troncos abatidos en mitad de nuestro sendero para irlos sorteando y con miedo a no ser dañados por ellos, no dándonos cuenta, que el hecho de no ser nosotros mismos ya nos estamos dañando.
La palabra, aquí puede ser un bálsamo para nuestro estado de ánimo. Tú mismo puedes crear una situación en tu vida y una sensación de empoderamiento basado desde el corazón.
La palabra puede activar tu divinidad o enterrarla todavía más. Cuanto más así sea, más perdido te encontrarás. Recuerda que entonces, tus palabras serán emitidas desde tu mente y no desde tu corazón, alejándote más de tu verdadera esencia y estado interior.
Es importante recordar quienes somos para poder hacer un uso correcto para nuestro mayor bien de todo nuestro potencial innato desde nuestro nacimiento.
Palabras positivas, amorosas o que os hacen sentir bien elevará vuestro espíritu.
En momentos de desconcierto o desesperación, busca las palabras adecuadas para sentirte bien.
Cuanto más hablemos, cuando lo hagamos, desde el corazón, más fuerza tendrán nuestros sonidos articulados, para crear bienestar.

Aquello que expresamos está directamente relacionado con nuestro estado emocional e interior.

Que el Amor y la Paz sean en todos vosotros. 

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