domingo, 8 de junio de 2008

Dos ángeles en un cementerio

Había una vez dos ángeles en un cementerio, subidos a un árbol, observando las lápidas que tenían ante ellos y a los humanos que asistían apegados al duelo que sentían en sus corazones. Un ángel le dijo al otro:
- Vienen a dedicarles un rato(refiriéndose a los familiares de los difuntos), pero ellos ya no están.
- Piensan que sus restos tienen vida y valoran lo que están haciendo – le respondió el otro.
- Pobres – dijo el primero.
- Sí, pobres – dijo el segundo.
- Si supiesen que ahora se encuentran bien (los difuntos), no sufrirían como lo están haciendo. Recordar el dolor les hace alejarse de nosotros.
- Sí – respondió el segundo.
- Me sabe mal que no se den cuenta que ya no están con ellos y se encuentran bien.
- Sí, pero ellos no lo saben porqué no lo pueden ver.
- ¡Ya! – dijo el primer ángel.(Después de una pausa continuó): ¿Y si pudiésemos hacer que se diesen cuenta que después del cuerpo hay una vida llena de amor, donde continuarán creciendo y entonces lo verán todo claro?
- Pero no todos querrán.
- ¿Por qué?
- No todos están preparados.
- ¡Pobres! – dijo el primer ángel. Luego continuó: ¡Sí, pero y si hubiese la manera de hacerles ver que no todo acaba con el cuerpo!
- Entonces, y solo entonces, unos cuantos deberían de hacer ver a los demás que así es, y no siempre les será fácil, porqué todavía habrá muchos que no querrán aceptar este hecho.
- Nosotros somos muchos (refiriéndose a los ángeles). Podríamos ayudarles.
- Sí, pero no todos creen en nosotros y nos quieren sentir. Muchos de los que ves (refiriéndose a los familiares que estaban velando las tumbas de sus difuntos) todavía no saben de nuestra existencia.
- Pero, alguno habrá, ¿no?. ¡Vaya, supongo!
- Alguno – respondió el segundo, mientras contemplaban a los asistentes del cementerio.
- (Después de un largo silencio, el primer ángel, pensativo, dijo): ¿Y si les ayudásemos a despertar al ángel que llevan en su interior? Si así se produjese, se darían cuenta que esta vida no lo es todo, y entonces, al saber quienes son, aceptarían el hecho de su divinidad y ya no sufrirían las ausencias de sus amados en este planeta donde se encuentran, ¿no crees?
- Quizás, pero tienen demasiados miedos y su corazón está cerrado.
- Bien, ¿Qué tal si empezamos a mostrarnos ante ellos? – dijo el primer ángel.
- De acuerdo, ¿pero como lo haremos?
- Nos apareceremos en sus sueños, les abrazaremos cuando se relajen, y en los momentos de encarar un reto en sus vidas, estaremos junto a ellos transmitiéndoles amor y luz. Seguro que alguien notará nuestras presencias. Con el tiempo, cada vez habrán más humanos que nos sentirán, e incluso, nos llegarán a ver, y así les ayudaremos a entender y a facilitar el camino que están siguiendo aquí en su mundo. Cuando vuelvan a Casa entonces lo acabarán de entender mejor y poder volver nuevamente para continuar su camino de ascensión aquí en la Tierra.
- ¡De acuerdo! – respondió el segundo.

Desde esta primera charla angelical, y de esto ya hace tiempo, aunque no mucho, en el mundo hay cada vez más humanos que saben de los ángeles, que los integran en sus vidas, que se comunican con ellos, y que han empezado a conocerse, dándose cuenta de su divinidad, a parte de su cuerpo.
Desde entonces, los ángeles intervienen en nuestras vidas y nos facilitan el camino a seguir.
¡Ábrete a ellos, confía en ellos, cree en ellos….! Ellos te harán saber de sus presencias. Sólo sentirás amor, protección y guía. Ya no te sentirás más solo y darás gracias a la Creación de haber abierto tu corazón para poder sentirlos. ¡y quien sabe!, quizás verlos.
Ellos están entre nosotros aunque tú no los puedas ver inicialmente, pero están. Están contigo en estos momentos que estás leyendo estas palabras, y sino, concéntrate en tu espalda, en tus hombros y probablemente los sentirás o tendrás la sensación que hay alguien detrás de ti. ¿verdad?
Esta vida solo es un paso temporal para volver nuevamente a Casa, tu verdadera Casa. Vienes a la escuela y vuelves a tu hogar, y ellos te dan de la mano para acompañarte en este proceso denominado vida terrenal.
Abre tu corazón y te darás cuenta quien eres realmente. Conócete y te sabrás de tu verdadera esencia. No eres quien te piensas que eres. El dolor creado a lo largo de tu vida actual solo es fruto de la ignorancia de tu verdadera naturaleza. ¿Qué no te acuerdas cuando tú también te manifestabas como un ángel?
Cuando vuelvas a Casa recordarás nuevamente quien eres.
A ti me dirijo, ángel dentro de un cuerpo: ábrete para conectar con tu verdadera naturaleza divina, y sabrás de la eternidad que hay en tu alma. Entonces, solo entonces, dejarás de sufrir.
Eres Amor y Uno con la Fuente Creadora de toda Vida. Eres inmortal.

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