miércoles, 11 de junio de 2008

Corazones resentidos

A veces me pregunto al sentir los corazones de aquellos que se acercan a mi, el por qué se tiene tanto miedo a abrir el corazón. Estos seres encerrados en sí mismos para no sentirse dañados nuevamente otean y se resguardan de su dolor anterior, no atreviéndose a abrir su corazón. Así, se encuentran protegidos de todo posible dolor que pueda llegar a venir. Siento compasión por ellos, porque me doy cuenta y siento su verdadero dolor y limitación por el solo hecho de encerrarse en sí mismos. El miedo, a menudo inconsciente, enraizado en nuestra memoria celular no nos permite sentir el amor en nuestras vidas.
Se viven experiencias donde no siempre acaban como uno querría. Estos resultados hacen surgir unas emociones y sentimientos no siempre queridos y es cuando se empieza a cerrarse la puerta del corazón para no sentirse herido más veces. En un principio, se deja la puerta ajustada, ya no abierta de par en par, pero con el tiempo y nuevas vivencias, la puerta se cierra para no sufrir más.
Uno piensa que de esta manera es cuando más seguro y protegido está, pero el efecto es todo lo contrario, porque tu corazón te invita a nuevas experiencias y situaciones que pueden llevarte a sentir el amor tal como deseas, pero tu pasado lo observas a través de la mirilla de la puerta, y debido al recuerdo, no acabas de permitir que ésta se abra.
Queremos pero no acabamos de dejarnos ir. El miedo, e incluso el pánico, invaden nuestra vida cuando nos encontramos con situaciones que ya vivimos en nuestro pasado. Relacionamos la actual con lo que ya fue, y esto nos ofusca la nueva situación que se nos presenta para poder conseguir nuestra plenitud. Pensamos que volverá a suceder lo mismo. Quizás nuestras palabras no lo admitan, dejando una puerta a la esperanza, pero nuestro corazón continua escondido, cerrado en lo más profundo del recuerdo.
Demasiados miedos para poder vivir en paz y amor. ¡Nos perdemos tanto al dejar que los recuerdos invadan nuestro presente! Frenan nuestra felicidad, cuando lo que queremos es gozar de la plenitud de la vida y el bienestar interior.
Todos queremos ser felices, encontrando y sintiendo el amor en nuestra vida. En el fondo, es la esencia que nos permite vivir y deleitarnos de nuestra existencia, es lo que da sentido a nuestra vida, pero no acabamos de dejarnos ir y abrirnos a él.
¡Hay tanto amor para nosotros! Hay tanto amor esperándonos en nuestro entorno para poder sentir la felicidad con toda su magnificencia, que si fuéramos concientes realmente de su abundancia, dejaríamos nuestro pasado de lado y nos lanzaríamos de cabeza a la vida, ¡pero no!, preferimos controlarla y dejarla ir gota a gota, cuando podemos aceptarlo a caudales.
Demasiados miedos almacenamos en nuestro interior, y nuestro corazón se asusta por los resultados que hemos interpretado de nuestras anteriores experiencias. Cerramos aquello que más nos puede liberar, diciendo que nuestro entorno nos puede herir. Es la solución más fácil, pero también la de más sufrimiento. Solo si abrimos nuestro corazón y dejamos que el amor que nos rodea y nos invita a aceptarle, podremos apreciar la verdadera esencia que somos y poder decir: “¡Es tanto lo que he ganado abriéndome! Ahora soy feliz”.
Siento cierta pena y compasión, a la vez, al sentir el miedo a abrirse a la vida cuando ésta te tiene preparado el mejor bienestar que puedas llegar a imaginar. Veo el futuro de estos seres encerrados en el miedo de su pasado por no ser heridos nuevamente. Ellos mismos niegan lo que siempre han anhelado.
Abrid vuestro corazón y no tengáis miedo. Es igual lo que hayáis vivido hasta ahora. Lo mejor para vosotros os espera a la puerta de vuestra intención de ser vosotros. No temáis, solo lo mejor podéis esperar. Lo peor en vuestra vida ya ha pasado. Nos encontramos en tiempos de una conciencia y energía de más alta vibración en el planeta y la humanidad. Nosotros, estamos abrazados por ellas. Abrámonos y dejemos atrás lo que fue de nosotros. Un corazón abierto, viviendo el presente, podrá recibir el amor que siempre ha deseado. Éste abrazará cada aspecto de vuestra vida, y una nueva visión de vosotros se expandirá ante vuestros ojos, sintiendo la satisfacción y el agradecimiento a la vida por los nuevos acontecimientos que se os ofrece según como vosotros siempre habéis deseado.
Con el amor nada debéis de temer, porqué será vuestra protección y luz para saber qué hacer en cada momento de vuestra vida.
Abrid vuestro corazón y no dejéis que éste se encierre en el miedo de un pasado. No hay mayor dolor que la decisión voluntaria de no abrirse a la vida.
No temáis y abriros para aceptar el amor que os rodea. Él os liberará de vuestra vida y seréis libres.
Que el Amor y la Paz sean en todos vosotros.

No hay comentarios: